6. "Somos los favoritos"

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Me despierto con una mensaje de Sofía que decía que se había tenido que ir a su casa para ayudar a su mamá en algo.

Baje para desayunar pero no sin antes lavarme los dientes y la cara.

Entro a la cocina frotándome los ojos y me preparo un café. Esta lindo el día así que seria buena idea ir a desayunar con los pies en la pileta.

—Buen día.

—¡Pelotudo!

Me asusto cuando paso por la mesa y veo sentados a mi papá, Pedri, Gavi y Ansu.

—Que buen despertar —se ríe Pedri.

—Me asustaste. —Exageró llevándome una mano al pecho.

—Pues tú que vas tan dormida que no nos ves. —mi papá me hace burla.

—¡Acá está! —Mi hermano pequeño llega con una camiseta del barça que ponía el nombre y número de Gavi.

El jugador sonríe y se la firma.

—¡Gracias! —Dan pega pequeños saltitos. —¡Mira Val! —Me la enseña.

—¡Que bueno! —Le digo dejando un beso en su cabeza.

—¡Ya tengo la de todos firmadas! —Anuncia sentándose a comer su desayuno.

—¿Ah si? —Le pregunto sentándome junto a él.

—Sip, hasta tengo una de Messi.

—¿En serio? —Pregunta Gavi con ilusión.

—¡Si! Luego te la muestro. —Sonríe Dan.

—¿Vos cómo estás? —Le pregunto a Ansu ya que anoche no parecía bien.

—Mejor. —Se ríe.

—¿Que paso? —Pregunta mi papá.

Todos nos quedamos callados sin saber que decile. Claramente no podíamos decir que habíamos bebido más de la cuenta, sería nuestro fin. El silencio reino en mi casa por unos cientos minutos hasta que Pedri no aguanta más y se comienza a reír.

—Es que le sentó mal la comida y vomito. —Miente Gavi.

—Si eso. —Ansu estaba muy nervioso.

—¿No tomaron verdad? —Mi papá señala en modo de advertencia.

—Nada de nada. —Mienten los tres.

—¿Y tu? —Me mira.

—Y... yo estoy bien, si. Pero tengo mucho calor así que me voy a poner el bikini para ir a la pileta. —Me hago la tonta y aprovecho para correr hacia mi habitación.

—¿Puedo entrar contigo? —Pregunta Asia cuando ve que estoy por ponerme la malla.

—Claro linda. Cámbiate y ahora voy a tu habitación.

Me hace caso y a los pocos minutos la voy a buscar y bajo con ella en brazos.

—Jamás vi a nadie que se lleve tan bien con sus superiores como ustedes. —Digo riéndome al ver a los tres en la pileta.

—Somos los favoritos. —Suspira Gavi.

—Quiero mi inflable. —Anuncia mi hermana.

Agarra una colchoneta y la coloca para entrar y no mojarse. Yo entro después de ella.

—Estas muy seca. —Pedri me hunde empujándome de los hombros.

—¡Me vas a ahogar! —Lo salpicó.

Desafiando al destino Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz