Capítulo 42

162 6 0
                                    

ARA

Suelto un suspiro cuando el día da comienzo y siento vibrar casi todo el cuerpo.

Ignoro la extraña sensación y me levanto de la cama notando que Nikolái no está.

Según el reloj son las 6 y media de la mañana.

Frunzo el ceño buscando su paradero por la habitación.

A los minutos me rindo y decido ir con cuidado a lavarme la cara.

La puerta se abre y escucho a Cartel llamarme.

- ¿Ara?

- Aquí estoy. - respondo y este viene de inmediato.

- ¿Te sientes bien? - pregunta amarrando mi cabello negro con un colet de su mano.

- Si creo. ¿Dónde está Nikolái?

- Está con Alekei hablando sobre algo de la organización, pediré que traigan el desayuno y yo me iré un par de horas con Giovanna a su médico ¿De acuerdo?

- ¿Ella esta bien? - pregunto secándome con la toalla.

- Se ha estado quejando de dolores y hoy sangró un poco al despertar, la llevaré pronto y volveré con noticias.

Asiento.

Salgo del baño con él sosteniéndome con suavidad hasta volver a la cama.

- Llama a Nikolái. - le pido sintiendo la necesidad de tenerlo cerca.

Me acaricia el cabello y termina por asentir.

- Le hablaré, pero hay hombres abajo son de nuestro ejército, por eso, quizás demore.

Hago una mueca y este me tranquiliza dejando un beso en mi coronilla.

- Volveré pronto ¿Sí? 

Suspiro.

- Tranquilo, Giovanna te necesita, ve.

Este me mira preocupado pero asiente.

Se va a los minutos, no sin antes observar que traigan todo lo que necesito a la habitación.

Cuando termino de comer, me aburro sola y Nikolái aun no llega.

Quisiera bajar pero en mi estado, claramente no puedo.

Sin más remedio echo la cabeza para atrás, sintiendo mi cabeza lentamente palpitar.

Una media hora después, logro quedarme dormida.

(...)

Abro de golpe los ojos sintiendo el abdomen con demasiado dolor.

Me miro asustada el vientre, notando que todo se ve normal, pero el dolor es demasiado insoportable.

Me tenso apretando la mandíbula y los puños con fuerza.

Gruño llamando a mis hombres.

A los segundos tengo a mi guardaespaldas y a una mucama entrar a revisarme.

- ¿Qué tiene mi señora, todo bien? - pregunta la mucama.

Niego sosteniendo con fuerza mi abdomen.

Voy a dar a luz maldición.

- Ara. - me llama mi guardaespaldas sosteniendo mi rostro para que responda.

Nota mi sudor o mi temor, no lo sé, pero rápidamente dicta unas ordenas y de inmediato tengo a varias mujeres entrando con pánico a mi habitación.

Estas me acomodan y me preguntan un par de cosas antes de revisarme y ver si ya rompí fuente.

- Ya rompió fuente. - dice una revisando entre mis piernas.

MI DIAMANTE CODICIADO ♤ LIBRO 2 ♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora