22

1 0 0
                                    

Mateo y yo salimos de la discoteca, fuimos a un sitio apartado donde había un banco para sentarnos, el sitio era muy bonito ya que se veía la luna reflejada en el mar y las luces de la discoteca y la música se veían y escuchaban desde aquí.

— Tus sitios secretos en las discotecas no paran de sorprenderme -dije-
— Tu tampoco paras de sorprenderme a mi -dijo-
— Mateo -le dije-
— Me confundes Mía -dijo- primero eres amable, luego me ignoras y ahora nos besamos y te vas corriendo -añadio- no se que quieres de mi
— Lo se se que lo he echo mal -dije- es la primera vez que besaba a un chico y me he asustado -añadi y mis sentimientos salieron solos- me gustó mucho te lo aseguro sentí mariposas como cada vez que estoy contigo y me haces una broma -se quedo callado- ¿que piensas tú de e? -dije súper nerviosa y él me corto-

Volvió a lanzarse a mis labios y lo seguí, era como si nuestros labios no pudiesen estar separados mucho más tiempo. No sé en qué momento me senté encima suya con los brazos alrededor de su cuello y él en mis caderas.

Nos separamos y ambos teníamos la respiración entrecortada, sonrió ante aquello y me miro antes de hablar

— Mía me gustas mucho -dijo- y...yo no se que provocas en mi solo sé que no quiero frenarlo
— Yo tampoco -sonrei-
— ¿Ha sido como esperabas?
— ¿El que?
— Tú primer beso ¿he cumplido tus expectativas?
— Claro -dije-
— Me siento muy orgulloso de haber sido tu primer beso -añadió- estaba nervioso la verdad no sabía si iba a ser como esperabas

Era cierto, el sabía de sobra que mi primer beso había sido con él y yo no podía estar más contenta de que lo hubiese sido, me parecía muy dulce que estuviese nervioso por saber si cumplía con mis expectativas. Había tenido dulzura y había sido un primer beso, que aunque fuese tarde, perfecto

— Yo me alegro de que lo hayas sido -dije-
— ¿Ah si? -dijo y empezó a hacerme cosquillas- Mateo para
— No -siguió haciéndome cosquillas-
— Por favor -dije-
— Lo siento no te escucho -dijo-

Pude llegas hasta su boca y darle un pico, él se quedó quieto y dejó de hacerme cosquillas saliendo victoriosa de aquello

— Si me vas a hacer que deje de hacerte cosquillas besándome no voy a parar nunca
— Puedo besarte cuando quieras no tienes porque hacerme cosquillas -añadi-
— ¿Ah si? -dijo poniendo una mano en mi barbilla y volviendo a acercarme a él-

No llevaba la cuenta de la cantidad de veces que nos habíamos liado a lo largo de la noche, solo sabía que ninguno quería parar. Nuestra atracción se podía ver y notar a kilómetros y ambos nos dejamos llevar

— Me encanta el sabor de tus labios -añadio- y están un poco hinchados
— Y los tuyos también y encima rojos
— No me importa si son a causa tuya -añadio-
— Deberíamos volver mis amigas seguro que me estarán buscando para irme
— ¿Ya? -dijo y asenti- quedate conmigo -dijo abrazándome-
— No puedo Mateo les prometí que me iría con ellas
— Por fi -dijo poniendo ojos de cachorro-
— Aunque pongas esa cara te voy a seguir diciendo que no -le dije dándole un pico- venga vamos

No me había dado cuenta de que aún estaba sentada encima suya, estaba tan cómoda entre sus brazos que no quería levantarme.

El pareció leer mis pensamientos ya que se levanto conmigo encima acomodándome en sus brazos luego, lo mire y él me miro a mi, la tensión entre nosotros subió en ese momento e intenté bajarme de sus brazos

Cuando lo conseguí entramos dentro y me dio un beso antes de yo volver con mis amigas y él con los suyos, aunque no dejase de mirarme mientras comentaba con Rodri y Raul todo lo que había pasado seguramente

Cuando nadie ve Where stories live. Discover now