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𝔸𝕕𝕧𝕖𝕣𝕥𝕖𝕟𝕔𝕚𝕒𝕤: 𝐍𝐢𝐧𝐠𝐮𝐧𝐚.
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2014
La base estaba ocupada hoy... Un nuevo envío de reclutas había sido llevado a la base para recibir sus órdenes y reunirse con sus equipos... Un grupo de soldados había regresado a la base de su última misión. Los oficiales al mando estaban en alerta máxima y ladrando órdenes... Un día típico si lo preguntas más, pero para ti... Parecía que nunca terminaría. Si bien no había olores a muerte ni gritos de derrota... Había un desastre que hacer y heridas que atender.
"Hola cariño", la enfermera jefe Stephanie entra en la bahía médica, dándote una mirada amarga, "Parece que tienes uno más que se nos escapó entre los dedos... Lo encontré discutiendo con Laswell, ella me hizo arrastrarlo hasta aquí yo misma... Tengo que atender a los pacientes 3 y 4... Diviértete".
Escuchas los fuertes pasos y sientes que el aire en tus pulmones se convierte en hielo sólido mientras miras al hombre.
Alex Keller.
Es popular en la base, amigable, encantador y coqueto además... Pero Dios, es guapo. Has atendido a Alex en más de una ocasión, le gusta ponerse en la línea de fuego protegiendo a quienes lo rodean.
Y mientras aplaudes su coraje, se ha convertido en un viajero frecuente tuyo debido a una variedad de lesiones... Alex entra a la bahía médica, está cubierto de sudor, mugre, tierra y sangre; se pueden oler los más mínimos toques de gasolina y su colonia.
"Alex", te aclaras la garganta, "¿Qué pasó esta vez?" Alex te da su sonrisa premiada y se acerca a ti; notas la cojera: está favoreciendo su lado derecho, con rayas de sangre cubriendo su camisa y acariciando su brazo.
"Bueno, ya me conoces, cariño... Recibí un balazo en el hombro y estoy bastante seguro de que me torcí un tobillo... Pero algunos dirían que lo hice para poder venir a ver tu cara bonita". Lo estás escuchando, buscando los elementos necesarios para sacar la bala de su hombro y los vendajes necesarios para ayudar a detener el sangrado. "Bueno, ya sabes, quítate el taladro, el chaleco y la camisa, así que puedo echarte un vistazo".
