— Mía -dijo mirándome una vez que Mateo y Rodrigo habían pasado de largo- ¿te liarías con Mateo? -me pregunto sería-
— ¿Qué que? -dije sin creerme su pregunta-
— Que si te liarías con Mateo -volvio a decirme-
— Claro que no lo haría -dije-
— Que si te quieres liar con él adelante inténtalo eh a mi me da igual -añadio, sabia que no le daba igual ya que aunque su boca dijese eso su cara decía lo contrario-
— Val no me voy a liar con Mateo, sólo hemos coincidido en un sitio y por eso me ha saludado
— Está bien está bien -dijo-No entendía a que venía esa pregunta, ¿yo liarme con Mateo? Ni de coña, éramos totalmente diferentes y no era para nada el prototipo de chico que me dolía gustar
Dimos el paseo y luego vimos la puesta de sol, todas mis amigas sabían que ese era uno de mis planes favoritos y me parecía un privilegio poder verlo cada vez que quisiera
Después de eso nos fuimos a casa, había sido un día largo y lo que más deseaba en el mundo era ducharme e irme a dormir ya que estaba muy cansada
Me tumbe en la cama y cogí mi móvil, cuando lo hice vi que tenia un mensaje de alguien en instagram y cuando lo abrí descubrí que era Mateo el que me había hablado
— Hola ¿me recuerdas?
Me puse un poco nerviosa, hablar con él significaría darle pie a algo que no quería, no sabía cuáles eran las intenciones de Mateo al escribirme pero lo que sí sabía era que si le seguía el rollo estaría fallándole a Valeria
Decidí pedirle consejo a mis amigas de la universidad una vez que llegue al día siguiente, no podía contárselo a ninguna de mis amigas ya que tenia miedo de que alguna se lo contase a Valeria y no quería que se enfadase conmigo por una cosa insignificante como esa.
Aún no le había contestado ya que no sabía que era lo correcto y que no y quería escuchar la opinión de alguien más
— ¿Que pensáis que deba hacer? -dije-
— Háblale -dijo Clara- está claro que quiere algo contigo
— ¿Tú crees? -dije-
— Claro que si -añadio- ¿no ves como te miraba en el baile ese del club? Está claro que quiere algo contigo
— No creo -dije-
— Mía venga ya -dijo Marta- el quiere algo contigo y Valeria tiene que entender que si a él le gustas y a ti te gusta ella no puede hacer nada
— Pero que a mi no me gusta Mateo -dije- es solo que no sé si hago lo correcto hablando con él como amiga
— Haces bien -dijo Isa- si es sólo como amigos no tiene porqué molestarle ¿no?
— Su...supongo que no -añadi-
— Pues entonces déjate llevar -dijo Clara- tampoco es que estes haciendo nada maloTenían razón, si hablaba con él como su amiga no tendría porque molestarle a Valeria, ademas él y yo ni siquiera nos gustábamos.
Era cierto que se comportaba un poco extraño conmigo desde que me vio en el bar pero de eso a qué le gustase había mucho.
La semana pasó entre estudios y exámenes, estar en las semanas de exámenes iba a acabar conmigo y necesitada un suspiro.
Ninguna de mis amigas estaba en el pueblo ya que al igual que yo estaban de exámenes finales así que decidí llamar a Hugo para ver qué haría el
— Hola rubia -dijo cuando me cogió la llamada-
— Hola ¿que haces este finde?
— Pues el sábado había quedado con Mateo y el domingo voy a ir a jugar al fútbol ¿por que?
— Era por si querías quedar pero te veo un poco ocupado -dije-
— Puedes venirte el sábado conmigo y con Mateo o puedes venir a verme jugar sabes que me encanta tener a mi animadora favorita allí -dijo y ambos nos reímos-
— El domingo tengo que ir al club náutico con mis padres
— Pues vente mañana con Mateo y conmigo -dijo-
— No se ¿Crees que a Mateo le molestará?
— Claro que no -dijo con tono raro- no le va a molestar tranquila
— Va...vale pues entonces nos vemos mañana -dije-
— Si, te paso a recoger por la noche y así veo a tus padres
— Perfecto -dije- mañana nos vemos
— Si -dijo- buenas noches rubia
— Buenas noches
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Cuando nadie ve
RomanceMía era una chica con muchos amigos, su corazón estaba dividido por los primos Hernández pero toda su vida dará un giro cuando un antiguo amigo llamado Mateo, el cual tiene como admiradora secreta una de las mejores amigas de Mía, aparecerá de nuevo...