⩩🕷️| 𝙏𝙖𝙧𝙖𝙣𝙩𝙪𝙡𝙖 {𝐇𝐎𝐁𝐈𝐄 𝐁𝐑𝐎𝐖𝐍}

⩩ 8. 𝙈𝙪𝙡𝙩𝙞 𝙑𝙞𝙧𝙖𝙡

"El estado nos teme."

Me he despertado como de costumbre a las cinco de la mañana. Mis músculos están tensos y siento un peso sobre mi pecho y abdomen; es Hobie. Se ha quedado dormido sobre mí en el sofá y me sostiene con fuerza. Me apreta contra él como si no quisiera soltarme, dando unos muy bajos ronquidos y exhalando el aire contra mi abdomen. Poso una de mis manos en su rostro y lo acaricio como puedo por un par de segundos, tras eso, veo como sus ojos se abren despacio. Levanta su rostro para verme y sus cejas han vuelto a arquearse despacio como siempre. Ya me es normal ver que su rostro neutro es más uno enojado. Se ha levantado despacio de encima mío, rascándose la cabeza.

—¿Qué hora es?— me ha preguntado en voz baja

—Las cinco... ¿Dormiste bien? — Le pregunté de vuelta mientras me reincorporo en el sofá

— Algo... ¿Vas a trabajar?

— Realmente no lo sé. — Me he peinado despacio y he visto la mesita, donde estaba el plato de comida totalmente vacío y un par de latas de refresco. — Supongo que tendré que ver mi correo.

Me he levantado del sofá, tomando el plato en mi mano y poniendo encima de este las latas. Hobie me ha mirado mientras me he alejado de él para ir a la cocina y tirar todo. Mientras lavo el plato y el tenedor,  siento unas manos pasar desde mi espalda hasta mi abdomen, halándose fuera del trastero. Sus manos son frías y sus movimientos son lentos. Su mano derecha toma el plato y su mano izquierda me quita el trapo que uso para limpiar los platos. Hasta recién ahora me doy cuenta: Hobie es zurdo. Ha empezado a lavar el plato, asegurándose de que esté limpio y libre de pedazos de tocino. Nos hemos mirado un par de segundos.

— No me digas que en tu casa los hombres no limpiaban platos. — Ha dicho por fin el moreno.

— No es eso, no seas confianzudo para hablar de mi familia. — Le he respondido mientras le daba un golpe suave

— ¿Entonces?

— Pues que no tienes que hacerlo. Después de todo yo te invité.... — Me he encogido de hombros, mirando el cómo secaba sus manos con una servilleta en cuanto ha terminado de limpiar.

— No seas tonta, Tarántula. Ser invitado no me hace ser un inútil o algo así. — Ha fruncido las cejas y ha tirado la servilleta en el bote de basura. Se ha acercado a mí despacio, me ha visto por un par de segundos y ha soltado una risa débil— Cuando te despiertas te ves más chistosa que de costumbre.

— A veces me caes mal. — Le he dicho tras soltar un bufido leve. — ¿Quieres que te haga un café, Hobart? — Le he dicho mientras abría uno de los gabinetes para sacar dos tazas

— No es necesario, los haré yo. — Me ha apartado despacio, dando él un paso hacia al frente mientras yo daba uno hacia atrás y sucesivamente. — Tú ve a revisar si no te has quedado sin empleo. ¿Te parece?

Incluso si me negase creo que no me haría caso.

He ido hasta la entrada, donde estaba mi bolso del trabajo y he agarrado mi computadora. Me he dirigido a la sala y la he encendido, poniendo uno de los cojines sobre mis muslos y la computadora encima para que fuese más cómodo sostenerla. Mientras iniciaba sesión y ponía la contraseña, he visto como el moreno ponía sobre la mesita frente a mi la taza de café humeante. He alzado la vista de la pantalla y le he visto por un par de segundos, en su otra mano, traía su propia taza.