Extra:2

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Este capítulo tiene contenido sexual, así que si no les gusta no lo lean y omitan comentarios.

En algún punto después de la última tarjeta.

Jimin nunca fue un gran fanático de las mañanas, el sol no era exactamente su mejor amigo. Desde pequeño, durante la escuela media e incluso hasta su último día como universitario. En su primer trabajo y hasta hace algunas semanas. Park Jimin y la luz del día no eran muy compatibles que digamos.

Pero hacía un tiempo que las mañanas no parecían tan malas. La luz había dejado de despertarlo por dar directo hacia sus ojos, ya no despertaba malhumorado por los sonidos de los pájaros fuera de la ventada. Muy por el contrario ahora las mañanas eran parte de su rutina favorita.

¿Por qué?

Pues Jimin llevaba algunos días, durante ya varias semanas, amaneciendo en una cama que no era la suya, despertando entre sábanas sumamente suaves, rodeado por los brazos de un chico solo tenía que sonreír para hacerlo suspirar.

Abrir los ojos y encontrarse a Kim Namjoon era sin duda la mejor vista. Le era imposible no sonreír cuando Namjoon le decía algún mote cariñoso cuando veía que ya estaba despierto, dejando un besito en su mejilla justo después. Jimin se sentía derretir en esos momentos, solo queriendo hacerse bolita y acurrucarse toda la vida envuelto en los brazos de su hyung.

Cada mañana era diferente, algunas veces eran la cosa más cursi compartiendo besos pequeños, Namjoon dejando casi sin aliente al pequeño Jimin por la cantidad de besitos en todo su rostro haciéndole reír como a un niño pequeño, otras por el contrario eran algo más que solo besos y palabras dulces.

Llegando a las caricias sin rumbos fijos, a los besos distribuidos más allá de las nejillas y con ellos sonidos más que risitas y motes cariñosos.

Jimin no imaginaba que Namjoon lo despertará de ese modo.

Pero paso.

Un fin de semana cualquiera. Un sábado cualquiera. Las caricias en su cintura se sintieron maravillosas. Ese día precisamente había amanecido dándole la espalda a Namjoon, así que las caricias que este le daba en su cintura prontamente se pasaron a su estómago. El cual debido a sus movimientos por la noche había quedado al descubierto -solo un poco- al levantarse su camiseta.

Sintió las manos de Namjoon a penas y tocarle. Lanzó un sonido de puro gusto que hizo reír a Namjoon, quien no tardó en besarlo detrás de su oreja causándole escalofríos.

Si hubiera sido como cualquier día, las cosas se hubieran detenido ahí, quizás a lo mucho otro par de besos antes de que uno se levantara de la cama o que iniciaran una conversación trivial.

Pero no. Namjoon siguió tocándole, llevándose a su paso la camiseta de Jimin hasta dejarlo sin ella. El menor sonrojado no giraba su cuerpo para encarar a Namjoon.

Las caricias del mayor lo recorrían casi con cuidado, pasando sus manos por sus costados, subiendo por su pecho y descendiendo casi hasta la cinturilla de sus bóxers. Se mantenía regando besos descuidados a lo largo de su cuello, hombros y unos pocos por sus mejillas.

Jiminno quería quedar como un desesperado, pues aquellos roces ya le estaban causando jadeos y se le estaba empezando a dificultar el tomar aire. Y ni hablar de lo que ocurría en la parte sur de su cuerpo.

-¿No me besaras hoy Jim? -Namjoon habla respirando en su oído. Su voz sonando baja y casi adormilada.

Jimin solo tardó dos segundos en tomar una buena bocanada de aire para girarse y encontrarse con el dueño de la sonrisa más tierna que había visto nunca.

Flores para Namjoon[nammin]Where stories live. Discover now