⩩🕷️| 𝙏𝙖𝙧𝙖𝙣𝙩𝙪𝙡𝙖 {𝐇𝐎𝐁𝐈𝐄 𝐁𝐑𝐎𝐖𝐍}

⩩ 7. 𝙊𝙨𝙘𝙪𝙧𝙞𝙙𝙖𝙙

"No quiero dejar este lugar si no estás conmigo."

Intento apartar a Hobie de el cuerpo sangrante de McLean. Parece estar cooperando, da pasos hacia atrás y se atreve a sonreír con orgullo, viendo como la nariz de este sangra con intensidad. Veo a las recepcionistas en pánico, gritando de lado a lado y propiciándole insultos al moreno. Mi cabeza que aún bombea por la ligera resaca hace que reaccione de inmediato tras este caos a mi alrededor.

—¡Callense, por favor! — He gritado en seco, haciendo eco por toda la recepción. Las mujeres se han quedado pasmadas y algunas han bajado la cabeza, llenas de vergüenza. — Por favor, no dejan respirar a el pobre tipo, sepárense. ¡Tú! — He señalado a una de las mujeres mayores. — Vas a cerrar la puerta de la recepción. Nadie va a salir. Avisa a los departamentos que no podrán salir a buscar comida. ¡Y ustedes! — He señalado al grupo de mujeres más jóvenes, entre unas tres o cuatro. — Van a llamar a los doctores y van a llevar a el señor McLean a un sitio ventilado. No las quiero encima del pobre hasta que nos digan que la patada no le ha roto nada.

Las mujeres se han esparcido cada una por su lado; unas recogían los colchones de las sillas de recepción y un par buscaban en un pequeño folleto el número directo con el doctor asignado a nuestra compañía. He suspirado de forma baja pero pesada. He dado un giro de 180 grados y he visto a Hobie, quien se lamía el dedo pulgar para abrillantar la punta de su bota. Me he dirigido hacia él y detrás mío estaba la señora mayor, asustada del moreno. He agarrado su chaleco de mezclilla claro y he tirado de él con fuerza para que quedase a mi altura. Nuestros rostros están a pocos centímetros de distancia y no puedo parar de mirarle con rabia; aunque el parece estar disfrutándolo.

— Te mataré yo misma si me quedo sin trabajo por tu puta culpa. ¿Entendiste? — Le he susurrado, a lo que Hobie, totalmente ajeno a la situación, me sonríe de forma burlesca.

— Creo que te estás equivocando de persona con la que enojarte, Tarántula. — me ha devuelto el susurro y ha llevado sus manos a mi cintura, dándome la vuelta despacio.

He podido ver de forma clara como mi jefe, Chris McLean, quien ha sido mi superior por los pasados tres años de mi vida y anoche mismo me ha agredido, siendo levantado por una de las mujeres. Trae la nariz ensangrentada y camina algo cojo, quejándose entre pasos. Su rostro se está hinchando frente a nosotros y por donde pasa, deja un rastro de sangre. Realmente quisiera sentir satisfacción. Quisiera poder burlarme de este suceso y poder escupirle en la cara a este tipo. Pero realmente siento lástima. Verle así me causa un nivel de discomfort que no puedo explicar. Volteo de nuevo a ver a Hobie y ya se ha reincorporado. Le doy un suave golpe en el pecho y digo de forma más alta.

— Te juro que te mataré si me quedo sin trabajo por tu jueguito. — he respirado hondo y me he ido de su lado,  sin darle tiempo a que me pueda responder.

He dado un par de pasos y he ido con Chris. Está respirando por la boca, limpiándose chorros de sangre que caen por su arco de cupido. Una de las señoras me ha dado un trapo de tela vieja y lo he ayudado a limpiarse. Escucho el chismorreo entre las mujeres detrás de mí, pero solo me digno en enfocarme en el señor.

— ¿McLean? ¿Se encuentra usted bien? Como lo siento. — Le susurro mientras deslizo el trapo de forma suave y gentil por el rastro de sangre. — ¿Me puede decir su número de oficina? Necesitamos corroborar si tiene alguna desorientación.

— Es... 784— ha tomado una bocanada de aire y ha entreabierto los ojos — 2433

— Muy bien. Manténgase conmigo, ¿está bien? — le he respondido y me he levantado, hablando con el par de mujeres — Muchachas, Chris McLean es consciente, no ha tenido ninguna anomalía... fuera de los daños físicos.