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Los tres chicos estaban sentados juntos en la sala de estar, pero a diferencia de Tom, Georg y Gustav se encontraban con una bolsa de hielo en la parte afectada del rostro debido a que Tom procuró repetir la misma acción con el que quedaba y claro, Georg y Gustav estaban enojados, aunque sabían perfectamente el por qué les habían golpeado. Ellos ya tenían comprobado desde hace muchísimo que Tom prefería dar el primer golpe y después dialogar, aunque solo aceptaba la última opción si eras alguien importante en su vida, de lo contrario, deberías aguantar la tortura que te iba a presentar el chico por el resto de tu vida, a menos que seas lo suficientemente capaz de enfrentarle.

La habitación estaba en silencio, un silencio un tanto incómodo, Georg y Gustav se miraban de reojo, haciéndose una señal de quién iba recriminar a Tom por lo sucedido, pero ninguno de los dos se atrevía a dar ese paso, ¿Quizás sentían miedo de su amigo? Probablemente, aunque ellos sabían perfectamente cómo calmarle, también sabían que no hacer en estos casos. Por otro lado, Tom estaba concentrado en fumarse su segundo cigarrillo, mientras bebía de la botella de cerveza y su vista estaba enfocada en la televisión, riéndose de vez en cuando por las estupideces que mostraban, sin una pizca de arrepentimiento, ni mucho menos culpa por haber golpeado a sus amigos. Se lo merecen, es lo que él pensaba.

– Tom, Georg quiere decirte algo... – Gustav habló mirando el rostro de Tom, algo nervioso. Sabía que Georg estaba fulminándolo con la mirada.

– ¿Qué me quieres decir, Georg? – Tom le miró de reojo al mencionado, haciendo su cuerpo hacia atrás con cuidado.

– Solamente queríamos disculparnos contigo por no haber hecho algo cuando ese chico vino a golpearte y bueno, Gustav no es realmente su amigo, solamente quiso saber información de Bill... – Ahora la mirada de Tom fue hacia Gustav, volviendo a los ojos de Georg con confusión, haciéndole entender que ahora debía explicarlo. – Queríamos apartar a Bill de acá para mandarlo donde sea y que no se topen, quisimos protegerle porque veíamos una falta de tiempo que te enfoques solamente en él, es todo.

– Anoche me lo follé, está todo bien y gracias por ser tan considerado, creo. – Tom volvió a su posición, haciéndose hacia al frente para seguir fumando lo que quedaba del cigarrillo.

Los chicos se miraron con los ojos abierto, no podían creerlo en absoluto. ¿Qué pasaba por la cabeza de Tom? Georg se acordó la vez que se topó a Bill en la universidad y pudo entender todo, unió finalmente los puntos y le vizo señas a Gustav para que le mande un puñetazo al cual estaba concentrado viendo la televisión, pero Gustav negó por completo. Y de pronto, Gustav empezó a pensar en las reglas de la banda, especialmente en “No se aceptan maricones” y estampó su palma en la nuca de Tom.

– ¡Rompiste una de tus mismas reglas, maricón! Vamos a tener que meterte un palo por el culo. – Gustav y Georg empezaron a reír sin parar pero para Tom, eso ya no era un chiste.

– ¿Quieren que les dé otro puñetazo? No soy ningún maricón y ahora quiero que no le hagan nada a Bill. Solamente necesito que busquen información de Jörg y de Simone, sus paraderos. – Y eso fue lo suficiente para que Georg se levantara e hiciera una llamada para poder saber todo lo que Tom le estaba pidiendo.

–Tom, ¿Por qué quieres saber de ellos si ya viste a Jörg? Tú padre nos dijo que venía a buscarte porque no habías llegado, creyó que estabas muerto. – Tom rió bajo, su padre era espectacular disimulando que quería verle debajo tierra. – Y lo otro, ¿Por qué a Simone?

– He hablado con Bill, me ha contado las mierdas que le hizo Jörg y que también quería que hablase con Simone, ya sabes, para aclarar algunas cosas. – Gustav no entendía nada, no podía entender cómo es que de la noche a la mañana Tom empezó a decirle por su nombre a su padre, ni mucho menos que quisiese hablar con Simone. Tom odiaba a Simone.

– ¿Sabes, Tom? Me alegra que te hayas arreglado con Bill, de la forma en que sea... Realmente le extrañábamos, pero Georg necesita una explicación, él fue quién también la pasó mal por todo. Está estresado. – Gustav le arrebató la botella de cerveza de la mano y bebió de esta. – El otro día se cruzó con Bill en la universidad y casi le pone un puñetazo si no sea porque Bill es demasiado... Tú sabes.

