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No sé cuántas horas llevamos viajando, solo se que es un poco más de un día, por que ya vi el amanecer y está a punto de anochecer.

¿Tan lejos me llevarán? El avión empezó a hacer turbulencias, señal de que estábamos por aterrizar.

— Ya llegamos muñeca, tu nuevo lugar.

No le contesté nada, el avión finalmente paró y bajamos de el, era una pista privada, por qué no se veía más aviones o el aeropuerto.

Un carro ya nos esperaba ahí y subimos, al salir de ese lugar y entrar a la ciudad, pude ver que estábamos en Corea, habían letreros en coreanos, llegamos aún lugar enorme, el carro entró a una cochera y luego bajamos.

— No esperaba que vinieras pronto Marcus.

— Te traigo a otra chica, mexicana.

— Date la vuelta cariño.

Me di la vuelta, de mis ojos solo salían lágrimas.

— Linda que es, pero no llores mi niña, aquí te vamos a tratar muy bien, claro, si me haces caso, ¿cuál es tu nombre?

— Tn Ta.

— Lindo nombre, tienes novio, esposo.

— No señor.

— ¿Eres virgen?

— Si señor.

— Ganaremos mucho dinero —sonrió.

— Bueno Dawoon, me tengo que regresar a México.

— Claro Marcus, solo pasa a mi oficina para darte el dinero.

Ese hombre se fue a donde el otro le dijo y a mi me llevaron a una habitación mucho más grande y bonita que en la que estaba anteriormente.

Estaba sentada en la cama, y entró una chica alta, muy bonita y con un vestido muy corto.

— Hola linda, soy Bella, ¿también eres de México?

— Si, soy Tn.

— ¿Te trajo Marcus? —asentí— A mi también, hace tres años.

— No quiero estar aquí —dije.

— Tampoco quería al principio, pero aquí se gana bien, me comentó que eres virgen, créeme que no te pondrá con ningún cliente aún, él buscará al mejor comprador.

— Pero no quiero hacer esto, quiero irme a casa, mi mamá está enferma del corazón y seguro está preocupada, si no aparezco ella puede morir.

— Lo siento mucho pequeña, en verdad.

— Hola mis niñas, ¿ya le dijiste a Tn que tiene que prepararse?

— En eso estoy Dawoon, le estoy explicando lo del trabajo.

— Muy bien, pequeña, tú puesto será de mesera por esta semana en lo que busco un comprador para tu virginidad, te aseguro que ambos ganaremos mucho. Si algún imbécil te quiere tocar, solo dime y lo mato, nadie puede tocarte.

— Señor Dawoon, hago lo que usted me pida, pero no quiero estar con nadie.

— Ay cariño, ganaremos mucho dinero, por ahora descansa, mañana empiezas a trabajar. Bella, vamos.

Los dos salieron de la habitación, como es posible que perderé mi virginidad con un hombre que no conozco, con un hombre que puede ser una persona mala, un anciano que se yo, nunca imaginé que esto sería así, desearía poder hablar con mi mamá, decirle que estoy bien para que no se preocupe.

Era de madrugada y volvió el señor Dawoon, y aproveché para pedirle un favor.

— Señor, quisiera pedirle un favor.

— Dime, solo no me pidas que te deje ir por qué eso no sucederá.

— No señor, quisiera hablar con mi mamá, solo para decirle que estoy bien, ella está enferma y no quiero que se preocupe y le pase algo.

— Está bien, pero se breve y no cometas una tontería.

Me dio un teléfono y estuvo ahí al pendiente, me dijo que pusiera la llamada en altavoz.

>¿Bueno?

> Mami, soy Tn, solo llamo para
decirte  que estoy bien, me
ofrecieron un trabajo en otra ciudad,
el pago es bueno y pronto juntaré
para tu operación.

> ¿Pero en qué trabajas? Necesito
verte mi amor, quiero saber que
en verdad estás bien.

> Estoy cuidando a una ancianita,
y pues tengo que estar día y noche
con ella, pero por dinero no te
preocupes, te mandaré dinero cada
semana.

> Esta bien hija, pero llámame
seguido, tu padre y yo ya íbamos
a ir a poner una denuncia, fuimos
pero como siempre teníamos que
esperar dos días, pero gracias
a dios estás bien, cuídate cariño,
y te amo.

> Y yo a ti mami, prometo hablarte
seguido, toma tu medicamento y
come bien.

> Si hija, también come bien.

— ¿Tu mamá de qué está enferma? —me preguntó.

— Está enferma del corazón, necesita una cirugía.

— Valla, aquí ganarás mucho y podrás pagar la operación, siempre y cuando hagas caso.

Por un momento pensé que me dejaría volver a mi país, pero fui tonta al pensar eso.

— Cada semana te dejaré hablar con tu mamá, y si te portas bien te dejaré hacer videollamada para que ella vea que estás bien, siempre y cuando obedezcas y no hagas tonterías.

— Gracias señor Dawoon.

— Bueno, bueno, ya duerme, por cierto, pon seguro a la puerta, abajo hay muchos borrachos y de repente suben con las otras chicas, no valla ser que suba uno y entre, cualquier cosa háblame.

— Si señor.

Dawoon salió de la habitación y yo me paré a ponerle seguro, me acosté pensando en mi mamá, al menos la dejé tranquila, no quiero que reciba emociones fuertes y su corazón se detenga.

Haré mi mayor esfuerzo para juntar dinero y tal vez pueda comprar mi libertad.

VENDIDAWhere stories live. Discover now