Veintitrés

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Los cinco chicos se encontraban sentados en la mesa de la cafetería, compartiendo lo que parecía un líquido viscoso y marrón muy comprometedor. Piper, quien estaba sentada al lado de Jason, sonreía de oreja a oreja; había sido un buen día para ella. Jason tomaba su mano cariñosamente y la apretaba, gesto que hizo que Annabeth recordara a James. 

Vania y Percy habían decidido sentarse junto a ellos: Percy se había hecho muy cercano al grupo, por lo que quería que su novia también lo fuese. Vania sonreía de oreja a oreja mientras Percy le rodeaba la cintura con su brazo y la atraía hacia él. 

Annabeth se concentró en el líquido marrón; era suficientemente incómodo ser la tercera rueda de una relación, y en ese momento ella era la quinta. Sólo faltaba que llegasen Bianca y Leo, Hazel y Frank. 

"Entonces, Annabeth, ¿Tú y James, uh?" Preguntó Jason, empezando la conversación. A penas quedaban 20 minutos de almuerzo restante, así que si sus amigos decidían entrar en modo interrogatorio no tendría que soportarlo mucho. 

"Sí. Ya es oficial, creo." Percy alzó la mirada, tratando de comprender. Vania dio un salto. 

"¡Annabeth Elizabeth Chase!" Exclamó Vania "¿Cómo no me habías contado que tenías novio?"

Annabeth sonrió. 

"¿Elizabeth? ¿Hace cuánto no oía que alguien me llamara así?" Respondió. 

Piper drenó toda su atención de Jason y preguntó por qué la había llamado Elizabeth, cuando ese no era su nombre. 

"Annabeth y yo amábamos la historia sobre la realeza cuando éramos pequeñas. Bueno, su favorita era la reina Elizabeth. Por mi parte, prefería a Escocia. Marie era mi favorita. Así que para ella yo era Vania Marie Stevenson, y para mi ella siempre será Annabeth Elizabeth Chase." Percy sonrió hacia su novia y luego hacia Annabeth. Vania prosiguió. "Así que te gustó mi chico, ¿uh? ¿Ves que tengo buenos gustos?" 

Annabeth removió su comida. No sabía cuánta razón tenía.

"Sí, los tienes, y sí, es él." Murmuró en respuesta. "Es realmente lindo, gracias por presentármelo." 

En ese momento el timbre sonó y Annabeth tomó apresuradamente sus cosas y salió de allí junto a Piper, alegando un examen de álgebra. 

"Entonces, ¿estás con James o no?" preguntó su mejor amiga. 

Ella asintió. El sr. Thomas había faltado. Ésta era la tercera vez en el mes, así que Annabeth presentía que algo estaba mal. Apartó el pensamiento. 

"Decidí que tenía que intentarlo; Percy no siente nada por mi, y yo no puedo estar detrás de un amigo, y el hecho de que tenga novia y no sienta nada por mi empeora la situación. Así que sí, me voy a quedar con James."

"¡Hace dos días dijiste que le dirías!" 

Annabeth suspiró. 

"Eso fue hace dos días. Hoy es hoy, Pipes. ¿Puedes, porfavor, apoyarme?"

"Siempre, Annie. Siempre."

James y Annabeth se encontraban en el sofá de la casa de la chica; sus padres estaban al frente, en dos distintos sillones, mirándolos como se mira algo que crees que es completamente imposible, pero allí está, justo delante de tus ojos. Annabeth había decidido que si quería que las cosas funcionaran, sus padres tendrían que enterarse. Eso lo hacía completa y absolutamente oficial. Ahora, el hecho de que él fuera dos años mayor que ella no presentaba problema para ellos, o al menos eso es lo que ella esperaba. 

Su madre, una mujer alta de ojos grises y pestañas largas tomaba la mano de su padre, de ojos oscuros y cabello rubio. El pensamiento de lo mucho que sus padres se parecían a ellos la desconcertó. 

The Code Where stories live. Discover now