⩩🕷️| 𝙏𝙖𝙧𝙖𝙣𝙩𝙪𝙡𝙖 {𝐇𝐎𝐁𝐈𝐄 𝐁𝐑𝐎𝐖𝐍}

⩩ 22. 𝘿𝙚𝙧𝙧𝙪𝙢𝙗𝙚

"Pero me desmorono
Cuando te veo llorar"

• Pasta de dientes
• Jabón de lavar platos
• Jugo de arándano
• Pan
• Galletas sin sabor
• Sopas instantáneas de camarón

Miro todo lo que traigo en la canasta en silencio, corroborando que todo esté tachado. He tomado de las neveras un café frío y he ido hasta la caja registradora. Se hace una pequeña charla entre el chico que me atiende y yo, no es la primera vez que nos vemos en este mismo sitio.

— ¿Esto sería todo, señorita? — Me pregunta en un tono de voz alegre, aunque su rostro sólo denota cierta preocupación.

— Sí, eso es todo, gracias. — Le respondo con una sonrisa débil, tomando mi celular.

[Tú, 4:55 pm]
     "Estoy pagando, iré a tu casa en un par de minutos, sí?"

Visto

Suspiro de cansancio, sacando de mi mochila mi pequeña cartera y le he pagado al chico, quien me ha dado lo que he comprado en una bolsa de plástico. He salido del minimercado, mirando el celular con algo de preocupación. Suspiro con algo de tristeza en mi semblante al ver que el moreno no responde y solo empiezo a caminar en dirección a su casa. He estado quedándome en esta desde que sucedió lo del Duende Verde; o sea, hace ya tres días. Hoy se hará el último día de su velorio y he convencido a Hobie de que lo mejor sería que fuésemos a despedirnos de él. No obstante, ha sido un camino arduo de recorrer. El tema ha salido en todos los medios de comunicación, haciendo que el proceso de sanación sea sumamente doloroso para el moreno. Ha dejado de comer gran mayoría de cosas y he optado por dejarle comer frutas secas y tomar jugos hasta que recobre sus energías. Ha surtido efecto, ha estado comiendo desde ayer. Sin embargo, no puedo evitar entristecerme de verle así, se niega a hablarme del tema, solo hablamos para lo necesario o por si el otro, mayoritariamente él, necesita algo.

Subo las escaleras, tocando la puerta despacio y tras un par de segundos que se hacen eternos, el moreno abre la puerta desde adentro. Al dejarme pasar, voy directamente a la cocina, no nos dirigimos la palabra. Me ha seguido en un paso lento por lo que al terminar de acomodar las cosas que van en la cocina, alzo la mirada para verle. Sus ojos están clavados en mí; no está triste, no se ha permitido estarlo. Sus ojos están totalmente abatidos por la situación, sin embargo, su semblante es de eterno enojo y seriedad. Una firmeza casi que inquebrantable que solo se rompe en la noche, cuando le escucho sollozar despacio en el lavamanos. Me he acercado a él junto al tubo de pasta dental que llevaré al baño. Poso una de mis manos en su rostro con suavidad, deslizando mi dedo por su pronunciado pómulo y parte de su mejilla.

— Hobie..

— ____— Ha dicho de inmediato, con un tono seco.

Me duele verle así. Hobie, el tipo molesto y bromista, solo tiene un semblante que parece asesinar a quien tenga en frente.

— Te pedí que fueses sincero con tus emociones.. con lo que sientes.. — Le he susurrado en un tono suave. — No quiero que vuelvas a cohibirte, ni conmigo ni con nadie.. Y necesito que hables.

Su rostro se ha suavizado por un momento. Ha tomado mi mano entre las suyas y la ha besado despacio. Escucho un débil sollozo y jadeo de su parte, como si su respiración se cortase. Sin embargo, ha soltado mi mano tras un rato, asintiéndome.