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A media noche tuve pesadillas, haber sufrido aquello me hizo no poder pegar ojo en toda la noche, Mateo se despertó escuchando mis pesadillas y cuando me desperté me miró.

— ¿Todo bien? -me preguntó preocupado-
— Solo ha sido una pesadilla
— ¿Sobre lo de antes? -asentí- ven aquí -dijo abriendo sus brazos para que lo abrazase y eso hice- conmigo no tienes que tener miedo Mia
— Gracias -dije-
— Y ahora descansa -añadió dándome un beso en la cabeza y haciéndome caricias hasta quedarme dormida-

A la mañana siguiente me desperté, todos dormían ya que era muy temprano aún y no se habían despertado ninguno, o al menos eso pensaba yo

Sonrei ante la postura en la que me encontraba con Mateo  y a duras penas tuve que separarme, no quería que ninguna nos viese y pensasen cosas que no son

— ¿Por que te quitas? -dijo una voz ronca pero que muy atractiva al lado mía-
— Porque no quiero que nadie se piense cosas que no son -dije-
— Que le den a los demás -añadio haciendo el amago de volver a coger mi mano pero me aparte- ¿acabas de hacer lo que creo que acabas de hacer?
— Si -dije-
— Pues te vas a enterar -añadio-

Empezó a hacerme cosquillas y yo empecé a reírme, le supliqué varias veces que parara ya que no quería despertar a ninguno pero fue inútil. Paro debido a que alguien nos mandó a callar.

— Es que eres tonto -dije susurrando- ya has despertado a alguien -añadi con la respiración entrecortada por las cosquillas-
— Pues que se despierte que es muy tarde -añadio-
— Si es temprano no se que haces despierto
— Te podría preguntar lo mismo
— No podía dormir más -añadi- ¿y tú?
— Me has despertado tu con la mano -añadio y me reí-
— Perdón perdón
— Mía -dijo- sabes que lo de anoche no significó nada para mi ¿no?
— No lo sé dímelo tú -añadi, no sabía que creerme-
— Te prometo que no, estaba dolido por lo que pasó en la sala y fue lo primero que se me pasó por la cabeza hacer -dijo- desde que lo dejé con mi exnovia no he sido la misma persona
— Mateo no tienes que darme explicaciones, lo entiendo perfectamente -dije- te gustan todas las chicas así no te aburres tiene sentido
— No lo entiendes -añadio- ven no quiero hablar en susurros

Salimos fuera a hablar, nos sentamos en el borde de la piscina con los pies metidos dentro y empezamos a charlar, creo que era el momento de que Mateo se abriese conmigo

— Estaba con muchas chicas todas las noches que salgo de fiesta porque juré que nunca iba a enamorarme otra vez de otra chica después de lo de L...Laura
— ¿Aún sientes algo por ella? -le pregunté-
— No -añadió rotundamente- pero me hizo mucho daño cuando me puso los cuernos -dijo- no quiero que me vuelvan a romper el corazón
— No todas las chicas somos iguales
— Lo se -añadio- y es eso lo que me jode ahora mismo
— ¿Por que lo dices?
— Porque quiero confiar en una chica pero no estoy seguro de hacerlo -añadio-
— A veces lanzarse a la piscina es mejor -dije-
— Lo se pero -suspiro- hay veces que desconfió de las personas
— Pues no deberías -dije- conozco a Laura aunque no mucho y se notaba que era esa clase de persona pero puedes enamorarte de la chica que quieras que no tiene que pasarte eso
— ¿Tú me digo tú harías eso? -me pregunto dejándome sorprendida-
— Yo nunca me iría con un chico estando con otro -dije siendo sincera- esta feo hacer eso la verdad
— Muy feo -añadio y paso un mechón de pelo por mi oreja- eres diferente a las demás Mía -dijo- especial
— Gracias -sonrei- ¿sabes una cosa? -el negó sonriendo- Me lo pasaba muy bien contigo cuando estabas en nuestro grupo y estoy muy feliz de volver a hablar contigo
— Y yo también -dijo- me arrepentí un poco de lo que hice necesitaba estar solo y os deje de seguir a todos y me fui por otro lado -añadio- y cuando empecé con Laura a ella no le hacía mucha gracia que estuviese en un grupo de chicos y de chicas
— ¿En serio? -el asintió- pues que mal
— Me dio a entender que ella no salía en su grupo con chicos y que yo no debería hacerlo tampoco, yo la creí
— Pero bueno eso te hizo tener más amigos -dije-
— Si Rodri y los chicos son los mejores -añadio- no los cambio por nada del mundo pero ahora me alegro de que me hayáis aceptado en cierta parte de nuevo
— Nunca te dejaría ir -dije y él me miro- quiero decir que nunca te diría que te fueses de ningún sitio -añadi poniéndome roja-
— No sabes lo guapa que estás cuando te pones colorada -añadio-
— No digas tonterías -añadi-
— Te lo digo en serio

Cuando nadie ve Where stories live. Discover now