Historia de un Escritor Fracasado [EN PROCESO]

✿⁠ V e i n t i d ó s ✿

BROWNIES Y MUROS VANDALIZADOS

El cabello de Lia olía delicioso.

¿Qué tenía que ver? Nada, la verdad. Me pareció importante resaltar que su cabello huele bien. Lo suficientemente bien como para querer hundir la nariz en él y acariciarlo.

Tenía puesta una gorra al estilo de un cartero, como la que tenía puesta Coraline, en la película de Coraline y la puerta secreta.

Estacioné con cuidado la bicicleta a un costado del local, y cuando me acerqué a la entrada, Lia me esperaba abriendo la puerta para que ambos entráramos.

Era un lugar amplio lleno de plantas y flores en macetas colgantes. Habían flores de todo tipo, aunque no supe identificar ninguno de sus nombres.

—¿Te gusta, o es demasiado...?

—¿Femenino? No, está bien. —sonreí, mirando a mi alrededor. A decir verdad, no era como los lugares a los que típicamente iba con Max, pero no estaba nada mal. —Sabes, mis padres tienen una librería, y hace poco la remodelaron para que incluyera un café.

—¿En serio? — preguntó Lia, sorprendida.

—Sí, y los libros son de todos. Puedes ir a comer un pastelito de frutillas y leer al mismo tiempo. —le expliqué. —Eso sí, hay una edad mínima para entrar. No pueden entrar chicos menores de quince, no vayan a ser unos brutos y rompan los libros.

Lia rio ante mi mueca de disgusto.

—No sabía que te gustara leer tanto.

—No, no leo demasiado. Prefiero escribir.

—Ya me dí cuenta. —dijo. Un color rosado subió repentinamente a sus mejillas. —Escribes muy bien.

Me guió a una mesa vacía para dos, en la que había un pequeño cactus en el centro. En el menú nos encontramos con varias secciones separadas y con nombres pintorescos. Lia pidió unos brownies y yo un pastel de limón. Se veía muy cómoda y acostumbrada, así que saqué la conclusión de que ya había venido antes.

—Entonces, ¿qué haces aquí?

Me costó unos segundos entender su pregunta.

—¿Eh?

—Escribes muy bien, Nix. Y no me malinterpretes, el dibujo tampoco se te da mal, pero, ¿por qué Bellas Artes y no Letras? —inquirió.