– Claro, demasiado Bill. Y bueno, hablaré con él en algún momento. – Tom asintió con la cabeza tras escuchar todo lo que Gustav le había comentado, sintiéndose feliz al saber que Bill estaba en su misma universidad y que tendría más tiempo para verle. Y aunque Tom no creyera en las mierdas de manifestaciones, se escuchó su celular, el cual abrió de forma inmediata.

?
¡Tom! Soy Bill, hola... Ya pude levantarme
de la cama y tengo mi celular, Natalie me
lo ha traído y ha hablado conmigo.  √√

Natalie me dijo que estabas mintiendo
con referente a que tuvieron un
encuentro. ¿Por qué me mentirías?  √√

Hablé con Arno y Adal sobre lo de
anoche, no les conté lo que sucedió en si,
no quería sentirme asqueroso por eso. Solamente les conté que nos arreglamos y bueno, Arno se sintió tranquilo pero Adal quiere hablar a solas contigo...  √√

¡Oye! No me refería a que fue asqueroso
lo que pasó entre los dos, tú no me das
asco... Ya sabes a lo que me refiero...  √√

Me refería a mí, no quiero que sintieran
asco por mí :(  √√

Ahora iré a comer. ¡Te quiero
muchísimo, Tom!  √√

Aquellos mensajes, hizo sonreír a Tom de la forma más estúpida posible y Gustav supo de inmediato quién era, Tom había vuelto a ser él, aunque sea un poquito. Gustav se lo tenía que contar a Georg lo más rápido posible, pero no sabía que él estaba ocupado con las peticiones del chico, ahora podrían estar juntos los cuatro y eso le entusiasmaba, pero también le mantenía alerta las calles y que Tom no se distraiga por completo.

Tom ♡
Natalie es una perra, te lo dije. No
te va a decir "Sí, me la metió tu
hermano hasta el fondo" si se supone
que te la quiere chupar. √√

Y no hablaré con Adal si no es
para romperle la cara, que se joda. √√

Sé a lo que te referías, pero no es
asqueroso. Eres lo más delicioso
que he probado, no te sientas mal
por esas mierdas. Dan igual. √√

Bill, por su lado, reía tras ver las respuestas de Tom, la poca suavidad del chico se podía ver incluso a través de mensajes, era impresionante. Sin embargo, Bill esperó a que aquel le dijera "Yo también te quiero" pero nunca llegó, cosa que el no sabría hasta horas después. Revisaba cada segundo su celular para ver si Tom le había mandado su mensaje esperado pero no llegaba y la impulsividad le llevó a arrojarlo en la encimera, dando un pequeño chillido. Es que Tom era muy idiota o quizás lo era él, ¿Por qué esperaba ese mensaje de alguien que ni siquiera sabe dar cariño?

– Te ves fatal, Bill. ¿Por qué estás con esa cara? – Arno se acercó a él mientras peinaba sus cabellos. Bill estaba desanimado por completo mientras se encontraba sentado en el suelo de su cocina, comiendo helado, la mejor forma de combatir con la tristeza.

– ¡Es Tom! No me he dicho que también me quiere, es un tonto. – Miró a Arno con los ojos cristalizados, llevando otra cucharada a su boca.

Arno negó con su cabeza, no podía creer que Bill se haya puesto así por el mensaje de aquel chico, se sentía celoso como nunca pero sabía que debía ser amigo de Bill, no reprocharle, debía tener la cabeza fría. No quería perder a Bill por todo lo que quería decirle. Solamente se dignó a buscar el celular con la mirada, agarrándolo de forma inmediata al verlo y leer todos los mensajes. ¿Sentir asco por Bill por lo que sucedió? ¿A qué se refería con eso? Y miró a Bill frunciendo levemente su ceño e inspeccionándolo con la mirada, quería buscar una respuesta hasta que la encontró. Tom le había hecho daño a Bill y le estaba manipulando, sus marcas en el cuello lo delataron por completo.

– Cualquier cosa que te haga o diga Tom, tienes que decírmelo. Sabes que puedes confiar en mí ante todo... Nadie te hará daño. – Se acercó al cuerpo del chico, dejando a un lado el bote de helado para poder abrazarle con fuerza. Bill estaba completamente confundido. ¿Qué le pasaba a Arno?

durch den monsun ( bill y tom k )Where stories live. Discover now