Un poco común triángulo amoroso ♡ vhopekook ❀ omegaverse

CAPÍTULO VEINTISÉIS: LA INJUSTICIA DE ESCOGER

JungKook lanzó al aire un gemido tembloroso tan alto que por un segundo se asustó con la idea de haber sido escuchado por alguien más. Sus manos apretaban las sábanas con fuerza, aferrándose a ellas como la única conexión a tierra que tenía en ese momento y a pesar de lo rápido que parpadeaba para espantar las lágrimas de sus ojos, él no era capaz de enfocar más allá del rostro de TaeHyung, quien yacía sobre él, empujando con fuerza entre jadeos y gruñidos bajos, mirándolo fijamente con su rubio cabello desordenado pegándose a su frente sudorosa.

—¡Ah! ¡Ah-! ¡Mierda! —Jeon se quejó con un quejido agudo.

TaeHyung frotaba desesperadamente su pene contra el de JungKook, apretando uno contra el otro dentro de su gran mano cerrada para aumentar la dolorosa fricción que los tenía en el borde a los dos.

—Lo estás haciendo muy bien, cachorro —halagó HoSeok a su lado, tomando su rostro para girarlo y besar suavemente su boca.

JungKook lloriqueó entre sus labios, jadeando sin parar. Había llegado al punto en donde la sobreestimulación se sentía dolorosa, pero no quería parar porque quería alcanzar su tercer orgasmo de la noche. No entendía cómo TaeHyung no se cansaba si él mismo no podía más con su cuerpo. Además de la lógica del celo y su insaciable necesidad de procrear, el alfa de TaeHyung debía ser un lobo lo suficientemente resistente como para poder aguantar al menos dos rondas con sus dos destinados y eso debía ser algo para admirar, una especie de récord al menos.

De repente, el tan conocido cosquilleo sacudió el estómago de JungKook y lo hizo temblar de anticipación, pero se sentía abrumador, tanto que no estaba seguro de poder soportarlo.

—Mierda, espe... ¡espera...! —colocó sus manos en el pecho de TaeHyung. Él se detuvo, mirándolo fijo en espera de su aprobación para continuar, respirando como un toro, sonrojado y con sus ojos brillando en plateado—. Espera... —dejó caer su cabeza contra la almohada—. Joder..

Por esos segundos, JungKook se preguntó entre lágrimas cómo es que HoSeok había lidiado solo con TaeHyung todo esos años.

JungKook estaba cerca de su orgasmo, pero ya había tenido dos de esos y no estaba seguro de poder dar más de lo que ya dio. Un tercero se encontraba lejos de llegar, pero TaeHyung parecía demasiado entusiasmado por seguir y encontrarlo.

—¿No te cansas? —le preguntó sin aliento.

El alfa bufó y comenzó a moverse otra vez.

JungKook gimió adolorido y se retorció sobre el colchón, el remolino de tensión comenzó a formarse de nuevo en la parte baja de su estómago y él lo reconoció entre gemidos, sus piernas temblando a los lados de TaeHyung mientras las lágrimas a consecuencia de la sensación punzante que le provocaba escalofríos bajaban por su dorso. HoSeok yacía recostado a su lado en la cama, mirando el escenario con ojos somnolientos y mejillas sonrojadas, disfrutando del espectáculo con una sonrisa pequeña. Había sido anudado dos veces, la tarde se había transformado en noche y él sabía que TaeHyung también estaba llegando a su límite.

Entonces, el rubio jadeó y gruñó por lo bajo con los ojos cerrados mientras apresuraba el movimiento de su mano. JungKook gritó, sus manos yendo directamente a tomar la muñeca de TaeHyung en un intento de hacer que baje la velocidad, pero no hizo amago de detenerlo, ya se encontraba mirando el techo con los ojos en blanco, sintiendo el típico cosquilleo del orgasmo expandirse por su cuerpo hasta que finalmente sucedió.

El semen era escaso, prácticamente transparente, ni siquiera alcanzó a saltar hasta su vientre, sólo se deslizó por la punta de su pene una única gota.

TaeHyung, como todo un alfa en celo, alzó a correrse un poco más, chorreando líquido hasta que este goteó sobre la piel de JungKook, quien sólo respiraba desordenado, esperando poder recuperar el aliento mientras sentía a su propio nudo desinflarse contra el de TaeHyung.