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Han pasado dos meses y con ello muchas cosas, soy novia de Namjoon, dormimos juntos, su madre ha venido a la casa y siempre que viene me mira mal, igual o peor a como me mira Dan.

La tal Irene también ha venido en dos ocaciones junto a la señora Kim y Jisoo, pero le importa poco que sepa qué Nam y yo somos novios, siempre está de encimosa.

También he hablado con mi madre, ya recibió su cirugía y se está recuperando muy bien. De algo sirvió ese dinero que me pagaron.

A Bella la he visto un par de veces, la última vez la vi golpeada, pues un tipo quiso tener sexo y al resistirse, la golpeó.

— Hola cariño, ya estoy en casa.

— Hola Nam —fui a abrazarlo.

— Muero de hambre —sonrió.

— Lo que hice te encantará.

Hoy preparé una comida muy típica, flautas de pollo, las preparé con todas sus verduras y lo llevé a la mesa, se quedó fascinado con solo ver el plato.

— Seguro saben deliciosas como todo lo que has hecho.

— Pruébalas y verás —dije.

— Me encanta — dijo con la boca llena.

Tocaron el timbre y Dan fue a abrir, luego llegó a la mesa.

— Señor Kim, su madre está aquí.

— Gracias Dan, ya puedes irte a casa —dijo viendo su reloj de mano.

— Gracias señor.

Terminó de comer y salimos a la sala donde se encontraba ella y esa tipa, Irene.

— Madre, qué sorpresa.

— Hola cariño —sonaba preocupada.

— ¿Pasa algo? —dijo mi novio.

— A Irene la han corrido de su casa, por una discusión tonta con su padre, y venimos a qué le des hospedaje unas dos semanas.

— ¿Que? No, para nada.

— Por favor Namu, en verdad te necesito.

— Ve a casa de mi madre.

— Jisoo no la quiere allá, sabes que no se llevan.

— Pues a un hotel, a demás vienen así como si nada, yo tengo que consultarlo con Tn.

— Y por qué con ella —dijo su madre.

— Por qué ella es mi mujer, y está es tanto mía como de ella.

Mi corazón se sentía alegre al escuchar esas palabras, pero yo me mantenía seria, solo atenta a esa conversación.

— Seguro tu mujer, comprenderá la situación, ¿cierto querida? —me preguntó la señora Kim alzando una ceja.

— Si Tn dice que no, se van, ¿qué decides tú amor?

— Puede... quedarse —me arrepentí al instante.

— Gracias Tn, en verdad te lo agradezco tanto. —sonrió, hipócritamente claro.

— De nada — sonreí levemente.

— Bien, puedes instalarte en una habitación, nosotros nos retiramos a descansar.

— Claro, adiós mi niña, cuídate. —le dijo a Irene— Adiós Tn.

— Hasta luego señora Ki... —ni siquiera me dejó terminar cuando se dio la vuelta y se fue.

— Disculpa a mi madre amor, vallamos a nuestra habitación.

— Namu, yo donde dormiré.

— Aaagh!, síguenos.

Fuimos por el pasillo, y la instaló en la habitación más lejana a la de nosotros.

— Buenas noches Namu —se acercó a él y le dio un beso en la mejilla, pero él la alejó rápidamente, sabía que me estaba provocando y quería arrancarle esos cabellos falsos.

Nam no dijo nada, solo la dejó ahí y nos fuimos a la habitación.

— ¿Por qué aceptaste cariño?

— Es que de por si no le caigo a tu mamá, si no aceptaba, menos me va a aceptar a mi como tu novia.

— Sabes que no me importa la opinión de ella, ¿cierto? —asentí— Yo te quiero a ti y solo a ti, créeme que nunca te lastimaría, y lo sabes.

— Lo sé mi amor, yo siempre confío en ti, y si sucediera algo siempre te daré la oportunidad de que me expliques, al igual que yo quiero que confíes en mi.

— Confío plenamente en ti, cielo. —me dio un beso— ¿Te parece si vemos una película?

— Si.

Vimos una película de terror, no me asusta en lo absoluto y menos a él.

Irene.

Cariño, debes hacer todo lo posible para alejar a esa tipa de mi hijo, sabes que yo quiero que tú seas su esposa.

— Lo haré señora Kim, usted ha sido como una mamá para mi, después de que la mía muriera.

— Gracias querida, ahora el plan es que te mudes a la casa de Nam, ¿dos semanas serán suficientes?

— No lo sé, pero estando ahí no creo que me corra.

— Tampoco lo creo, bien, entremos.

Por suerte la tipa me dejó quedar, estaba dudando de su respuesta pero fue favorable, ahora sabrás de lo que soy capas por el hombre que tanto amo, y que conozco mejor que tú, maldita mexicana.

VENDIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora