El aroma que caracteriza a cada uno...

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Un día nuevo llegó para el pirata y el tritón, siendo apenas el segundo día que pasarían juntos sin nadie más hasta que tuvieran que irse de Argentina para ir a Portugal.

No había nada importante que hacer, simplemente nada, era aburrido el día para el tritón que lo único que hacía era estar en la bañera contemplando la madera que lo rodeaban y que de cierta forma lo mantenía cautivo.

Podía escuchar como Messi hacia algunas modificaciones al navio en la cubierta y como también iba y venía con cosas para cuando se embaucaran al mar nuevamente.

- ¡LIO! - el grito de una mujer lo saco de su ensoñacion.

Últimamente había estado pensando en la posibilidad de quedarse con esa tripulación, de estar con Lionel y...

- ¡LIO! - grito con emoción la mujer.

Eso lo hizo actuar, salió del agua muy extrañado y se arrastro a cubierta asomándose solo un poco a ver qué pasaba, una mujer tenía prisionero a Lionel en un gran abrazo y este parecía corresponder.

Guillermo hizo un puchero de molestia y emitió un sonido de inconformidad.

Captando así la atención del pirata que al verlo se separó de la mujer y se dirigió hacia donde se escondia el tritón.

- Guille ¿Que haces aquí?

El tritón lo ignoro, Messi lo cargo con cuidado y se dirigió a la mujer, memo solo podía oler el aroma a rosas y azufre impregnado en el marinero, un aroma que conocía tan bien que le dió náuseas de solo saber que Lionel portaba ese olor.

Miles de recuerdos golpeaban contra su mente recordándole ese miedo oculto que sabía que tenía.

"Eres solo un tritón, la gente siempre te va a buscar por lo que vales"

- Guille ella es Antonella Roccuzo, es una...

- Bruja...

Memo le gruño a la defensiva a la mujer quien dió un grito de terror y se alejo de ambos lo más que pudo, ambos con miradas llena de resentimiento y miedo por el otro.

- ¿Tenés algo Guille? - el tritón le gruño a Antonella aún más, memo se aferró a Lionel por mucho que le disgustara el horrible olor de la mujer.

- ¿Anto? - la mujer se alejo aún más del tritón sacando una botella que Lionel desconocía, pero Antonella siempre tenía cosas que atentaban contra la vida de las sirenas.

Con su cuerpo cubrió el de memo apartando lo de la vista de la mujer, que estaba más aterrada intentando convencer a Lionel que lo suelte y se aleje de él.

- ¿Que te pasa Anto? - dijo a la defensiva el pirata - no es la primera vez que ves a un tritón.

- pues no - dijo titubeante - pero... Siempre estaban muertos - dijo en un susurro la mujer, Guillermo le gruño molesto.

- será mejor que te vayas Anto.

- pero...

- Anto... - dijo serio el marinero, la mujer asíntio, vio una última vez a la criatura y dió un suspiro.

- Ten cuidado... - dicho eso se fue.

- ¿Estás bien Guille? - el tritón hizo que lo soltará y se arrastró por el piso para llegar a la área de camarotes, Lionel dió un suspiro rendido.

- ahora ¿Que hice yo?

•••

Lionel tocó la puerta el baño escuchando como memo emitió un sonrió, lo tomo como un adelante y se adentro en el lugar encontrando a Guillermo jugando con el agua.

- Guille - el tritón no lo miro - ¿Estás bien?.

- Hueles a azufre y rosas, como una bruja.

Lionel miro al tritón y luego se olió la camisa, no olía nada de lo que el tritón decía solo olía a pescado.

- Yo no huelo nada.

- ese es el problema con los humanos - dijo molesto, Lionel se acercó hasta el - incluso nosotros los tritones tenemos un olor característico.

- ¿Y a qué hueles? - cuestino interesado mientras se arrodillaba aun lado de la bañera.

- yo, huelo a fruta tropical y maresia - dijo con tranquilidad mientras intentaba no mirar a Lionel.

- de verdad - el asíntio un poco, Messi acercó su rostro al pequeño espacio que había entre en cuello y clavícula del tritón.

Olfateo un poco intentando encontrar ese olor que el tritón describió, memo por otra parte se puso nervioso ante ese acercamiento de parte del argentino, Messi seguía intentando encontrar aquel olor.

- Lionel...

- espera Guille - dió una última olfateada rozando sus labios con la tersa piel del tritón - hueles muy poco a los que dices - separó la cabeza de su cuello para mirar a Lionel - Guille ¿A qué huelen los humanos?

- depende - dijo con nerviosismo - depende como sea cada humano y a qué se dedique.

- ¿A qué huelo yo?

- tu... - vio los ojos expectantes de Lionel - hueles a vino, con un toque de maresia y albaricoque - dijo nervioso.

Sabia que realmente solo los humanos olían a hormonas sexuales y vanilla, los hombres, las mujeres olían a hormonas sexuales y canela, así que oler a otra cosa en el cuerpo de un humano era preocupante para los tritones.

Solo significaba una cosa, que Ochoa comenzaba a ver distinto, con otros ojos a Lionel, ¿Le daba miedo?, no, lo que le daba miedo es como reaccionaria Lionel si le decía aquella bruja a que olía los humanos realmente, es otra de las habilidades que tenían todas las criaturas "mágicas".

- Oye Guille - Guillermo lo volteó a ver - talvez yo no huela lo que vos hueles pero, vos para mí hueles a rosas.

- ¿Rosas? - cuestino memo nervioso.

- si... - Guillermo le sonrió - ¿Quieres comer? - memo asíntio.

Lionel saco a memo del agua, este se aferró a su cuerpo sintiendo el olor tan exquisito que desprendía el pirata e inundaba su fosas nasales.

- ¿Ya estás más relajado? - memo asíntio - que bien...

Memo no sabía si, si sentía algo por Lionel, si desarrollo otras sentimiento con el, pero se sentía a gusto junto a el y le gustaba saber que olía a rosas para Líonel.

Eso significaba una conexión entre el tritón y el humano, que empezaban a reconocerse como cercanos algo pocas veces visto entre ambas especies y que solo había visto una vez en su vida, solo un tritón había tendió una relación fuerte con un humano...

Rafa Márquez el terror de los mares...

E N T R E   C A N T O S   D E   S I R E N A S ★Where stories live. Discover now