CAPÍTULO VEINTICUATRO: ENCANTADO DE CONOCERTE

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JungKook recordaba bien cómo había comenzado aquella dichosa pelea con su padre, aquella que había acabado con la vida de su pobre y joven cámara. ¿Cómo no hacerlo? Después de todo ese momento se encuentra grabado en su mente como una especie de tatuaje. La experiencia sobresalía entre todos los demás escenarios desagradables que había vivido con su padre y realmente tenía unos cuantos más que podrían rellenar una piscina olímpica si encontrara la forma de convertir sus recuerdos en agua.

Fue un jueves en la tarde, había acabado su curso de fotografía hacía meses y quería comenzar uno de pastelería, quizás de bartender, pero esa semana había estado totalmente desocupado, así que se pasó el día haciendo nada más que jugar un poco con su cámara, tomando un par fotos dentro de su cuarto, probando filtros y las configuraciones que le habían enseñado.

Su padre entró a su habitación en un momento dado, JungKook estaba sentado sobre su cama cuando lo hizo.

—Tenemos que hablar —así comenzó.

El tema fue sobre su futura carrera. Claro. JungKook había evitado hablar de ello como todo un experto, se había refugiado en sus cursos porque no quería pensar en lo que iba a ser de su vida, en qué iba invertir cuatro, cinco o seis años de su existencia, quizás más. La idea le generaba una ansiedad que calaba sus huesos como el frío del invierno, pero el no tener una respuesta alteraba a su padre y esa tarde había sido su punto de quiebre.

En algún momento sus respuestas se volvieron más bruscas, más defensivas. No fue su intención, él no quiso sonar grosero, el tema sólo le generaba mucho estrés, pero su padre no entendió eso ni siquiera cuando trató de explicárselo. JungKook necesitó de alguien que lo guiara mejor, que lo entendiera mejor, en cambio, recibió un regaño enorme, recibió gritos y reclamos que no debió haber recibido.

Se disculpó, realmente lo hizo, aún más cuando su padre le arrebató la cámara de las manos y la lanzó contra una de las paredes de la habitación.

El delicado aparató no soportó el golpe, en absoluto. JungKook, lleno de pánico, se apresuró en recogerla del suelo, pero su padre lo empujó contra la cama, lo miró rabioso y lo señaló con su dedo.

—¡Vas a comportarte como un alfa de una vez por todas y vas a comenzar a pensar qué mierda hacer con tu vida, porque no puedes ser un inútil para siempre! —le gritó, furioso. El joven alfa comenzó a sollozar, asustado, pero terminó asintiendo aun así—. ¡Y no te quiero ver llorando como un maricón, Jeon JungKook! ¡Los alfas no lloran! ¡¿Me oíste?!

Asintió rápido, tragándose los hipidos que querían salir de su garganta.

Su padre salió del cuarto con un portazo y JungKook siguió tratando de contener sus lágrimas mientras recogía los pedazos rotos de su cámara, con el desesperado deseo de que esta hubiera aguantado el golpe y siguiera funcionando, pero la pantalla estaba rota y no encendía.

Luego de un momento escuchó la puerta abrirse una vez más, pero esta vez fue su madre. Ella se arrodilló a su lado y lo abrazó, consolándolo como a un niño, y cuando él estuvo a punto de decirle lo mucho que le dolió lo que había sucedido, ella simplemente dijo quizás la peor secuencia de palabras posibles:

—Tu padre tiene razón, ya no puedes estar perdiendo el tiempo así. No era la mejor manera, pero esto no te iba a llevar a ningún lado, lo sabes, ¿verdad?

JungKook sólo se congeló en su lugar, incluso sus lágrimas dejaron de caer. No sintió nada más luego de eso, no fue capaz de decir otra palabra.

—No llores, Kookie. Tienes que ser un alfa fuerte —le dijo ella al final.

Había peores recuerdos, pero por la frescura de este JungKook lo sentía mucho más doloroso contra su pecho.

Jamás logró encontrar consuelo en sus padres, jamás pudo explicarles lo que las fotos podían llegar a ser para él, lo mucho que le había dolido perder algo tan importante como lo fue esa cámara.

Un poco común triángulo amoroso ♡ vhopekook ❀ omegaverseWhere stories live. Discover now