En Su Lugar

Capítulo 11

El tiempo pasó rápidamente y Tae ya contaba con 3 meses de embarazo y feliz lucía su ligero vientre abultado.

Había decidido pausar sus clases en la universidad pues habían empezado a trabajar con sustancias de olores fuertes y tóxicos para su estado así que hablo con el decano y este lo concedió una pausa en sus clases de arte, con la condición de que en cuanto su embarazo terminara y después de la cuarentena se reintegraría nuevamente que sería el próximo año así que no se graduaría con sus compañeros, sintió lastima por ello pero sabía que era lo mejor por su pequeño.

Estaba llegando a la oficina de su esposo con una enorme sonrisa y una bolsa de comida pues sabía que cuando el hombre tenía muchos pendientes se brincaba las comidas, eso le dijo la secretaria de su esposo de la cual se había hecho muy amigo.

- Hola Susy. - llamó la atención de la secretaria.

- Señor Tae, bienvenido. - la mujer se levantó e hizo una reverencia.

- Gracias. ¿está mi esposo adentro?

- Sí señor, pase, no está atendiendo a nadie.

- Gracias Susy, ¿te encargo una jarra de agua helada, un jugo de arándanos y uno de mandarina por favor? Mi bebé tiene toda la mañana torturándome con el antojo de mandarinas. - la secretaria sonrío.

- Claro que sí señor, en seguida se los traeré.

- Gracias - Tae abrió la puerta encontrándose con su esposo concentrado y con esos lentes de armazón plateado y redondo que a Tae tanto le encantaban. Estaba tan concentrado que no se dio cuenta de que su esposo lo veía con una sonrisa desde la puerta.

- ¿Te he dicho lo caliente que te vez con esos lentes? - al escuchar esa voz Hoseok sonrío.

- No, nunca, pero me alegra saber que te gustan. - por fin levanto la cabeza y sonrío al ver a su esposo con esa ligera pancita acercándose a él.

- Me encantan - Tae camino hacia su esposo sentándose en sus piernas y las manos del contrario fueron de inmediato a dar al lugar donde su hijo crecía fuertemente y después besó sus labios.

- ¿Cómo están mis amores?

- Hoy seokie no me ha causado náuseas y solo quiere probar desesperadamente unas mandarinas.

- Déjame decirle a Susy que...

- Tranquilo ya le pedí un jugo de mandarinas para mí y uno de arándanos para ti. Te traje la comida así que, deja todo eso y vamos a comer.

- Pero...

- Pero nada tienes que comer y yo también, ¿oh quieres que te espere y coma en cinco horas como normalmente haces cuando tienes mucho trabajo malpasándote?

- En mala hora tú y Susy se hicieron amigos.

- Para tu mala suerte así fue así que te aguantas y vienes a comer conmigo. - Tae se levantó de sus piernas y se dirigió a la pequeña salita en la oficina de su esposo con Hoseok siguiéndolo detrás. Un ligero toquecito se oyó en la puerta. - Pasa Susy - ordenó Hoseok.

-Con permiso señor, traje las bebidas que encargo el señor Tae.

- Pasa ponlas aquí. - señalo la mesa de centro. - y puedes ir a comer tú también.

- Gracias señor. - la chica hizo una reverencia hacia ambos y salió. Empezaron a comer tranquilamente con sonrisitas y besos.

- Amor. - habló Hoseok cuando estaban casi por terminar de comer.

- Dime.

- En la noche llegare tarde, una o dos horas a lo mucho.

- ¿Por?