36. "Teo"

149 7 0
                                    

Narra Valentina.

—¿Y tú qué opinas sobre los besos en las terceras citas? —Pregunta Pablo cuando aparca delante de mi casa.

Lo miro divertida porque ya nos hemos dado bastantes. Pero aún así le sigo la broma.

—No sé... creo que primero deberías pedirle permiso a mi papá. Dice que todavía estoy muy chica para eso. —Me encojo de hombros.

—Pues bajemos que se lo pido. —Se ríe.

—Buenas noches, nos vemos mañana. —Sonrío y dejo un beso rápido en sus labios.

—Pero dame uno bien —Se queja agarrando mi brazo y dándome el beso de mi vida que me deja un poco descolocada.

—Buenas noches preciosa.

Me río bajito y entro a casa sin hacer mucho ruido.

—¿De dónde vienes?

Salte del susto al escuchar la voz de papá en la cocina.

—¿Queres matarme vos? —Pregunto enojada.

—Pues en este momento quizá si, ¿qué haces llegando a estas horas? —Se acerca a mi.

—Si ya sabes lo que hacía —Volteo los ojos divertida.

Así es, a los tarados de Pedri y Ferran se les dio por molestar a Gavi cuando los fue a visitar al entreno y mi papá los escuchó. Así que se enteró que nos estamos viendo y bueno... otras cosas también.

—Mira, menos mal que cuando vuelva no estaré yo porque le hubiera dado una hora más de físico en todos los entremos.

—Pero que exagerado. —Me río.

Lo bueno es que Pedri ya aceptó que saliéramos. Aunque al principio lo miraba mal a su amigo, empezó a confiar en ambos y a decir verdad, estoy de lo más feliz.

—Sabes que te quiero, ahora ve a dormir antes que me arrepienta. —Suspira y deja un beso en mi cabeza.

—Te quiero más. —Digo para después subir a mi habitación.

•••••••••••••••••••••••

—¿que dices? ¿Vienes? —Pregunta Pablo emocionado.

—Claro. —Accedo. —¿cuando?

—En media hora. —Se ríe bajito.

—Te mato. —Corte la llamada al instante para salir a prepararme.

Me bañé y vestí un poco mejor que normalmente pero no llegaba a lo elegante, iría a comer a la casa de Pablo con sus papás, cuñado y  hermana. Veríamos el partido de champions. 

Pasé a comprar helado para llevar algo de postre, hubiese cocinado algo pero por cierto irresponsable que me avisó tarde no pude.

Toque el timbre y me abrió su hermana quien me recibió con un gran abrazo.

—Hace mucho no nos veíamos. —Me dice.

—Es verdad, no nos conocimos tampoco en el mejor momento. —Intenté bromear.

Después de eso pase y saludé a los que ya estaban.

—¿Estás cocinando? ¿Te ayudo? —Entre a la cocina encontrándome con Belen.

—No cielo, está bien.

Desafiando al destino Where stories live. Discover now