VENDIDA

O5

Dos semanas después.

Entré a la habitación después de una larga noche, gracias a Dios me ha tocado hombres que solo pasan el rato tranquilos, algunos platican, otros simplemente bebían y se iban a sus casas, he ganado muy buena propina, y lo que junté en dos semanas se los deposité a mi mamá, ayer en la madrugada hablé con ella, me duele mucho esto, ella no tiene idea de todo lo que me está pasando, si no, ya hubiera muerto.

Me desmaquillé y bañé para irme a dormir, mi cuerpo y ropa olía a cigarrillo, pues la mayoría de las personas fuman, y el lugar se impregna a ese olor.

En cuestión de minutos me quedé dormida, me sentía muy cansada, y el sentir las gotas de agua en mi cuerpo me relajó mucho.

Bella estuvo con un hombre, era un hombre feo, creo que un poco más mayor que el señor  Dawoon, no se como le hace para soportar ser tocada por alguien así, si eso me pasará no creo que pueda soportar, con el simple hecho de pensar me causa náuseas.

Solo espero algún día poder irme a casa y ver a mis padres.

///
A medio día desperté, me di un baño y me puse ropa cómoda por qué hoy me toca hacer limpieza en el bar, junto a otras dos chicas más, todas las noches es un asco, líquidos regados en el piso, y hablo de alcohol y orina, algunos hombres que terminan demasiado tomados, se orinan encima de su ropa.

Comenzamos a barrer y al último trapear bien y limpiar los muebles y mesas, tardamos al rededor de tres horas, y nos tomamos un descanso.

— Tn, Dawoon te llama. —dijo Luna, una de las chicas.

— Gracias.

Caminé hasta llegar a la oficina del señor Dawoon, tenía un cigarrillo y un vaso con wisky a un lado.

— Toma asiento linda.

— Gracias señor Dawoon, para que me mandó a llamar.

— Para decirte que te prepares, alguien compró tu virginidad, y será hoy.

— Señor, no quiero hacer esto.

— Lo siento, pero así es esto, piensa, ambos ganaremos mucho dinero, y créeme qué pagó mucho dinero por ti, solo no la cagues.

— Si señor.

Tengo miedo, no sé qué tipo de hombre es, no sé si es joven, anciano, tengo miedo ¿y si es alguien malo?

Me fui a la habitación Bella estaba depilándose las piernas, me vio angustiada y dejó de hacerlo.

— ¿Te pasa algo cariño? Estás muy pálida.

— Llegó el día Bella, hoy pasará lo que no quería.

— Por Dios, lo siento tanto —me dio un abrazo.

— Me dijo Dawoon que me prepararas.

— No quiero ser yo quien lo haga, me siento mal por ti, pero tengo que hacerlo, lo siento.

— Descuida, no tienes la culpa, dime qué hacer.

— Primero un  baño de burbujas para que te relajes.

Fuimos a la tina y preparó todo, puso diferentes productos que hacía burbujas y a demás olían delicioso, me quité la ropa y entré a la tina, el sentir el agua tibia me ayudaba a no pensar en eso.

Luego de media hora salí del baño, Bella me dio una lencería muy provocativa, en color negra, la verdad era muy linda.

Me cambié, y luego me ayudo a escoger el vestido y tacones que usaría, me maquilló y planchó el cabello, al último me puse la ropa restante.

— Estas lista, y te ves hermosa Tn.

— Gracias Bella.

Estaba lista, solo me tocaba esperar a que Dawoon viniera por mi, me dijo que había preparado la habitación para que mi primera vez al menos fuera bonita.

Estaba nerviosa, todo mi cuerpo temblaba, me estaba mordiendo las uñas, hasta a qué se abrió la puerta y vi entrar a Dawoon, con una sonrisa.

— ¿Lista?

— No, tengo miedo.

— Tranquila, le pedí que fuera gentil contigo.

— Aún así, tengo miedo. —tenía la mirada abajo.

— Solo no llores, se arruinará tu maquillaje, es hora de irnos.

Salimos de mi habitación y subimos al tercer piso, que es donde están los cuartos para los privados.

Llegamos a una puerta, y le dio unos pequeños golpes, hasta que escuché un "adelante".

— Entra, y no hagas una tontería, recuerda que está de por medio mucho dinero para ambos, tanto que con eso podrías pagar la operación de tu madre.

— Está bien, daré lo mejor de mi.

— Esa es mi chica. —sonrió.

Giré la perilla para abrir la puerta, y vi a un hombre mayor sentado en la esquina de la cama, mis lágrimas amenazaban con salir, era como lo imaginé, uno de esos hombres pervertidos que solo buscan niñitas para tener sexo, que no les importaría si fueran menores de edad.

— Hola. —dije tímida.

— Hola, Tn, ¿cierto?

— Si.

— Soy Han U Jin, Dawoon me dijo que eres hermosa, pero no pensé que tanto.

— Gracias señor Han.

— Solo dime U Jin.

— Está bien,U Jin.

— Pero acércate, no te lastimaré.

Ni siquiera podía caminar, no quería hacer esto, al menos no con este hombre.