El pasado no define tu futuro...

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Lionel miraba las grandes extensiones de mar frente a el mientras timoneaba su barco y miraba a sus marineros trabajar, todos entre risas y bromas, se sentía vacío y solo apesar de estar rodeado de gente.

Dió un suspiro no pudiendo evitar mostrarse frustrado ante la cruda realidad que lo atormentaba solo a el, llevaba años buscando una sirena o un tritón para por fin poder curar a su padre.

Hace años que ocurrió aquel suceso que lo dejo marcado para toda el resto de su vida, apenas y tenía 14 años cuando ocurrió todo.

Aquella tarde no sabe exactamente como ocurrió pero su padre Jorge Messi ahora estaba postrado en cama y el sin la posibilidad de ir a verlo, desde que tenía memoria su padre había estado enfermo de un cáncer terminal que le consumía su vida lentamente pero jamás se habían dado cuenta hasta que fue demasiado tarde para intentar hacer algo.

Sin duda su viejo era más resistente de lo que parecía, aún así quería que viviera un par de años más antes de abandonar el mundo, sus planes iban bien.

Pero un día cuando llegó a su casa fue recibido con una cachetada de su madre, la mirada acusatoria de todos sobre el, corrió hacia la habitación de su padre encontrando lo postrado en cama.

¡TODAVIA TE ATREVES A VERLO! - grito su madre entre lágrimas para tomarlo del cabello y llevarlo a la sala.

Antes de que le pusieran una mano más encima, escapó de su hogar, llegando a conocer a un hombre llamado Guardiola.

— wow, dios pibe ¿Te encuentras bien? - Cuestino el hombre mayor.

Messi tembló entre sus manos, sabía que su familia lo seguía para darle su merecido pero el no sabía que había pasado para que su padre haya entrado en ese estado, había salido desde temprano a buscar la comida de ese día por lo cual no había estado toda la mañana en su casa.

— Me incriminaron - dijo asustado mientras temblaba.

El ruido que hacia la familia Messi llamo la atención de Guardiola, más cuando Messi tembló aún más fuerte entre sus brazos, tomo al pequeño de la mano y corrió con el hasta su navío ordenando que ya nadie bajara de el lo cual extraño a su tripulación

— ¿Están todos? - cuestino ante lo cual uno de sus marineros asíntio - corres con suerte hijo.

— ¡ELEVEN ANCLAS! - dió un grito estrepitoso - ¡YA, YA, YA!

Messi corrió con suerte de que todos los marineros estaban abordo del navío, observo como lentamente el barco se despegaba del muelle y su familia solo lo maldecia mientras lo veían alejarse, sus gritos se hacían más lejanos hasta que ya no los escucho más.

Desde aquel día comenzó con su obsesión por demostrar que el era inocente y volver a ver los ojos de su padre, escuchar su voz, oír sus reclamos por irse tanto tiempo de casa, solo quería volver a su hogar, por ello buscaba a esas criaturas tan fascinantes por los rumores que habían de ellos, su huesos, sangre, la mas minima parte de ellos contenían propiedades curativas que eran capaces de curar todo, absolutamente todo, hasta las enfermedades más mortales.

Y Messi estaba convencido que ese era su llave para volver a su hogar.

No fue raro que a sus 12 años cuando le detectaron el cáncer en su última etapa a su padre, el joven Messi comenzará a buscar una cura apesar de ser aún un crío, lo único que quería era ver a su padre animado y jovial como cuando tenía menor edad, no tenía la más mínima idea de que era lo que buscaba, talvez solo encontraría aquella cura al otro lado del mundo, pero lo seguiría buscando ahora que tenía esa posibilidad, para poder continuar con su busqueda tuvo que consolidarse como un mercenario a sueldo para años más tarde al cumplir 17 poder ser parte de un navío para seguir su búsqueda, no tardó tanto como pensaba cuando llegó al navio llamado Barcelona FC el mismo que lo saco de argentina aquel día de la tragedia.

Se llevaba particularmente bien con todos en el navío, pero aún así la culpa no lo dejaba vivir como debía, ni su obsesión con aquellas criaturas.

— Hey Lionel mira eso - grito Pique mientras terminaba de cocinar la cena de aquella noche.

Era un hermoso pez espada que se veía genial con el brillo que la luna ofrecía, el pequeño animal buscaba alimento o en su defecto comerse a uno de ellos, pues golpeaba un poco el barco como si buscar tirar a uno de arriba.

Es cierto que en el navío había una gran diversidad pero una cosa mala era la poca higiene que había en el navío, una noche como cualquier otra Messi comenzó a sentirse mal se sentía tan cansado que ya no daba una y al cabo de 2 días la curandera del pueblo le detecto Tifoidea, casi muriendo pudo salir de la enfermedad gracias a una medicina que había echo la mujer con sangre de sirena.

Eso le interesó y le contó la situación en la que encontró a su padre y de su cáncer que padecía, aquella muchacha comenzó a buscar recetas intentado descubrir algún remedio eficaz.

— Para curar esa enfermedad, necesitamos el corazón de un tritón aún latiendo - le indico la mujer con preocupación.

— aún así gracias Anto.

La mujer nego un poco brindándole una sonrisa de tristeza pura y luego lo abrazo.

•••

— ¡CAPITAN! - el grito de Di María lo saco de su ensoñacion — ¡NOS ATACAN!

Ya no había momento de pensar, de arrepentirse, de pensar en que hubiera pasado si.., tampoco de recordar era hora de actuar, de demostrar porque era temido en todas las regiones porque su nombre resonaba por dónde pasaba, desenfundó su espada y dió la vuelta al timón, llevaba tiempo queriendo partirle la cara alguien.

¡PREPAREN LOS CAÑONES!

Ya no quedaba rastros de ese temeroso Lionel que huyo de casa por algo que el no cometió, al que inculparon cuando era un niño, ahora era el invencible Messi y haría honor a su título como siempre lo hacía.

Con el coraje y el remordimiento guardados en el fondo de su corazón y mente se lanzó al ataque listo para defender su honor.

Era Lionel contra el mundo o eso pensó por tanto tiempo, no era verdad, era la scaloneta contra el mundo, el navío más temido de todos los mares...

Y así sería hasta que alguien acabará con la vida de su capitán...

E N T R E   C A N T O S   D E   S I R E N A S ★Where stories live. Discover now