Dos

9.4K 977 310
                                    


La campana sonó, indicando el fin de la jornada.

Eran las dos y media de la tarde, y Annabeth, junto a Piper, decidieron ir a visitar a Hazel.

"¿Lista?" preguntó Piper, cerrando su casillero. Ell no quería tener que cargar su libro de Historia por todas partes. Aseguraba que pesaba, al menos, 10 libras.

"Espera. Dejé mi libro de Química en el laboratorio, y sabes cómo es el sr. Mathews acerca de su materia. ¿Vienes conmigo o me esperas aquí?"

Jason, un chico de cabello rubio y con los ojos más bonitos del colegio según muchos sitios de chismes, se acercó al lugar dónde se encontraban.

Annabeth lo vio primero; era uno de los pocos chicos en el lugar que no había intentado resolver el acertijo. Y ella sabía por qué.

Sus ojos se iluminaron cuando vieron a Piper.

Piper dejó caer su celular, que hace unos segundos se encontraba en su mano.

Ah, el amor. Pensó Annabeth. Te vuelve tan despistado.

Tomó el celular de su amiga y se dirigió al laboratorio de química.

...

"Jason, he perdido el autobús, ¿crees que podrías...?"

Percy se percató de la escena. Jason se veía alterado.

Al parecer, había interrumpido a alguien por segunda vez en el día.

Su amigo estaba hablando con una morena que iba con él en clase de Algebra.

Jason suspiró.

"¿Si, Jackson?"

"Me preguntaba si podrías llevarme a mi casa." Susurró el chico, algo avergonzado. Si seguía así, tal vez ganaría reputación como el chico que interrumpía todo.

"Ya tenía que irme de todos modos. Annie y yo iremos a ver a Hazel, y le llevaremos unos apuntes."La morena besó en la mejilla a su amigo, y tendió al chico nuevo. "Mi nombre es Piper."

"El mío Percy."

Desde allí, Percy pudo ver los ojos de la chica; era como aventurarse dentro de un caleidoscopio.

La chica salió corriendo, y Jason gritó:

"¿Te llamo a las ocho?"

A lo que ella respondió, gritando también:

"¡Lo estaré esperando!"

Percy se sentía como en una de esas cursis novelas románticas.

Negó con la cabeza cuando su amigo y él quedaron solos.

"No me digas que eres un rompecorazones."

Jason sonrió.

"Ven, vamos a mi auto."

...

La puerta se cerró y Annabetn encendió la luz del laboratorio. Se sentía como una intrusa allí.

Su libro se encontraba en la segunda mesa, y junto a él un destello de cabello rubio se removió. Tomó su libro y sacudió al chico; era Luke.

"¿Qué haces aquí?" Preguntó ella. "Las clases concluyeron hace media hora."

"Annabeth, ¿quién usa la palabra 'concluir' en el siglo veintiuno?" respondió Luke, en un bostezo. "Me quedé dormido, eso es todo."

Annabeth rodó los ojos.

"¿Y nadie se dignó a levantarte?" Era una pregunta retórica. La chica sabía que Luke no se llevaba bien con su clase de Química.

El chico se encogió de hombros y salió, no sin antes susurrar un ligero gracias que Annabeth no logró escuchar.

Él había intentado resolver el acertijo hace dos años, pero, cuando falló, se rindió sin intentarlo nuevamente. Annabeth tenía la teoría de que había empezado a salir con Thalia, una chica que había salido del colegio, no sin antes dejar pintada de rosa la oficina del director, hace unos años atrás.

Annabeth suspiró.

Ese acertijo fue un gran error, lo único que consiguió es que más chicos, y algunas chicas, centraran su atención en ella, en vez de lo contrario, que es lo que ella esperaba.

Ella sabía que jamás descubrirían la respuesta, si su mejor amiga no podía, nadie lo conseguiría.

Guardó el libro y salió del laboratorio.

..

Percy siguió a Jason al estacionamiento, en donde, por la hora, sólo se encontraban algunos autos y 2 bicicletas. Jason le indicó el camino hasta un auto último modelo negro. El chico alzó las cejas en respuesta.

"Es extraño, Grace, porque no pareces un niño rico."

"Mi padre... Tiene cierta importancia, ¿bien? Pero no me trates diferente por eso, Jackson. O te romperé el dedo meñique del pie."

Percy rió.

"¿Por qué justamente ese dedo?"

"No lo sé. Fue lo primero que vino a mi cabeza." respondió el chico de cabello rubio.

Jason encendió el auto, y salían del estacionamiento del colegio cuando un destello de cabello rubio saltó adelante del auto.

"¡¿Podrían fijarse si hay peatones o no?! ¡Tenemos derecho al paso, idiotas!" gritó la chica rubia con la que Percy compartía Algebra.

Jason tocó la bocina juguetonamente, con una sonrisa en el rostro.

"¡Lo siento, Annie! Por cierto, Pipes te estaba esperando."

La chica se acercó a la ventanilla, ignorando por completo al chico castaño que estaba sentado en el asiento del copiloto.

"Lo sé. Y es en serio, ten más cuidado. Si me rompías un hueso, yo te rompía dos."

Jason sonrió.

"Lo sé, Annie."

La chica rodó los ojos, pero en sus labios se veía una ligera sonrisa.

A Percy le llamaron la atención sus labios.

La chica se despidió y desapareció dentro del colegio.

The Code Onde histórias criam vida. Descubra agora