7. I actually like motorcycles

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Casi respiró aliviado, el base, cuando se dio cuenta de que el entrenador no había notado ninguna actitud extraña por parte de su hija hacia él, al contrario, le había dado las gracias por introducirla en su grupo. Mientras recogía la toalla y el balón, que había dejado solos en el jardín, y los volvía a guardar en el petate junto a la canasta de la casa de los Cabello, se encontró pensando en lo que estaba ocurriendo este mes con la joven cubana. Su padre debía de conocerla bien, así que si no notaba nada extraño o travieso en las acciones de su hija, tal vez Lauren sólo debía de haberse equivocado con ella.


A Lauren le encantaba reflexionar, era más fuerte que ella, a menudo conseguía con facilidad alejarse del mundo exterior, enfrascada en sus propios viajes mentales, tanto que en ese instante no se percató del chirrido de la puerta trasera del chalet, donde una Camila en vaqueros y sudadera salió al jardín.


"Lauren..." al oír su nombre, la base casi se estremeció.


"Hola, Camila. No te he oído entrar".


"Papá me dijo que te ibas."


"Sí, de hecho tengo un trabajo importante esperándome en casa"


"¿Seguro que no quieres quedarte a cenar?"


"Oh, tu padre me acaba de invitar a una ducha", se ríen los dos.


"Sí, déjalo en paz, tiene maneras todas las suyas. Después de la ducha iba a pedirte que te quedaras a cenar.".


"Te lo agradezco, Cam, tal vez en otra ocasión.", el chico se recoge el pelo en un semirecogido, dejándolo en la parte trasera de la cabeza, suelto.


"Bueno... ¿Qué necesitas hacer con tanta urgencia?".


"Eres una chica curiosa, ¿eh?".


Los dos se devuelven miradas divertidas, caminando lentamente hacia la salida del jardín, Lauren llevando su bolsa de lona al hombro.


"Necesito recomponer mi moto, no soporto tener que andar o coger el autobús".


"Larga noche, quiero decir."


"Sí... El garaje pedirá clemencia esta noche". 


"¿Puedo ir contigo?"

Ante esa petición Lauren se preguntó mentalmente por qué demonios le pediría pasar la noche en su garaje si una chica no estaba interesada en él. También hay que decir que Lauren sabía muy bien que sería mejor no tener contactos largos con la chica, para no meterse en problemas con su entrenador, esta frase se la repetía cada vez que la cubana asomaba en sus pensamientos, pero cuando estaba con ella, no podía mentir a sus instintos y despegarse. Le gustaba estar rodeado de gente, y no iba a rechazarla por un simple rumor, que al final no era tal, pero intentaba aparentar lo contrario.


"No creo que puedas divertirte mucho viéndome arreglar la moto toda la noche".


La hija del entrenadorWo Geschichten leben. Entdecke jetzt