MI DIAMANTE CODICIADO ♤ LIBRO 2 ♤

Capítulo 24

GIOVANNA

La habitación que habían dado empezaba a ganar color.

Las pinturas entre mis piernas rodeaban la habitación, mientras yo sostenía una brocha sobre mis manos dándole otra pincelada de color.

Blanco y azul había escogido yo.

Gris había escogido Cartel.

Según él, mi corazón aún estaba rodeado de nubes grises, no de nubles blancas.

Yo ignoré sus palabras y me dirigí dignamente hacia mi habitación, cargando con ambos brazos mis nuevos baldes de pinturas.

Ara me había mencionado que podía hacer lo que deseara con mi habitación, por lo tanto, puse manos a la obra en cuanto amaneció.

Cartel se había burlado de mi, diciendo que parecía niña inmadura, pero ¿Qué más daba? podía hacer lo que quiera, cuando quiera, según Ara.

Y aunque casi desperté a media familia cuando intenté subir y bajar las escaleras de la mansión, valió la pena recibir ayuda por parte de Ryls, a regañadientes de Cartel, quien solo miraba con molestia sus sonrisas amables dirigidas hacia mi.

Ignorando eso, pasé casi toda la mañana pintando las paredes de mi habitación, hasta que me dieron las 4 de la tarde y Cartel se apareció con una bandeja de lo que suponía, era mi almuerzo.

- Te has pasado toda la mañana y casi toda la tarde pintando eso, ya déjalo para que mandemos a alguien para que lo haga. - reprocha mientras deja la bandeja sobre una mesa.

- No cuenta si lo hace alguien más, quiero hacerlo yo.

- ¿Por qué eres tan terca? ¿Es tan difícil obedecer una orden y dejar que los demás hagan su trabajo? - suspiro cruzándose los brazos.

- Es mi trabajo, no el de alguien más, además quiero hacerlo yo, es divertido.

Sonrío limpiando mis manos con un trapo.

- Nubecita tonta. Come esto o te morirás por inanición sin terminar de pintar la estúpida pared.

Lo miro mal por sus palabras, pero termino obedeciendo.

- ¿Y Ara? ¿Ya volvió con el joven Nikolái? - pregunto metiéndome la primera cucharada a la boca.

- Sí, hace unas horas llegaron bañados en arena. Quien sabe lo que habrán estado haciendo.

Me alegro por ellos.

- Se nota que están enamorados, espero sean muy felices.

Cartel rueda los ojos, pero dice nada.

- Por cierto, me pidió que te avisara que te alistes para dentro de unas horas, tienen una cita.

Alzo las cejas masticando la comida.

- ¿Cita?

- Sí, por lo que escuché, deben ir a probarse vestidos para la boda y esas ridiculeces.

La emoción me invade cuando capto sus palabras y espero con ansias la prueba del vestido de novia de Ara.

- Que emoción, nunca he ido a una boda, no me imagino lo hermosa que será la boda del joven Nikolái y Ara. - sonrío sintiéndome conmovida.

- Sisi como sea, termina de comer, báñate y cámbiate, las llevaré yo.

Sigo comprobando mi teoría de que Cartel no tiene sentimientos.

- ¿Los demás se quedan? - pregunto curiosa.

- Sí, Alekei odia esas cosas, Ryls prefiere quedarse a comer, y los hermanos están planeando con su tío la partida de Nilak hacia Italia.

Cierto, el señor Nilak pronto se irá.