29. "Welcome to the World Cup"

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Narra Valentina.

¿Cómo pasó esto?

No lo sé.

Ahora mismo estoy en un avión con mis familiares y mis amigos yendo hacia Madrid.

Mañana comenzaría el mundial de patinaje sobre hielo.

¿Nerviosa?

No se lo imaginan.

—¿en qué piensas Val? —Pedri me saca de mis pensamientos.

—En nada. —Sonrío.

—¿estás nerviosa? —Me pregunta.

Claro que él todavía no sabía cuán grande era la competencia. Mis amigos creían que sólo era una competencia sin importancia.

Esto era fácil, cada etapa que pasen los grupos, era una coreografía distinta. O sea que eran 5 coreos. Las cuales, claramente, ya teníamos listas. Aunque si pasábamos las puliríamos más a medida que pasase el tiempo ya que había tiempo entre etapa y etapa.

Me encuentro con Enzo en la puerta del hotel y le doy un abrazo. Más que nada porque estoy tan nerviosa que por poco me saco las uñas que me había hecho especialmente para esto.

—Saldrá bien. —Dice dándome un beso en la cabeza.

—Tengo ganas de llorar de los nervios. —Susurro para que mis amigos no me escuchen y rio al mismo tiempo.

Se ríe igual que yo y me abraza nuevamente.

—¿Nos vemos en una hora aquí? —Pregunta cuando su familia llega.

—Si, descansa, por favor. —Me despido de él y con mis amigos y familiares buscamos la llave de nuestros cuartos.

—¿Segura que no sientes nada por él? —Me sorprende la voz de Gavi detrás de mi cuento estoy por entrar a mi habitación.

—Es mi compañero. —Sigo dándome la vuelta para estar cara a cara.

—Pedri también es mi compañero, y nuestra relación no es como la de vosotros dos.

—No es lo mismo. —Volteo los ojos divertida por su ejemplo.

—¿puedo pasar? —Señala la puerta que acababa de abrir y yo asiento.

Entramos a la que sería mi habitación y la observamos un poco.

—Venga, a dormir que tienes que competir. —Dice golpeando la cama a su lado para que me acueste junto a él.

—No tengo sueño, estoy que trepo las paredes. —Digo suspirando sentándome en donde me indicó.

—¿Y qué quieres hacer? Debes dormir aunque sea un rato.

Que qué quiero hacer...

Me acerco a él lentamente y me mira detenidamente a los ojos sin entender.

Lo beso durante unos segundos suavemente y me separo.

—Me preguntaste que quería hacer. —Me encogí de hombros.

Suelta una risa y me atrae hasta él con su mano en mi nuca para volver a unir nuestros labios.

Sin separar nuestros labios me subo encima a horcajadas.

Él intensifica el beso pero enseguida lo detengo.

—Para, para... —digo separándome.

Desafiando al destino Where stories live. Discover now