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La primera vez que Kyle te conoció, todavía era un novato y lo enviaron a buscar leche con su compañero para recopilar información. No era una parte apasionante del trabajo, pero era necesaria. Y a Kyle no le importó mucho. Le dio tiempo para observar y aprender.
Estaba convencido de que no sería un novato por mucho tiempo.
Su compañero sugirió parar a tomar un café en el camino de regreso y Kyle estuvo de acuerdo.
En el momento en que entraron a la tienda, afortunadamente vestidos con ropa informal, hizo un barrido rápido. Se estaba volviendo costumbre.
Excepto que sus ojos se fijaron en ti y nunca se movieron más. Eras fácilmente la persona más hermosa de la habitación para él, y siguió a su compañero por costumbre.
"¿Qué les puedo ofrecer?" Tu voz lo sobresaltó un poco. Principalmente por el acento. Americano. No es algo que haya oído con tanta frecuencia.
Kyle apenas prestó atención a lo que pedía su compañero, y él mismo escogió algo azucarado del menú, porque lo dulce era lo único que tenía en mente. La forma en que las comisuras de tus ojos se arrugaron con tu sonrisa, la forma en que la luz reflejó tu cabello. Dulce.
Ni siquiera le importó las burlas de su compañero por la bebida azucarada.
Tus ojos se encontraron con los suyos y se mantuvieron durante dos de los momentos más largos de su vida antes de parpadear y agachar la cabeza. Pero no fuiste muy lejos, simplemente bajaste por el mostrador para preparar sus bebidas.
