Desafiando al destino

19. "6 meses"

Narra Valentina.

—¿No ves a Pedro y a Sofía muy juntos últimamente? —le pregunté a Gavi.

Él solo se encogió de hombros y siguió leyendo algo en su móvil.
No sé que le pasa, cuando estamos solos me pide que le haga masajes o me cuenta cosas de su vida, se interesa por mi familia o mi historia pero cuando los demás estaban enfrente me ignoraba. Estaba empezando a hartarme de ese comportamiento.

—Yo coincido contigo. —Dice Ansu al darse cuenta de que su amigo lo paso por alto. —Pero bueno ¿a ti te molestaría si pasa algo entre ellos? —Se interesó.

—Sería raro, además, si tus mejores amigos llegan a estar en una relación y luego se pelean quedarías tú en el medio escuchando como se insultan mutuamente y no te gustaría eso porque ambos son tus amigos. A menos que terminen bien o uno de los dos haya hecho algo muy malo, ahí sería diferente. —Explico.

—Pienso lo mismo, pero bueno, tampoco es que van a estar juntos. Quizá solo se agradaron mutuamente. —Ansu se encoge de hombros.

—Si, además, uno no elige de quién se enamora, así que tampoco me enojaría si pasará nada. —Sonrió.

—¿vamos a merendar? —Pedri llega a nosotros sonriendo.

—¡Si! —Digo emocionada y subo a nuestra habitación para cambiarme.

—¿necesitas ayuda con eso? —La voz de Gavi me sorprende detrás mío.

Me encojo de hombros y él me ata la parte posterior del bikini delicadamente.
Apenas termina me alejo de él como si su mano me quemase.

Me mira con el celo fruncido esperando una respuesta.

—¿Por qué me ignoras cuando estamos con ellos? —Murmure.

—Yo no te ignoro. —suspira.

Sabía que la conversación terminaría en todo menos en una disculpa por su parte así que me mordí el labio para no decir nada.

Cuando pasé por su lado para salir de la habitación me agarra de la muñeca y me deja frente a él.

—No te ignoro. —Repite.

—Okey. —Miro para otro lado.

—Valentina, te lo digo de verdad. Solo que... no sé, nos miraban raro y no quiero que piensen que pasa algo entre nosotros.

No me tendría que haber molestado que diga eso, pero sin duda lo hizo.
Aunque no podía demostrarlo así que no respondí nada, tampoco iba a hacer como si no me hubiese dolido.

Me solté de su agarre y salí de ahí.
Sira salía justo al mismo tiempo de su habitación y me vio, frunció el ceño al verme así pero enseguida entendió de quién se trataba así que me agarró y entramos a su dormitorio.

—Bueno, se ve que para él el beso no fue nada. —Me cruzo de brazos y suspiro.

—Val... —Intenta decir.

—No, era obvio, solo estaba triste ese día porque su ex es la nueva novia de uno de sus mejores amigos y lo hizo sin pensarlo. Sabía que era así desde un principio. —Digo restándole importancia.