VENDIDA

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Llamada con Jisoo.

> Hola hermano, ¿a qué debo tu
llamada?

> Hola pequeña, te quiero pedir
un favor.

> Te escucho.

> Quiero que mañana vengas a
casa.

> Ay Namjoon, mañana voy a salir
con Jimin, iremos a Busan.

> ¿A qué irán? —pregunté, ese Jimin
no me gusta para nada.

> Iremos a dejar a un amigo de él.

> Te necesito Jisoo, sabes que nunca
te pido favores, pero realmente lo
necesito ahora.

> ¿Para que? Es algo importante
¿o que?

> Quiero que acompañes a una chica
a comprar un vestido de noche.

> Espera, ¿una chica?

> Si y no hagas preguntas, solo ven
por favor.

> ¿No me digas que la llevarás a
la fiesta de papá?

> Si, por favor ven, tengo que colgar.
Te amo.

Colgué la llamada con mi hermana y dispuse a seguir con mis pendientes, a veces trabajo desde casa, como hoy, no me quería encontrar con Siwon después de la pequeña discusión del sábado.

Así que mi secretaria me mandaba los pendientes por e-mail.

Un olor exquisito entró por debajo de mi puerta, era un olor a comida que no conocía.

Salí de la oficina y caminé hasta llegar a la cocina, estaba Tn dando la espalda, con un mandil sobre su cuerpo y frente a la estufa.

— Señor Kim, le dije a la señorita Tn que yo soy la que le preparo la comida a usted, pero es una necia que no me hizo caso.
—escucharla la hizo voltear.

— Descuida Dan, si ella quiere cocinar, lo puede hacer, al final es su casa también.

Tn nos veía pero no decía nada, y al escuchar mi respuesta sonrió Levemente.

— ¿Qué haces? —me acerqué a ella.

— Es una comida típica de mi país, fue un estrés conseguir los ingredientes.

—¿ Y como fuiste al súper?

— Me atreví a pedirle a tu chofer que me llevara y amablemente lo hizo.

— Bien, huele delicioso —sonreí.

— Espero te guste. — sonrió sin mostrar sus dientes.

(Escojan su platillo mexicano favorito)

Luego de unos minutos fue a la sala donde yo estaba sentado y me dijo que ya podía sentarme.

Sirvió dos platos y los llevó a la mesa y se sentó frente a mi y se me quedó viendo como esperando a que fuera yo el primero en probar.

Tomé un cuchillo y un tenedor para poder tomar un bocado, al tenerlo lo metí a mi boca y cuando sentí los sabores abrí mis ojos como platos, esto era realmente sabroso.

— ¿Y bien? —sonrió.

— Delicioso, realmente delicioso.

— Me alegra que te gustó, quería darte un poquito de mi país.