⩩🕷️| 𝙏𝙖𝙧𝙖𝙣𝙩𝙪𝙡𝙖 {𝐇𝐎𝐁𝐈𝐄 𝐁𝐑𝐎𝐖𝐍}

𝙀𝙭𝙩𝙧𝙖 2: 𝘼𝙦𝙪𝙚𝙡 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙚 𝙛𝙪𝙚

... "En otra vida" ...

Dun-dun... Dun-dun

Siento algo frío.. escurridizo.

Se desliza por mi abdomen, por encima de mi camiseta alzada por moverme tanto en la cama. Su tacto me hace cosquillas y se arrastra por entremedio de mis senos, haciéndome sentir un escalofrío que hace que abra los ojos. Sonrío al darme cuenta de qué se trata; o mejor dicho, de quien se trata.

— Buenos días, Escorpio.. — Le susurro al reptil con una sonrisa suave. Deslizo mis dedos a la altura del reptil naranja y este trepa despacio. — ¿Cómo dormiste, preciosa?

Una sonrisa suave llena de ternura se traza en mis labios al ver como el reptil se envuelve en mis dedos despacio. Me reincorporo en la cama, sentándome en esta y mi almohada me sirve como reposo para la espalda. Miro con detenimiento la serpiente, aunque sea solo una débil excusa para pensar en todo lo sucedido hasta ahora. He dado un pequeño suspiro, levantándome de la cama despacio para poder ir hasta el terrario de aquel pequeño animal, riendo despacio.

— ¿Tu papá quería levantarme, linda? — Le pregunto mientras observo cómo va desligándose de mi mano para enrollarse sobre uno de los troncos. He dado una débil calada y puedo sentir un aroma que reconozco muy bien.

Café recién colado y tabaco.

He sonreído ante la familiaridad de aquel aroma y tras asegurarme de que la pequeña está acomodada. He girado el pomo de la puerta de la habitación. El acabado rústico de la casa y la pintura beige me parece que va acorde al tipo de persona que es. He seguido el rastro que deja el aroma y mi estómago siente débiles mariposas que revolotean; la tranquilidad que me llena al ver como se mece en su asiento en el balcón con calma. Con una mano en su cigarro y la otra posicionando la taza de café recién preparado en una pequeña mesita que tenía a su lado. Me he podido escurrir detrás de él sin hacer mucho ruido y cubro sus ojos con mis dos manos, haciendo que el movimiento que hace su silla se detenga en seco.

— ¿Quién es?— Pregunto en un tono dulce. Veo como se asoma una sonrisa en sus labios y me lleno de tranquilidad.

— Buenos días, flor.. — Me dice en su voz calmada. — No quiero que se te pegue el olor a cigarro, mi amor.. espérame en la cocina y te doy tu beso.

— ¿Por qué tengo que esperar? — Le pregunto mientras su mano grande y áspera separa de su rostro la mía

— Porque quiero besarte bien, ____. — Me responde en un tono más juguetón.

He obedecido al final, yendo hasta la cocina para servirme una taza de café negro. Paseo por la cocina con algo de torpeza, debido a que aún no sé moverme por el lugar. Voy al refrigerador para sacar un pequeño pedazo de pan dulce que estaba envuelto en una servilleta a medio comer. He reído un poco al ver lo mal envuelto que estaba y mi risa solo detiene al sentir un suave abrazo desde la espalda.

Tan cálido...

Me he girado despacio y me encuentro con sus ojos, llenos de ternura al verme como alzo la cabeza para poder verle. Paseo mis ojos por su rostro,  en sus cejas gruesas, su nariz en gancho, sus labios carnosos y rojos y como se decoran con dos aretes plateados. Llevo una de mis manos a su rostro y me pongo de puntillas,  este se agachó y plantó un muy gentil beso en mis labios. Escucho un débil ronroneo provenir de su garganta y agarra mi mano para entrelazar sus dedos con los míos. Nos hemos separado con suavidad y puedo verle sonreír con ampliedad.