Capítulo 21

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Gavi

-¡Gavi! ¡Concéntrate de una vez!

La voz del míster resonó en mi cerebro mientras veía como el pase que había intentado hacer perfecto no salía como esperaba. 

Esta semana se me había hecho muy cuesta arriba, estaba más decaído, más distraído, más enfadado... todo dentro de mi era un cúmulo de sentimientos. 

Fruncí el ceño, intentado concentrarme de nuevo en el entrenamiento. Vi como algunos de mis compañeros efectuaban pases entre ellos, todos aquellos finalizados con éxito. El balón volvió a llegar a mi gracias al pase de Pedri. Me moví un poco con la pelota en los pies, disfrutando de hacer lo que más me gustaba. Miré a mis compañeros y amigos de equipo, intentando descifrar quien sería el mejor compañero para efectuar el pase perfecto. Opté por Balde, pero chuté con más fuerza de la necesaria, y el balón se acabo alejando de nosotros. 

Sentí la mirada de mi mejor amigo sobre mi, pero no pude devolverle la mirada. Sabía que esta semana estaba fallando mucho. 

-¡Chicos, ya está bien por hoy!- gritó Xavi a pocos metros de nosotros

Me giré sin mirar a ninguno de mis amigos, y fui directo a coger mi botella de agua. Mi mente estaba colapsada de los mil pensamientos que tenía últimamente en la cabeza. No dejaba de pensar en una cosa, y me frustraba el hecho de no poder solucionarla. 

Sentí como una mano se posaba sobre mi hombro, y en un instante Balde, Ansu, Ferrán y el canario formaban un círculo a mi alrededor. Los miré sin saber que decirles. 

Pedri fue el primero en hablar. 

-Es por Aitana, ¿verdad?

Cerré los ojos al escuchar aquel nombre otra vez. Mi corazón se contrajo un poco en mi pecho al recordar el tiempo que llevábamos sin vernos. Y es que, después del funeral de su padre y de darle el último adiós, la castaña se había encerrado en su departamento. Dejó de contestar llamadas y mensajes. Hacía una semana y media que no sabía nada de ella, y a decir verdad la echaba más de menos de lo que podía reconocer. 

-La echo de menos- dije finalmente en un susurro, pero supe que todos habían podido oírlo

El apretón que recibí por parte de Pedri me hizo girarme a mirarlo. Su mirada me transmitía paciencia, comprensión. 

-¿Has hablado con tu hermana sobre ello?- dijo el valenciano

Simplemente asentí. 

Mi hermana era la que me pasaba información sobre el estado de Tana. Era la única que tenía las llaves de su departamento, pero casi siempre que iba la pillaba dormida. Ella se aseguraba de comprobar que aunque la castaña no estaba pasando por su mejor momento, seguía comiendo y haciendo lo básico. Las pocas veces que había ido y ella estaba despierta, Tana no había abierto la boca. No hablaba con su mejor amiga, y eso me empezaba a preocupar. 

-Me ha dado las llaves de su departamento- dijo mirando a los cuatro chicos que estaban a su alrededor

Todos los miraron fijamente. 

-¿Vas a ir a verla?- dijo Ansu

-La verdad es que no aguanto un día más sin hacerlo- admitió, por fin

Y era la verdad. La castaña ocupaba la mayoría de sus pensamientos. No podía parar de preguntarse si estaba bien, si había comido, cómo estaría su cabeza, cómo estaría su corazón. Y aunque sonara un poco egoísta, tampoco podía parar de pensar en si ella lo echaba tanto de menos como él. 

Nunca pensé que serías tú - Fanfic de Pablo GaviWhere stories live. Discover now