Capítulo 14

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Era sábado por la tarde. Me estaba terminando de poner los zapatos cuando sonó el timbre de casa. Suspiré agobiada y fui rápidamente a abrir nada más acabar de atarme el zapato izquierdo. Iba con un pie calzado y uno descalzo. 

La sonrisa de Pablo me recibió nada más abrir la puerta. Iba vestido con su equipación blaugrana, aunque la parte superior la tapaba una chaqueta con el escudo en su pecho. 

-Mi hermana no mentía cuando decía que no ibas a estar lista

-¡Es que no encontraba los zapatos!

-Ya veo ya- dijo medio riéndose 

Volví a mi habitación y Pablo cerró la puerta para después seguirme. Cogí el otro zapato y me lo calcé antes de atarlo. Cogí un bolso que combinaba con mi conjunto y empecé a llenarlo de cosas que necesitaba. 

-Tengo un regalo para ti

Miré al jugador el cuál estaba apoyado sobre el marco de la puerta de mi habitación. Una sonrisa traviesa cubría sus labios. Abrió su mochila y sacó una camiseta del barça de la nueva temporada. Su sonrisa se acentuó cuando le dió la vuelta y pude ver su apellido con su número sobre el revés de esta. 

No pude evitar la sonrisa que surcó mis labios al recordar nuestra conversación frente a la copa de champions. 

Avancé hacia él y cogí la camiseta. 

-Se te va a subir el ego si me la pongo ¿eh?

-Creo que es el conjunto perfecto para ver tu primer clásico en el palco 

Negué con la cabeza pero me encerré en el baño y me cambié la camiseta que llevaba por la que Pablo me acababa de regalar. Me miré en el espejo y sonreí como una niña pequeña. Creo que el jugador no era consciente de que lo que me acababa de regalar no era una simple camiseta. 

Antes, cada vez que se revelaban las nuevas equipaciones y camisetas del Barça mi padre y yo mirábamos la que más nos gustaba e íbamos juntos a la tienda para poder tener la misma camiseta otro año más. 

Miré mi reflejo en el espejo, ahora con una nostalgia notable en mi rostro. Hace cinco años que esta pequeña tradición me toca hacerla sola. 

Unos golpes en la puerta me sacan de mis pensamientos. 

-¿Tana? ¿No sabes ponerte una camiseta o qué?

Rodé los ojos mientras una sonrisa cubría mis labios y abrí la puerta.

-¿Quieres ayudarme a ponérmela o qué?

El jugador mostró una sonrisa pícara sobre sus labios para luego mirar la camiseta que me cubría. 

-Estas preciosa 

Un ligero rubor cubrió mis mejillas y le di un empujón amistoso para poder coger el bolso y así que él llegará a tiempo para el calentamiento previo al partido. 

Finalmente nos montamos en su coche y condujo hacia el Camp Nou mientras íbamos hablando de todo un poco y yo intentaba quitarle un poco los nervios. Pablo dejó el coche en el parking y ambos bajamos de él. Nos encontramos al canario el cuál también acababa de bajar de su coche. 

-Bonita camiseta Aitana 

-¿A qué no sabes quién me la ha regalado?- dije siguiéndole la broma

-Me imagino que cierto jugador el cuál hoy está un poquito nervioso

Ambos miramos a Pablo, y este ya nos miraba con mala cara. Mientras abrazaba a Pedri a modo de saludo, el jugador andaluz terminaba de sacar sus cosas del coche. 

Acompañé a los jugadores hacia el túnel de vestuarios y Pedri se metió directo no sin antes despedirse de mi y Pablo se paró frente a mi. Se le notaba nervioso así que sin decirle nada lo abracé. Sus brazos me apretaron más contra él. Sabía que necesitaba este abrazo. 

-¿Tranquilízate vale? Vas a jugar espectacular 

El andaluz se separó un poco de mi y lo vi con una batalla interna en su cabeza. A la hora de jugar se ponía muy serio y meditaba mucho todo. 

-Tana es un clásico

-No por eso tiene más importancia, los tres puntos los podéis conseguir también jugando contra otro equipo

El jugador frunció el ceño y apartó la vista de mi. Su mente iba a toda velocidad. Le cogí la cara con las dos manos y le obligué a mirarme. 

-Pablo vas a jugar igual de bien que siempre, si vas a salir como titular no es porque Xavi quiera, es porque tu entrenador te ve capaz de comerte el mundo con la bola bajo tus pies, ¿me oyes?

Suspiró débilmente y asintió mirándome. Asentí yo también confiando en las palabras que le acababa de decir al jugador. Solté a Pablo e intercambiamos un par de palabras antes de que comenzara a caminar hacia los vestuarios para cambiarse. 

Me mordí el labio inferior cuando el mismo pensamiento que había cruzado mi mente hace un rato volvió a aparecer. Sin que mi cabeza pudiera meditar mucho las consecuencias mi boca ya estaba comenzando a hablar por mi.

-¡Pablo espera!

El jugador se dió la vuelta hacia mi y se detuvo en mitad del pasillo, confuso ante mi petición. 

Sin pensármelo dos veces corrí hacia él, pero mi fuerza de voluntad flaqueó al estar frente a él de nuevo. 

-¿Qué pasa Tana?

Era una tontería, y más antes de un partido. Negué con la cabeza mientras le sonreía.

-Nada, solo... buena suerte 

Le di la espalda para caminar hacia el palco. Casi hago una tontería de la que seguramente me hubiera podido arrepentir. 

Noté como tiraban de mi mano dándome la vuelta y cómo unos labios se estampaban contra los míos en menos de un segundo. 

¿Cómo hace este chico para leerme el pensamiento?

Pablo intensificó el beso poniendo una mano en mi nuca y otra en mi cintura y yo le rodeé el cuello con mis brazos. 

Ninguno de los dos sabíamos a ciencia cierta cuánto tiempo llevábamos esperando este momento pero parecía que ambos nos teníamos más ganas de las que queríamos admitir. 

Finalmente el aire nos empezó a faltar y nos tuvimos que separar. Una sonrisa cubría el rostro del jugador y otra comenzaba a cubrir el mío. 

-Eres muy fácil de leer, ¿sabes?

-Cállate- dije escondiendo mi cara en su pecho  

Noté como este vibraba a causa de su risa y como sus labios besaban mi cabeza. 

-Pensaba que te ibas a atrever a besarme porfin

Lo miré. 

-Era mi intención, pero me flaquearon las fuerzas 

Me dedicó una sonrisa.

-Ahora sí que me tengo que ir 

Le sonreí y lo atraje hacia mi para darle un beso corto. Nos acabábamos de besar y ya quería más de él. Noté la sonrisa del jugador contra mis labios. 

Finalmente Pablo se dirigió a los vestuarios y yo caminé rumbo al palco. 

¿Quién me iba a decir a mi que mi primer beso con el jugador iba a ser en el Camp Nou?


Nunca pensé que serías tú - Fanfic de Pablo GaviWhere stories live. Discover now