✿ N u e v e ✿

106 43 9
                                    

SI TIENES PROBLEMAS, LLAMA AL COLORADO PHOENIX

De todas las posibles situaciones, aquella era la más rebuscada

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


De todas las posibles situaciones, aquella era la más rebuscada.

Si bien no tenía la menor idea de qué podría estar necesitando Charlie cuando Lia atendió su llamada, definitivamente no me imaginaba esto.

—¿Se escucha algo? —pregunté, pegando el oído a la puerta junto a Max.

—Una mierda. —contestó indignado. —Creo que para esto se usan vasos. 

—Max, esto no es el cine.

—Ya lo intenté y funciona. Así que cállate Lawrence y ve a conseguir un vaso de vidrio.

Puse mala cara. Me recosté por la puerta cerrada, cada vez más tentado a entrar.

—¿Y si miramos por la cerradura? —propuso Max.

—Si alguien pasa, pensará que somos unos acosadores en potencia.

—Bueno, tan alejado de la realidad no estaría. —razonó Max. Suspiró y volvió a pegar el oído a la puerta. —Creo que ahora sí se escucha algo, ven.

Hice lo mismo que él y apoyé la oreja en la puerta intentando captar algo. Se oían unas voces amortiguadas, pero no tan inentendibles.

Entonces a alguien se le ocurrió abrir la puerta para que Max y yo termináramos de cara al piso.

—Arriba, ustedes. —resopló Charlie. —Alguien la va a tener que llevar. —señaló a Zeva.

Lia la tomaba por los hombros en un intento que no cayera redonda al suelo. Zeva se sujetaba la nariz aún sangrando con un paño descartable. Sus ojos lagrimeaban y tenía aspecto de no saber muy bien lo que estaba pasando.

—Le golpearon muy fuerte la cabeza. —explicó Lia acercándose con Zeva. —Charlie tiene un amigo que estudia medicina. Él no dirá nada y atenderá a Zeva hasta que pueda hablar con coherencia.

—¿Por qué tanto misterio? —pregunté. —Si alguien pregunta, podemos decir que no fuimos nosotros y ya está.

—Exacto. —concordó Max. —Y cuando ella hable, contará lo que pasó y se buscarán a los culpables.

—No. —soltó Zeva tambaleándose. Lia la siguió apresuradamente, intentando que no se le escape de su agarre.

—No quiere que nadie se entere. —aclaró Charlie en un chasquido. —Chica tonta.

Historia de un Escritor Fracasado [EN PROCESO]Where stories live. Discover now