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TOM POV

Ahí estaba él, con su mismo estilo y tal como lo había visto incontrolables veces merodeando mis calles, eso me hizo enfurecer de inmediato. Al momento de voltearme y querer salir de mi habitación, me percaté que estaba la puerta con llave, por lo que, me limité a romperla de un codazo. Sentía cada vez más la ira apropiarse de mi, mis pies retumbaban los escalones de la escalera para ir a la planta baja y poder salir por la puerta.

Mi mirada se dirigió directamente hacia Bill, seguía siendo delgado y estaba más alto, sentía que iba a sensibilizarme. Escupí a su lado y lo agarré con ambas manos, apretando su camisa con fuerza, mientras lo dirigía a la muralla que estaba al lado de mi casa.

– ¿Qué mierda haces acá, pedazo de mierda? ¿No que estabas muerto? – Ni siquiera pude esperar a que él dijera algo, porque mi puño, el cual se encontraba herido, fue plasmado en su rostro.

Prometiste que jamás me harías daño, Tom. ¿Por qué me lastimas?”  Mi mente estaba jugando contra mi persona y yo me hallaba encima de él porque lo había tirado al piso, y ahora estaba agarrando su mandíbula con fuerza a punto de estrellar nuevamente mi puño en su rostro, en su estúpidamente hermoso rostro. Sin embargo, aunque su labio ya se encontraba roto, él empezaba a reír y eso me generaba rabia, una incontrolable.

Él me había empujado a un costado y empezó a golpearme, sus golpes eran débiles y eso generaba que únicamente protegiera mi rostro. Esperé a que se cansara porque no me estaba generando ningun daño; Él seguía siendo frágil.

Al momento de sentir que había parado, me miró asombrado y con lágrimas en los ojos, era mi momento perfecto para agarrarlo del cuello con fuerza y montarme sobre él.

– ¡Quién te crees que eres para golpearme, fenómeno! Te vas y vuelves como si nada, inundando mis calles con tu maldita plaga. ¡Deberías estar retorciéndote en el cementerio, maldita mierda! – Vi como se estaba colocando morado, pero también vi como un piedra se plasmaba en mi cabeza nublándome la vista.

BILL POV

No sabía qué había hecho, la culpa empezó a invadirme y el miedo también empezó a acechar mi cuerpo. Sentí como Georg levantaba mi cuerpo a través de un agarre bajo mis brazos y levantaba a Tom, el cual se hallaba intentando agarrar consciencia. Mi cuerpo se hallaba paralizado y solamente sentí los brazos de Gustav sujetarme antes de que mis piernas se debilitaran, opté por vomitar, mi estómago me lo pedía. Nunca le había hecho daño a alguien y ahora le había hecho daño a Tom.

– Se lo merece, Bill... Quédate tranquilo. – Gustav murmuró y me llevó adentro de la casa y me sentó en el sofá. – ¿Qué harás con Tom, Georg?

– Lo voy a amarrar a la silla, porque si vuelve a ver a Bill, se va a volver demente nuevamente. – Dijo entre risas, colocándolo en la silla y buscando algo para amarrar sus manos y pies a esta.

Mis párpados temblaban al verlo intentando recomponerse, Gustav me había dado un vaso con agua y yo solamente me dignaba a sujetarlo con mis manos.

– Y bien, Bill. ¿Por qué mierda te encuentras acá? – Georg me preguntó mientras se apoyaba en la silla en la que estaba Tom.

– Yo... Mis amigos me dijeron que Tom los había golpeado como animales y casi mata a uno... Así que vine a eso, a enfrentarme a él. –  Intenté decir con cierta intimidación, pero los ojos de Tom me miraron fijamente y con una ira gigantesca, cosa que me producía cierto miedo. Georg se encontraba tapando la boca de él.

– No sé si sabes, pero Tom es dueño de todo ésto y como ves, él te odia un montón. Te fuiste y lo dejaste solo. – Mi seño se frunció, no podía creer que Tom nunca les había contado lo descarado que fue.

– ¡Él me dejó solo! Y casi mata a uno de los míos. ¡Qué me importa a mí si es dueño del puto Burger King! Yo solamente quiero que nos deje en paz. – Lo miré directamente, con rabia. Vi como Tom mordió a Georg, lo cual hizo que quitara su mano de su boca de forma inmediata.

– ¡Tú, maldito hijo de puta! Desaparece de mi vista o te voy a matar. – Una risa se hizo presente en mí, pero sabía que era por nervios. Tom se encontraba muy enojado, al igual que yo. Pero la única diferencia es que él no sentía miedo.

– No creo que puedas matarme estando así amarrado, cachorro. – Murmuré mientras me acercaba a él y le susurré en el oído. – Vuelves a acercarte a mí, o a mis mellizos y te juro que te partiré la cabeza con la misma piedra que te golpeé.

Le tiré el agua que traía en mi vaso y lo dejé apoyado entre sus piernas, dando así pasos firmes para poder irme de ahí, aún sabiendo que Gustav me seguía. Yo quería escapar. Tomar mi moto e irme de ahí sin volver a mirar al que le había declarado la guerra.

Sabía que no era capaz de causar eso, sabía que yo era incapaz de incluso pegarle a alguien. Me daba mucho miedo, tenía miedo ahora pero tuve que ocultarlo. Mientras Tom no sepa que estoy mintiendo, todo estará bien; Tom me dejará en paz.

– ¿Qué hiciste, Bill? Tom podría matarte.... Tom no viene con juegos, realmente lo dejaste mal. – Gustav posó una de sus manos en mi hombro, dándome la vuelta.

– Gustav, Tom ya me ha matado. No creo que sea capaz de matarme físicamente... – Intenté decir de forma firme, aún sabiendo que mis palabras sonaban entre cortadas y Gustav me miraba con más confusión que antes.

Pequeñas largimas querían salir y solamente opté por subirme a la moto. Sin embargo, sentí el peso de Gustav y lo miré confundido.

– Necesito tu puta explicación de todo, Bill. Vámonos. – Dijo colocándome el casco y asimismo, se colocó el que sobraba. Quizás, y solo quizás, podría tener a los chicos devuelta.

Manejé a toda velocidad hacia la casa de los mellizos, no quería que Gustav supiera mi verdadero paradero; Aún sentía que podía ponerme en riesgo. Solamente sabía que los mellizos ya lo conocían porque cuando lo vieron, lo abrazaron y le dieron una nalgada, llamándolo "Simón" cosa que no entendía del todo pero le habían tratado súper bien.

Ya era hora de contarle todo lo que había pasado, me sentía realmente ansioso y solamente me había dignado a beber la champagne que me había servido uno de mis amigos.

– Bien, Bill. Empieza porque Georg me va a terminar matando junto a Tom si es que no llego temprano. – Suspiré.

durch den monsun ( bill y tom k )Where stories live. Discover now