✿⁠ T r e c e ✿

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VINO BARATO

Ya sabía que no era tan bueno en esto del arte pero maldita sea, esa mañana me lo dejaron bien en claro

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Ya sabía que no era tan bueno en esto del arte pero maldita sea, esa mañana me lo dejaron bien en claro. Apenas al llegar a la clase tuve el impulso de dar la vuelta y salir corriendo, para que no viesen mis bocetos. Ni ellos, ni el profe. Pero Max tenía que tirar de los cordones de mi abrigo, arrastrándome hasta dos de los caballetes y butacas repartidos por el salón.

Uno de los dos tenía que ser el antisocial, no ambos.

Todas las técnicas de los cuadros eran aplicadas con tal precisión que me sentí como un amateur de secundaria. Muerto de vergüenza, saqué uno de los bocetos y lo acomodé en el caballete. Sin embargo, había algo nuevo en la clase. La mesa en dónde usualmente estaba el bodegón (algún recipiente con frutas o simplemente un frasco con agua puesto a la luz de la ventana), tenía varias botellas de vino. Bastantes.

La fantasía de cualquier borracho.

Lo que más me sorprendió fue ver al profe con una caja de madera tintineante que crujía a medida que se acercaba a la mesa del bodegón. Max y yo nos miramos. Él parecía emocionado; yo no tan seguro de lo que iba a suceder a continuación.

—¡Bueno! —vociferó el profe una vez que relativamente todos estuvimos en el salón. —Hoy continuamos con las piezas del proyecto para el examen final. Como pude ver, varios avanzaron mucho. Excelente. —se frotó las manos con emoción. —Para animar un poco las cosas y para soltarnos más, traje unos vinitos para tomarnos unas copitas.

La clase entera soltó vítores y aplausos, a lo que el profe contestó con unas reverencias exageradas.

—Lo único que les pido es que no me rompan las copas, son de un juego nuevo y estaban en oferta. —amenazó poniéndose serio de golpe. —Con marcador pinté una línea de tope, si quieren servirse más, sírvanse sin vergüenza, pero sean decentes dentro de lo que cabe.

—Profe, ¿Evaluación sabe que trajo todo ese vino? —preguntó Sebastian Parton alzando un brazo.

—Evaluación no sabe y no tiene por qué enterarse. —declaró el profe. —Ah, con respecto a eso, traten de no emborracharse, chicos. No creo que al rector le agrade la idea de que nos hayamos armado una cata de vinos en medio del período de exámenes.

—Seguro que si le invitamos una copita, se le pasa. —sugirió otro chico.

—Buena idea, Miller. —alabó el profe tomando en sus manos un sacacorchos. —Bien, acérquense y empecemos.

Poco a poco, nos fuimos acercando a la mesa y cada quién se sirvió un poco de vino hasta la pequeña marca de rotulador. Luego volvimos a nuestros respectivos lugares y continuamos con las pinturas de retratos desnudos.

Historia de un Escritor Fracasado [EN PROCESO]Where stories live. Discover now