Cuando nadie ve

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Me lleve un buen rato colocando las cosas sin hablar con mi madre, ella hablaba animadamente de la fiesta, de lo guapa que iba a ir yo y sobre lo bien que se lo iban a pasar

Entonces empecé a ver la fiesta quizás de otra forma, mi madre y yo a pesar de nuestras diferencias siempre habíamos estado muy unidas y verla ilusionada por mi fiesta de cumpleaños me hizo entender que si ella quería tenía que hacerlo por ella

Me quede pensativa, estaba decepcionando a mi madre por no querer celebrar la fiesta y ella estaba poniendo todo de su parte para que yo pudiese celebrar mi fiesta y saliese todo perfecto mientras que yo solo rechistaba y me enfadaba por no querer hacerlo

Estaba terminando de ponerlo todo cuando me llego un mensaje de Mateo, decidí abrirlo para ver qué es lo que quería decirme

— Buenos días ricitos, me hubiese gustado ir contigo al club hoy para ver esa preciosa cara
— Buenos días, a mi también me hubiese gustado
— ¿Estas libre para quedar?
— Voy con Hugo de compras
— Que pena, tendré que compartirte
— Lo siento
— Tranquila esta semana nos vemos, estoy deseándolo
— Y yo 😊

Hablar con Mateo también me dio un choque de realidad, nos estábamos acostumbrando a la compañía el uno del otro y me daba miedo. Me daba miedo no poder frenar esto que siento por Mateo y ponerle un fin por Valeria, estaba siendo una egoísta que me estaba dejando llevar y debía de frenarlo como fuese, no podía seguir así

Llegó la hora de irme ya que Hugo fue a buscarme a la puerta del club, cogí mis cosas y le dije un adiós seco a mi madre, aunque estuviese entendiendo la idea del cumpleaños no quería que viese mi felicidad

Me monte en el coche de Hugo entre enfadada y pensativa, le di un beso en la mejilla y él me miró raro una vez que mire al frente

— Rubia ¿todo bien?
— Si ¿por que no iba a estarlo?
— Estas pensativa -dijo-
— No es nada tonterías mias
— Venga siempre nos lo hemos contado todo -dijo- ¿que pasa?
— De verdad que no es nada solo es que estoy cansada -dije-
— Ya me lo acabarás contando -dijo antes de arrancar e irnos-

Fuimos escuchando música mientras íbamos de camino al centro comercial, quería desconectar de todo así que me vino bien un poco de música. Hugo sabía entenderme a la perfección y sabía cuando algo me pasaba y sabía cuando darme mi espacio para que se lo contase cuando quisiese

Me encantaría poder hablarle de lo que me pasaba con Mateo, escuchar sus consejos y ver que es lo que opina él sobre todo eso y que me ayudase, pero no quería ser juzgada, no por el

Cuando llegamos al centro comercial fuimos a comer, ambos teníamos hambre y queríamos comer antes de empezar a comprar nada así que fuimos de compras

Nos sentamos en una hamburguesería que le encantaba a Hugo, pedimos nuestra comida y Hugo me miro, sabía que quería que le contase que era lo que me estaba pasando pero no podía contárselo, todavía no era el momento

Comimos entre risas, ambos habíamos querido evitar el tema y lo agradecía ya que no quería contarle las cosas aún y gafar la tarde juntos

— Anoche vi a Mateo con una chica -dijo de repente- el muy cabron se pone bien puesto con eso de que no va a estar con ninguna chica y resulta que anoche lo vi en la moto con una cuando estábamos parados en un semáforo -tuve que aguantarme las ganas de decirle que era yo-
— Mateo es un ligón y siempre lo será no sé ni porque lo dudas
— Lo se ese chico no va a cambiar en la vida -dijo- me encantaría saber quién era esa chica
— ¿Le viste la cara?
— Que va llevaba el casco puesto y no pude verle bien la cara