La noche antes de llegar.

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La noche cayó sobre ellos, el barco llamado la Scaloneta partió del puerto de Barcelona con trayectoria hacia Argentina, Buenos Aires, los marineros bailaban y cantaban alegres de volver a sus casas.

Lionel solo los miraba con melancolía deseando también sentir esa sensación de que alguien lo esperaba, pero la realidad era que a él nadie lo esperaba y por ello debía quedarse en el barco al lado del muelle mientras su tripulación hacían los viajes correspondientes para llegar a sus ciudades de origen.

Porque apesar de todo, apesar de tener ese barco y poder viajar de regreso al Rosario, no sentía que era su mejor opción...

Pero talvez todo sería distinto...

Talvez....

¡CAPITAN! - grito Julián mientras se acercaba con Dibu corriendo a toda velocidad - ¡HAY– hay–

Julián se desmayo de la impresión y el miedo callendo al piso con un ruido hueco, dibu se puso pálido y luego trago seco intentando formular palabras

¡HAY UN JODIDO TRITON EN EL BAÑO! -

¡PELOTUDOS! quien les mando a meterse a mi baño - cuestino molesto dejando el cargo a Kun.

¡¿QUIEN GUARDA UN TRITÓN EN UN BARCO Y NO AVISA AL RESTO?! - Messi nego molesto y los dejo ahí.

Bajo a la parte de camarotes y luego lo más rápido que pudo, entro en su cuarto de forma brusca para luego ver a Guillermo que estaba sumergido en el agua mientras movía su cuerpo a un compás lento y cantaba algunas cosas en su propio dialecto.

— ¿Interrumpo? - Ochoa salió del agua viendo con sus grandes ojos al capitán para luego salpicarlo con agua - ya me bañé pero ¿Gracias? Supongo.

Guillermo rio para luego acercarse hasta el, señaló su boca.

— ¿Quieres comer? - memo asíntio y Lionel salió del baño.

Regreso minutos después con un balde de pescados encontrando a memo jugando con una espada, que asume era o de Julián o de dibu.

— aquí tienes - dejo el balde a un lado de la bañera.

— G-gracias - dijo con dificultad para tomar uno de los pescados.

— espera, ¿puedes hablar? - el asíntio sin comprender muy bien - y yo intentando comunicarme con vos, debi parecer un pelotudo.

— tremendo Gil que soy - miro el brazo de Ochoa donde tenía una quemadura.

Era un símbolo que había observado más de una vez cuando dejo escapar a varios tritones, era candidato a jefe de tribu, acaricio la pequeña quemadura con marca de hoja haciendo que el otro sufría escalofríos ante su frío toque.

Frunció el ceño al notar las múltiples cicatrices en la piel bronceada del tritón, talvez echas por animales marinos, su propia raza o en su defecto... Cazadores, sus labios se contrajeron un poco ante el mal sabor de boca que tenía, ellos no merecían ser tratados así.

Sin embargo... Necesitaba a Guillermo para curar a su padre, volteo hacia arriba encontrando los ojos curiosos del tritón que también miraba la marca de pelea que se asomaba desde su pecho hasta su barbilla.

¡CAPITAN! - grito Kun entrando en el lugar haciendo que estos se separaran - ¡NOS ATACAN! - Lionel volteo a ver a Guillermo y luego a Kun.

— Vámonos - salieron corriendo del baño dejando a Guillermo ahí, arriba se escuchaba disturbios, balas llendo y viniendo.

Los hechos de ese fatídico día llegaron hasta el, no lo permitiría otra vez apesar de que fuera justamente la raza que lo tenía cautivo a quien ayudaría.

Salió de la bañera y se arrastró por el piso con su cuerpo esperando llegar al menos a rescatar a Lionel, subió a cubierta encontrando varios enfrentamientos por doquier, a lo lejos vio a aquellos extraños hombres que lo habían espantado ser atacados por gente que al menos el no conocía.

Con rapidez se acercó hasta ellos derribando a los marineros que los atacaban, al verlo Julián tembló asustado y memo se alejo cuando le comenzaron a apuntar con sus armas.

¡AHI ESTÁ EL TRITÓN! - un hombre corrió hacia el con espada en mano dispuesto a matarlo.

Memo fue más rápido y tomo la espada de Julián, apuñalando el pecho del hombre con esta, luego siguió su recorrido hasta Kun, a quien ayudó distrayendo al marinero para que esté pudiera hacerse cargo del carroñero que lo había estado atacando.

Luego se acercó hasta Lionel dónde de un coletazo noqueó al hombre que tenía ya derribado al capitán, este lo miro un instante antes de blandir que espada contra el.

Memo cerro los ojos con miedo listo para morir, pero el golpe nunca llegó con los ojos cerrados tocó su vientre, pero no había rastro de algún líquido saliendo de el, nisiquiera de una herida.

— ¿Estás bien? - abrió los ojos lentamente encontrando la mirada de preocupación y alivio mal disimulado en el rostro de Lionel.

Volteo hacia atrás encontrando a un hombre muerto, desangrándose, miro a Lionel que lo miraba en busca de una respuesta, Guillermo asíntio frenético para ver como se alejaba el capitán de la scaloneta a seguir peleando.

El de quedó un momento quieto viéndolo pelear, luego el mismo golpeó a un marinero del navío contrario que quería matarlo, lo miro con asco y suspiro cansado para seguir con la batalla.

•••

El último cadáver del otro navío fue tirado al mar listo para que alguna criatura marina se lo comiera.

— Fue el último - anuncio Di María tirando por la borda el cuerpo embolsado.

— bien - dijo Julián ya cansado dejándose caer al suelo.

Pronto comenzó a llover causando que todos suspiraron cansados, dejando que la lluvia los envolviera, el único que parecía disfrutarlo era memo que se encontraba descansado a orillas del barco viendo cómo los cuerpos de los marineros eran llevados al fondo del mar por criaturas marinas.

De quienes se despedía recibiendo salpicadas de agua a modo de agradecimiento por los bocadillos nocturnos que se comerían los animales marinos.

— oiga Capi, no le va a gustar esto - lionel se acercó a Dibu que miraba por el catalejo.

Le arrebato el artilugio de la mano con brusquedad para ver por su propia cuenta lo que tenía preocupado a su marinero, una maldita tormenta se aproximaba hacia su ubicación.

— Mierda...

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