CAPÍTULO 29

1 0 0
                                    




LOGAN

Como duele tener que verla a los ojos y saber que será la última vez que la vea.

Os preguntaréis por qué sabíamos que no nos volveríamos a encontrar en ningún sitio. La respuesta estaba clara. Quería mudarme a Italia, terminar allí la universidad. Encontrarme después de tantos años perdido. Quería irme a un lugar desconocido, un lugar que nunca antes había pisado. Un lugar en el que encontrarme.

Porque Boston nunca fue mi sitio, París fue un sueño e Italia me atraía por algo que desconozco.

Y, al saber que estaría tan lejos de ella, solo podía preguntarme:

¿Cómo sabríamos si el otro llegó a ser feliz de verdad?

- Kylie - la llamo mientras veo como se queda viendo la Torre Eiffel después de haber estado allí arriba.

Nos encontramos en el Pont des Arts con unas vistas preciosas. Aunque la vista más preciosa que había visto hasta ahora era aquella que tenía al lado.

- Dime - contesta centrando su atención en mí.

- Siento no haber comprado antes uno de esos candados, pero si quieres podemos hacer algo diferente.

- ¿Como que?

- Quiero que me prometas algo.

- Te escucho.

- Cuando nos hayamos separado y cada uno siga por su lado quiero que mires a la luna por lo menos una vez cada noche. Quiero que recuerdes aquel cuadro que pintamos juntos. Yo haré lo mismo. Así sabré que no me has olvidado. Así sabrás que no te olvidaré nunca.

Puedo observar cómo sus ojos se han ido cristalizando cada vez más mientras asiente con la cabeza:

- Te lo prometo, Gargamel.

Ella me acoge la mejilla y me acaricia con ternura mientras yo hago lo mismo con ella con las dos manos. Fue cuando lo dije:

- Te amo.

Nunca se lo había dicho antes por miedo. Ese miedo de que me abandonara si se lo dijera como pasó con Sophie. Cuando se lo confesé y a la mañana siguiente murió en mis brazos.

Pero Kylie nunca fue Sophie. Nunca lo sería jamás.

Porque Kylie era luz, era color. Era tantas cosas a la vez que podía alcanzar la luna cuando y donde quisiera como aquella noche. Y yo había sido testigo de aquello.

- Es una pena que nunca pudimos amarnos como nos merecíamos.

- Siento no haber podido ser de otra manera, siento no haber sido lo que tanto mereces. Lo siento de verdad, Kylie.

- Y yo siento que pienses de esa manera.

La miré como la primera vez, cuando supe que marcaría mi vida hasta sin conocerla. Cuando supe que se marcharía también.





..........





Fuimos a almorzar a uno de los restaurantes que había por la zona. Nos pasamos todo el día recorriendo cada rincón de la ciudad, incluido el museo del Louvre. Acabamos agotados cuando caímos rendidos en la cama después de cenar en un sitio elegante y bastante caro que pagué por mucho que Kylie insistiera.

- No te duermas aún, Gargamel, tenemos que mirar la luna.

- Pero aún estamos juntos.

Ella me mira incrédula mientras enarca una ceja y me sacude para que me levante de la cama donde ambos estábamos abrazados hace unos segundos. Sigo sin levantarme porque me da pereza.

Demasiado romántico he sido todo el día, no me juzguéis.

- Levántate, vamos.

Lanzo un suspiro dramático mientras le hago caso y me levanto. Antes de llegar hasta ella que ya está asomada en la ventana, me la quedo mirando por unos segundos.

Si supieras que sería capaz de traerte la luna hasta tus brazos para hacerte feliz...

Me acerco a ella lentamente sin quitar la vista de su vestido rojo ajustado y su cintura. La abrazo por detrás colocando mis manos en su cintura mientras ambos tenemos la mirada perdida en la luna. Dejo un beso en su cuello después de apartarle el pelo hacia un lado. Aún así de arreglada y maquillada, puedo oler su característico olor a pintura.

- Buenas noches, pequeña Ky.

- Buenas noches, Logan.





_________________________________________________

Espero que os haya gustado Დ



-Estrella_CaRo

Solo aquellas noches (Bilogía)Where stories live. Discover now