Desafiando al destino

17. "¿Tenerife?"

—Sabía que lo lograrías. —Enzo me abraza y yo rio, feliz.

Por fin había podido volver a ser yo misma. Por fin podía volver patinar sin caerme a los dos segundos.

En cuatro meses sería la gran competencia... ¿estaba nerviosa? Se me queda corta la palabra. No podía dejar de pensar que luego del verano estaríamos compitiendo  en el mundial de patinaje representando a la nueva academia del Barcelona.

Después de este entreno quedamos con los chicos, Sira, Carola y Sofi para ir de fiesta. Aunque primero vendrían a mi casa a pasar el rato en la piscina.

—Ha llegado uno ya. —Dice mi hermana, Asia.

Le sonrió y voy hacia la puerta para abrir.

—Ya me derretía. —Entra Gavi quejándose.

—Ni un minuto tarde. —Revoleo los ojos.

Pedro entra minutos después y los dos se van directo al patio trasero.

Llegaron todos los chicos y Sofía, solo faltaban las otras dos chicas. Mi papá se encontraba hablando con todos los jugadores que estaban en la pileta.

—Val. —Me llama Ansu.

—¿Mhm? —Los miro desde la tumbona.

—¿es cierto esto? —Dice y me pasa el móvil para que lea un artículo.

Me pingo nerviosa apenas leo el primer párrafo
"La nueva academia de patinaje sobre hielo del Barça participará por primera vez desde que abrió sus puertas en la gran competencia mundial de patín representando a España, ¿podrán ganarle a Inglaterra, el campeón en los últimos años?"

—Si... —Digo casi susurrando.

—¿Y tu... —Mi padre tiene cierto brillo de esperanza en sus ojos.

—No. —Miento. —No participo yo, son una chica y un chico dos años  más grandes que nosotros. —Vuelvo a mentir.

—Oh... Bueno, quizá la próxima, Val. —Me sonríe Ferran.

—Claro, además yo apenas estoy comenzando otra vez. —Explico.

Mi papá hizo una cara de desilusión pero enseguida volvió a hablar con los demás. Suspire todavía intranquila, aunque la mayoría se lo habían creído, Gavi y Pedri no paran de mirarme con los ojos entrecerrados. No me creían.

Entre a la casa casi corriendo cuando escuché el timbre.

—¡Perdón! —Dice Sira apenas abro.

—No se preocupen, lo mejor para lo último. —Digo mientras las saludo.

Ambas se ríen y van hasta donde están los demás, yo me ofrezco para hacer unos licuados y todos dicen que si.

Primero hago de Durazno y Naranja, al principio suena una mala combinación pero cuando lo probé en Argentina fue lo más rico del verano. Corto las frutas mientras canto Taylor Swift de fondo.

—¿alguien te ha dicho lo mal que mientes? —Me asustó cuando escucho la voz de Gavi detrás mío.

—primero, avisa que venis para no asustarme, segundo no se de que hablas. —Me cruzo de brazos.

—Si vas a participar de esa competencia. —Afirma.

—Mentira tuya esa. —Me doy vuelta para seguir haciendo los licuados.