Retrasando lo evitable

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Guillermo despertó justo cuando el sol estaba arriba en el cielo en su máximo esplendor haciendo que el lugar se ponga más caliente que otro días, parpadeo un poco y bostezo para salir del agua, se arrastró fuera del braco notando que Lionel estaba sentado sobre su cama con su cabeza oculta entre sus manos y murmurando algunas cosas que parecían no tener muy relevancia, al menos no para el

— ¿Lionel?

El marinero alzó su cabeza y volteo a ver al tritón que se acercaba hacia el extrañado por su comportamiento ¿Se comportaba así por la pregunta que le hizo anoche?, Talvez...

— A Guille buenos días, hace mucho calor ¿No? - cuestino el capitán poniéndose de pie para verlo bien.

Memo asíntio, podía jurar que comenzaba a oler a pescado frito, no es que se quejara le gustaba el olor y mucho menos, era una de sus formas favoritas de comerse a los pescados pero, oler así frente a Lionel no era grato.

— ¿Quieres nadar? - cuestino el pirata viendo cómo los ojos marrones del tritón brillaban ante la propuesta.

•••

Messi veía a Guillermo nadar libre por el agua mientras intentaba acoplarse nuevamente al agua y jugaba con las algas marinas, el estaba en la orilla del mar sentado sobre la arena mientras jugaba con la misma de forma inconsciente.

Su mente solo podía darle vueltas al problema que se suscitó con el hechizo para salvar a su padre, suspiro derrotado, había salido muy temprano a hablar con su amiga Antonella para llevarla al navio y revisara al tritón, ahora tenía más dudas que antes luego de lo que le dijo su amiga.

" — ¿entonces? - Cuestino el argentino cuando Antonella termino de revisar a Guillermo.

Ambos salieron del baño Antonella se quedó en silencio un rato antes de dar un suspiro de cansancio, nego con frustración.

— Líonel estuve revisando el hechizo - dijo la mujer mirando con lastima a su amigo - al parecer necesitamos una última cosa para culminar el hechizo, solo se encuentra en México.

— Anto, vuelvo a México hasta dentro de tres meses, no puedo ir antes, es sospechoso llegar así porque sí sin una razón real.

— Solo falta una cosa - le dió una notita - piénsalo Lionel, debo irme

La mujer salió del cuarto dejando solo al pirata, Messi volteo a ver Ochoa encontrando al tritón tan relajado, golpe con frustración el colchón y luego dió un suspiro lastimero al viento"

Jugo con la arena que se desbordada por los costados de su mano, miraba el pequeño limite que había entre el agua y la arena que lo separaba a el de la libertad, sabiendo que nunca más podría quitarse esas cadenas de culpabilidad, sabiendo que no importaba si en un pasado había dejo escapar a más de un tritón de una muerte segura por la cobardia de no poder tomar una desicion, no importaba todo eso sí ahora tenia cautivo a un tritón.

Rasco su nuca de forma abrumadora intentando alejar todas esas ideas que ponían en duda su desicion, dió un suspiro y tomo una roca para lanzarla al agua, una bonita pero dolorosa metáfora llegó a el.

El límite que separaba el agua y la arena, era como el y Guillermo, el buscaba algo en el mar que sabía que no se encontraba ahí pero quería aferrarse a ello, Guillermo buscaba salir de la tierra para volver a su vida rutinaria, a su tribu.

¿Que pasará si Guillermo volvía a su tribu?, ¿Lo volvería ver?, ¿Sería más feliz el tritón asi?, ¿Que pasaba si usaba a Guillermo para el hechizo?, ¿El sería feliz?, ¿Sería capaz de seguir con su vida sabiendo que mató a alguien inocente?, Que mató a alguien que no tenía nada que ver con el y su propósito.

Miro la nota un rato mas, al parecer no solo era acabar con la vida del tritón si no con la de alguien más, un poco de agua golpeó su rostro sorprendiendo lo y sacándolo de su trance.

Miro al tritón que lo veía con una sonrisa enorme, Lionel ladeo la cabeza ocultando la nota entre sus ropas para prestarle más atención.

— ¿Que pasa Guille? - cuestino el pirata.

Memo le tendió un collar echo a base de algas marinas y flores, en medio tenía una hermosa perla que brillaba en contraste con la luz que el sol ofrecía podía ver que estaba barnizada con algún líquido que no había visto, era demasiada grande para ser verdad, tomo el collar entre sus manos viendo cómo la mirada de Guillermo brillaba de emoción.

¿Le alegro que recibiera su regalo? Messi se lo puso haciendo que memo sonriera aún más grande si es que era posible.

— Antes de que me capturaran mi pasatiempo favorito era hacer collares con cosas que encuentro en el mar - vio a Messi que seguía contemplando el collar con facinacion - aunque siempre los perdía cuando me atacaban.

Messi miro los ojos avellana de Guillermo, sus rizos brillaban gracias a la luz que pegaban en estos, se veía hermoso, y esos pensamientos acerca de la apariencia del tritón no le daban miedo o lo abrumaban, no le era indiferente a la hermosura del hombre, más bien se sentía tranquilo viéndolo.

— sabes Lionel, antes de conocerte - se sentó a su lado mientras movía su aleta - pensaba que todos los humanos me buscaban por mis propiedades curativas pero tú... - volteo a ver al pirata - tu eres distinto...

— Guillermo yo... - miro al tritón que le otorgaba una sonrisa amable - Yo... yo... yo, acabo de comparar una botella de vino y pescados para cocinar, ¿Quieres comer conmigo?

Ochoa sonrió más grande y asíntio.

— Lío, antes que nada prométeme algo - lo detuvo causando la intriga del pirata

— ¿Que paso Guille?

— ... Cuida el collar - miro al pirata - es la primera vez que hago uno para alguien más y...

— lo voy a cuidar Guille, tranquilo.

El tritón sonrió para luego estirar sus brazos hacia el capitán quien lo tomo en brazos, la tarde paso en una hermosa comida en dónde ambos hablaron de sus pasados a medias.

Y en dónde ambos se sumergieron en un silencio mientras pensaban en lo que debían hacer con todo lo que pasaba.

En dónde querían su libertad de vuelta, pero no sabía si su contrario sería la llave para tenerla nuevamente.

E N T R E   C A N T O S   D E   S I R E N A S ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora