Dieciocho

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Cuando Annabeth recobró el sentido se encontró en una superficie plana, al lado de un cuerpo caliente con la respiración a ritmo lento. Se desperezó y el conocimiento impactó su cuerpo como hielo, haciendo que reaccionara de inmediato y se sentara bruscamente en la alfombra de Vania, donde ella y Percy se habían quedado dormidos. Percy se encontraba boca abajo, y su cabello estaba completamente alborotado. Movía su nariz de vez en cuando en señal de que estaba soñando algo no tan agradable. 

Annabeth no quería despertarlo, pero eran cerca de las cuatro de la madrugada y sus padres no iban a estar felices al verla llegar tan tarde. Se preguntó dónde estaría Piper y el resto de su grupo; Tal vez la habían abandonado pensando que se había aburrido y había abandonado la fiesta temprano y sin avisar. 

La chica con bucles de oro miró su cabello, que se encontraba enredado y lleno de pelusas por la alfombra, y se acomodó el vestido que estaba rodando por su pecho a punto de mostrar más de lo debido. Ella recordó cuánto odiaba los vestidos strapless y se prometió no volver a usarlos. Aunque por otra parte, ella no planeaba quedarse dormida en la habitación de su antigua mejor amiga junto a el amigo de Jason. 

Con todo el remordimiento del mundo Annabeth movió a Percy para despertarlo. Él también debía volver a casa, porque si no se equivocaba, Sally estaría a punto de tener un ataque nervioso a esta hora. 

Abrió sus ojos lentamente y luego demasiado rápido, era muy seguro que trataba de recordar dónde se encontraba. Su mirada se dirigió al enorme reloj digital que Vania tenía colgado en lo alto de la pared. 4 a.m. 

"Vamos, te acompañaré a casa. Ninguno de los dos debería ir solo, es peligroso." 

Annabeth asintió, aunque él no podía saberlo por la oscuridad del cuarto. Le gustó la manera en que no insinuó que él debía protegerla, sino que se cuidarían mutuamente. 

Los dos chicos salieron de la habitación de Vania y bajaron las escaleras para encontrarse con una situación que Annabeth había previsto; muchas personas se encontraban acostadas en los sofás, muebles y mesas que los padres de Vania tenían alrededor. La puerta hacia el jardín estaba dañada y en el suelo, muy probablemente por adolescentes con las hormonas a mil. Ella no quería pensar en eso. Divisó a Piper, acostada en uno de los sofás más grandes del salón, junto a Jason, que intentaba buscar a todo su grupo para irse de allí. Nico  jugaba a las cartas en una esquina con Will, de su clase de Álgebra. Reyna recogía algunos adornos navideños rotos del suelo y James trataba de limpiar la alfombra. 

"¿Y Leo?" Preguntó Annabeth a Jason. Él la miró extrañado, probablemente ella estaba en lo correcto y todos pensaban que se había ido. Jason miró a Percy, que se encontraba a su lado. 

"Creo que me debes una pizza, hermano. Oh, y Leo está afuera con Bianca. " 

Percy alzó las cejas y sonrió, lo que resaltó un poco el color de sus mejillas, y negó con la cabeza. 

"Nosotros nos vamos. ¿Piper está bien?" Preguntó Annabeth, que ayudaba a recoger algunas decoraciones que estaban regadas por el suelo. Estaba segura que a la madre de Vania no le iban a gustar los nuevos colores en lo que alguna vez fue su alfombra blanca. James le sonreía y ella le devolvía la sonrisa de vez en cuando, hasta que él se acercó a ella y posó una pequeña notita celeste en su mano. 

Jason asintió y Percy se acercó a Annabeth para indicarle que ya se iban. Pero cuando estaban a punto de salir, Thalia se acercó a ella. No sabía de dónde había aparecido, Annabeth no la había visto al llegar. 

"Annabeth..." Thalia dirigió la mirada a Jason, que intentaba levantar a Piper para poder irse. "Sé que no nos conocemos lo suficiente, pero Luke... Él no aparece." 

Annabeth respiró hondo. Tal vez ellos dos se había alejado, pero él era importante para ella, y eso jamás iba a cambiar. 

"¿Hace cuánto no lo ves?" Respondió. Thalia se veía cansada y tenía bolsas debajo de los ojos, justo como Luke. Estaba pasando algo y ella necesitaba saber qué. 

"Desde ayer. Pero no se ha comunicado conmigo y él siempre... Creía que estaba contigo." 

"¿Por qué pensarías que él estaría conmigo?" 

"Porque él resolvió el acertijo." Respondió.

Todos estaban ocupados, así que nadie escuchó cuando Thalia soltó aquella noticia. El corazón de Annabeth se estrujó; Luke no podía pedirle nada. Él era como su hermano mayor. 

"Yo no sé... No puedo ayudarte, lo siento." 

Percy, que las había dejado solas para platicar, se había acercado cuando vio la expresión de Annabeth. Él la tomó de los hombros, tratando de calmarla y juntos salieron de la casa, que se encontraba caliente y de la cual el olor era insoportable, para encontrarse una noche fresca. La nieve cubría las aceras y los techos de las casas, dando un ambiente digno de una película. El aire fresco entró a los pulmones de Annabeth, calmándola. El silencio era insoportable. 

"¿Sabes? Detesto la nieve." Soltó Percy. Annabeth le agradeció silenciosamente por entablar una conversación y distraerla.

"¿Por qué?" 

"No lo sé... Simplemente prefiero el verano, el sol calentando tu piel, los bronceados... El calor representa la vida desde siempre."

Ella negó con la cabeza. 

"No sabía que eras tan profundo, ahora me dirás que escribes poesía y dibujas atardeceres." Trató de bromear. 

"En realidad sí dibujo... Aunque jamás lo he intentado con un atardecer." Respondió, demasiado serio para su gusto. 

"Oh, ahora entiendo el gusto por el arte. Así que... ¿Cómo te fue con Vania?" Cambió de tema. Detestaba hablar de ello, pero debía fingir que todo estaba bien. Que no le afectaba en lo absoluto. 

"¡Increíble! Ella es... No tienes idea, bueno, tal vez sí ya que es tu amiga pero... Es más de lo que imaginé. Hablamos tanto." 

Ella forzó una sonrisa, pero él la tomó como una real.

"Vi cómo James te miraba y el papel que te entregó. Debe estar muy interesado. Olvida el código, Anne. Ve y se feliz."

Cuando él la llamó Anne algo saltó dentro de ella, y no sabía si le dolía o si se sentía feliz. Tal vez una mezcla de ambos. Esta era la razón por la que había creado aquel estúpido código... Bueno, Liam era parte de la razón. Pero el hecho de que ella no podía manejar lo que pasaba la hacía sentir vulnerable, y ella no era vulnerable. No podía serlo. 

"¿La besaste?" No sabía de dónde había salido eso, pero tenía que saberlo. 

Annabeth podía ver muy poco su rostro, pero sabía que se había sonrojado. Ya lo conocía bien, a pesar de que se conocieron hace unas semanas. Se sonrojaba con facilidad, y aunque al principio era tímido, era increíblemente gracioso. 

Todo en ella suplicaba por un no. 

"¡Annie! Yo... No..." Ella suspiró del alivio. "No suelo contar esto... Pero bien, supongo que puedo confiarte esto a ti. Sí, la besé. Bueno, ella me besó. Saldremos el próximo Viernes." 

Era demasiado para ella; Luke desaparecido y la relación entre él y quien una vez fue su mejor amiga. Así que se quedó callada por el resto del camino, muriendo de tristeza por dentro. 


The Code Where stories live. Discover now