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— Bueno mi querida Tn, el señor Kim Namjoon te ha comprado, podrás irte de este lugar, me duele que te tengas que ir tan pronto.

No podía decir una palabra, tenía muchas emociones, pero la que más sentía era miedo, no sé si este señor Kim sea bueno, o me quiera para otras cosas, por qué tan de repente me "compró".

— Es hora de irte Tn, pero antes de que te vallas, esto es tuyo.

Sacó tres fajos de dinero, no sé cuánto tenga ahí, pero me lo dio.

— Con esto podrás pagar la operación de tu madre y un poco más, ¿ves que no soy tan malo?

— Gracias señor Dawoon.

— De nada, señor Kim, Tn ahora es suya.

— Hasta luego Dawoon, vamos Tn.

Salimos de ese lugar que fue mi hogar y mi trabajo por dos semanas, prometí a Bella que la buscaría, antes de irme a mi país, si es que me dejaba ir el señor Kim.

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— Este es mi humilde hogar, pasa.

— Gracias señor Kim.

— Solo dime Namjoon, soy mayor que tú, pero aún estoy en mis veintes.

— Esta bien Namjoon.

— No he preparado una habitación para ti, por qué no sabía que esto pasaría, pero toma la habitación de invitados, más adelante mandaré a arreglar una habitación especial.

— Gracias, sobre la habitación no hace falta, puedo quedarme en la de invitados, con que tenga una cama donde descansar estaré más que agradecida.

— Bien, ahora ve a descansar.

Me indicó cuál sería mi habitación, era una pieza a muy grande, parecía una casa, para ser la de invitados es muy linda.

Me di un baño y al salir me cambié con mi pijama, luego me fui a la cama, no podía dormir, el recuerdo de ese hombre tocándome volvía a mi y me daba asco.

Gracias a Bella que llegó a tiempo, sino no sé qué sería de mi, ese hombre me hubiera violado y golpeado más.

Pero aún tengo una duda ¿que intenciones tiene el señor Kim conmigo?

Bajé a la escaleras y fui a la cocina para tomar un poco de agua, pero no encontraba los vasos.

— ¿Buscas algo? —dijo detrás detrás mi.

— Aah Namjoon me espantas —toqué mi pecho— Busco un vaso.

— Están aquí— me arrinconó entre la mesita y él y levantó la mano para sacar el vaso.

— Gracias.

— ¿No puedes dormir? —me miró.

— No, la verdad tengo miedo.

— ¿Miedo? —frunció el ceño.

— Cierro los ojos y aparece el recuerdo de ese hombre.

— Se que es algo traumático lo que viviste, gracias a dios que no pasó algo peor, y que Bella se dio cuenta que tu eras la chica que estaba gritando.

— También gracias a ustedes que entraron.

— No tienes nada de que agradecer, toma un poco de leche caliente y ve a dormir, eso te ayudará a conciliar el sueño.

— Gracias Nam.

Él se fue y yo tibie un poco de leche, al estar lista la tomé y me fui a la cama.

Poco a poco me quedé dormida, hasta perderme en mi sueño.

Namjoon.

Desperté temprano, me di un baño y me arreglé para ir a trabajar, Siwon y yo somos socios en una empresa de publicidad, pero a parte tengo mi propia marca de ropa.

— Buenos días señor Kim, ¿desea algo de desayunar? — Dan, la chica que me ayuda en la casa llega a las seis en punto.

— Buenos días Dan, prepara café, prepara dos tazas.

— ¿Dos, señor? —sonrió.

— Así es, tengo una invitada.

— Ah, muy bien.

Dan es una chica de treinta años, es linda, pero no es mi tipo, es evidente que le gusto.

— Buenos días —escuché la voz tímida de Tn.

— Buen día Tn, toma asiento ahora te sirven el desayuno.

— Gracias Namjoon.

— Aquí está el café señor Kim —dijo Dan.

— Gracias Dan, ella es Tn, vivirá conmigo y a partir de hoy, también puede dar órdenes en mi casa.

— Mucho gusto —dijo aún tímida.

— Mucho gusto, soy Shin Dan Nah..

— Tn Ta —sonrió.

— Te puedes retirar, no, espera, Tn gustas algo más de desayunar, con confianza pídelo.

— Con el café es suficiente Namjoon.

— Perfecto, retírate Dan.

— Si señor.

Bebíamos el café, por mi parte leía el periódico, y ella veía al rededor de ella.

— ¿Que harás hoy?

— Pues no tengo mucho que hacer, no conozco la ciudad y mi única amiga es Bella, que ahora debe estar dormida.

— ¿Quieres ir al centro comercial?

— No conozco mucho, me da miedo perderme.

— Por eso no te preocupes, mi pequeña hermana puede ir contigo. Se llama Jisoo, es de tu edad, seguro se llevarán bien, avísame si quieres salir para decirle a ella. Este es mi número —le di una tarjeta.

— Gracias Namjoon.

— De nada, ahora me voy a trabajar.

Me despedí de ella y salí de la casa junto a mi chofer que me esperaba en la entrada, no me gusta manejar.

Bueno, en realidad soy un peligro al volante, ni siquiera tengo licencia de conducir.

Y estoy mejor así.

VENDIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora