22 | Desayuno.

1K 120 88
                                    

—Vamos Kyle confiesa— insistió Eric.

—Es mi amiga cara de culo, claro que no lo hemos hecho y tampoco va a ocurrir.

Entrecerré mis ojos un poco, si tanto le gustaba por qué le seguía llamando "amiga".

No dudé un segundo y pregunté.

—¿Entonces ella no te gusta Kyle?

El pelirrojo volteó hacia mi extrañado.

—¿Tu también Kenny? Dios— suspiró.

—Ya chicos déjenlo tranquilo ha sido un día muy pesado para todos, más para él— intervino Stan.

—Amigo lo sabemos, pero de verdad ¿ella no te gusta?— volví con mi pregunta.

—¿Por qué tanta insistencia Kenny?— habló Eric pícaro, sabiendo la respuesta.

Noté como las facciones de Kyle comenzaban a endurecerse de forma molesta.

—Solo es una duda—repetí.

—¿Podemos dormir ya?— dijo Stan acomodando su almohada.

—No hasta que Kyle responda ♪— mencionó Cartman.

Le di una última calada a mi cigarro para luego tirarlo por la ventana, esperando la respuesta de Kyle.

—Ella me gusta— dijo a secas.

Todos nos mantuvimos en silencio unos segundos.

Stan negó de un lado a otro su cabeza.

—Bien por ti amigo— respondí dando una palmada a su hombro y en seguida me tiré a una cama improvisada en el suelo.

—EL JUDÍO ESTÚPIDO LO HA ADMITIDO— gritó Eric y Stan enseguida tapó su boca y le dió un golpe al hombro, Cartman maldecía.

Kyle lucía algo ruborizado ya que confesó sus sentimientos con nosotros por una chica oficialmente, aunque todos ya sabíamos que le gustaba solo quería escucharle decirlo, seguido de esto se metió a la cama y nos dió la espalda.

Por primera vez le veía tan decidido con una alguien y no iba a estropear eso.

Pero si Kyle desistía, no iba a perder mi tiempo.

___________________________

8:28 a.m

Sonaba el despertador de la castaña por toda la habitación.

Extrañada, estiró su mano para apagar ese sonido proveniente de su celular. 

Al instante se dió cuenta que no durmió en su habitación.

(...)

La noche anterior le avisé a Craig y no fue el más feliz cuando se enteró que estuve en casa de Marsh, así que pasaría por mi a las 10 a.m.

Me quedé un rato en cama, tenía un dolor de cabeza terrible, fui al baño de la hermana de Stan, hice mis necesidades, arreglé un poco mi cabello, lavé mi cara y me miré al espejo, la pijama de Shelly era un top blanco que hacia salir mi abdomen y un pantalón cómodo rosa, era calentito.

Bajé a buscar una pastilla para dicha molestia, pensando que no habría nadie.

Enseguida me encontré con una mujer de cabello corto castaña, parecía que iba de salida.

—Ah tu debes ser la nueva amiga de Stan. — dijo sonriéndome y dejando una taza de café en el fregadero.

—Buenos días señora— respondí y ella me observaba atenta. —Bajé por una pastilla o algo para el dolor de cabeza ¿tendrá de casualidad?

Rizos Rojos | Kyle Broflovski x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora