Capítulo 03

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KARLEEN

Duele.

La puta barbilla me duele.

El hombre a mi lado grita y rugue de ira intentando volver a acercarse a mi para darme otra paliza.

Suficiente misericordia por ahora.

Saco mi arma de mi chaleco y disparo acabando con sus últimos impulsos de vida.

- ¿Señor? 

Bufo girándome y mirando a mi hombre.

- ¿Qué quiere?

- Dice que ya no esperará más, quiere salir y ver al señor Nilak ya.

Esa estúpida zorra.

Gianna sigue aquí.

Jodiendo, respirando, existiendo.

Se volvió aún más loca queriendo saber como está el menor de los Martinelli luego de la explosión del edificio principal.

Las cenizas y el dolor esparcido para mí nunca fue suficiente.

Seguí buscando y en cuanto supe que Ara había vuelto a Rusia en una fiesta encubierta donde Javier Lobanov-Rostovsky era el anfitrión, mande a todas mis tropas a buscarla, a cazarla.

A terminar el trabajo de una vez por todas.

Sin embargo Ara sabe donde ocultarse.

Y fuera de eso no dejaba de ser jodido el que no haya venido sola.

Nikolái Martinelli, el mayor de los hermanos se apareció en esa fiesta con ella presentándose como su esposo.

Tal estupidez.

No me importa si toda la familia es una alianza.

Los mataré a todos hasta que no quede ninguno de ese linaje.

Incluso aunque Antonie Martinelli trabaje con Marcos, de todas formas es un pez muerto hasta que Marcos lo decida.

O hasta que Ara lo encuentre y lo mate por lo de la bomba.

Mientras, seguiré buscando encontrar la manera de ir hacia ti Ara Alekseeva.

Haré lo que sea.

Lo juro.

NIKOLÁI

Al final, usar mi auto talvez no fue la mejor de las ideas.

Verán, una hora después de salir de aquella reunión con el encantador de Javier, el auto se quedó sin gasolina por lo que ahora tengo el honor de gozar a una pacífica chica vuelta furia culpándome una y otra vez de quedarnos varados en medio camino por culpa de NUESTRO nuevo carrito.

Sin duda no teníamos muchas opciones a esta hora de la noche y mucho menos sabiendo que señal aquí no tenemos.

Ni siquiera estamos cerca para ir caminando y como el clima no parece alentador, no nos quedo más opción que usar la poca batería que nos quedaba para buscar un hotel o hostal cerca de aquí, cosa que claro, a mi querida esposa no le pareció la mejor de las ideas.

- Nikolái no pienso dormir ahí. - exclamó por quinta vez en lo que llegamos aquí.

Bajamos del auto contemplando la pequeña ¿posada? ¿hostal? Que tenemos en frente con pinta de verse... agradable e incómodamente pequeña.

Definitivamente no es nuestro gusto, ni nuestro mundo, pero somos mortales a estas horas de la noche no se me ocurre alguna otra mejor opción.

De igual manera la gasolina de mi auto sigue siendo nula.

MI DIAMANTE CODICIADO ♤ LIBRO 2 ♤Where stories live. Discover now