18 | Recuperación.

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Unas horas después desperté por un trueno que emitía la lluvia.

Estaba en mi cama abrazando algo, tenía un olor familiar, me gustaba mucho ese olor era masculino.

Abrí mis ojos y me encontré con un abrigo ¿naranja? ¿De dónde lo había sacado?

—Oh carajo ___. —pensé.

Era el abrigo de Kyle.

¿Cómo es que no me di cuenta?

¿Caminé por toda la escuela con su abrigo? Esa prenda todo el mundo la conoce es imposible de no verla entre toda la multitud.

Dormí abrazada al abrigo de ¿Kyle?

Lo tomé con mis manos y acerqué más a mi y pude sentir el aroma de su perfume, no era molesto y tampoco olía al perfume genérico masculino.

Kyle tiene buen gusto.

Una sonrisa se dibujaba en mi rostro, pero esta desapareció al pensar en como se lo devolvería.

Me seguía sintiendo fatal, salí de la cama y tomé una ducha caliente, no me molesté en revisar mi celular.

Pero lo que ahora necesitaba era desconectarme de todos para pensar en mis emociones.

Kyle. Era el primer nombre que venía a mi cabeza. No me despedí de el y robé su abrigo.

Salí de mi ducha y me puse un pijama calentito. Me metí entre las cobijas de nuevo eran aproximadamente las 3 p.m

Seguro Craig llegaría en minutos y todos saldrían de clases, ahora Kyle debe darse cuenta que le hace falta algo.

Seguía pensando en Kyle hasta que recordé que quedamos en ir a la cafetería de Tweek, ¿él sabrá que estoy enferma?

Miraba el celular de lejos, no me animaba a tomarlo y llamarlo, sentía vergüenza por todo lo que ocurrió.

Confiaré en que se haya enterado de mi estado. Me hacía sentir mal cancelarle una salida.

30 minutos luego.

Me dispuse a escuchar música hasta que un grito me interrumpió.

—¡___! ¡Estoy en casa!— era Craig.

Cerré mis ojos simulando estar dormida y Craig entró a mi habitación.

—Una mierda ___ estás despierta puedo ver desde aquí como te ríes— se acercó y comenzó a picar mi abdomen.

—¡Para para!— mi voz sonaba enferma.

—Vaya, te escuchas como la mierda, pensé que fingías enfermedad— dijo burlón.

—Para nada— le aventé una almohada. —Me siento muy mal, ¿algo pasó mientras estuve en casa?

—Si— dijo a secas.

—¿Qué es?— dije dudosa.

—Dame 10 dólares y te digo.

—¡Lo único que vas a recibir es un golpe con la almohada si no me dices!

—Wow, que mala— dijo sarcásticamente.

—Craig, cuéntame— insistí mientras jaloneaba su brazo.

—Bien bien, ¡ya suéltame! ¿Eres molesta lo sabías ___?— habló sacudiendo mi cabello aún húmedo.

Levanté mi dedo del medio ignorando su respuesta. —¿Qué ocurrió?

—Pues Token dará una fiesta el viernes para animarnos en los entrenamientos, tanto chicas y chicos, será algo grande, sus fiestas suelen ser las mejores.
Habrá de todo, incluso vendrá gente de otras escuelas.

Rizos Rojos | Kyle Broflovski x ReaderTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang