Noche de soledad

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Messi no podía describir como se sentía, bajaba el cargamento del navío, pero a su vez veía a Guillermo intentar ayudarles, un sentimiento de culpabilidad e inconformidad se alojaba en su pecho.

¿Estaba mal lo que hacía? ¿Realmente valía la pena matar al tritón para salvar a su padre?, ¿Valía la pena volver a su casa?, miro a Guillermo en silencio mientras el resto se despedía para partir a sus casas.

Pasarían 5 días en argentina y luego partirán a Francia para volver a Argentina 4 meses después, esa era su unica oportunidad de volver a ver a su padre y a su madre antes de regresar al mar, pero...¿Quería eso ahora?.

¿Cambiaría algo en su familia la cura?

— Nos vemos Capi - se despidió Julián - Adiós Guille -

El tritón se despido para luego arrastrase hasta Lionel, tocó su hombro con cuidado y este lo volteo a ver, estaba seguro que aquel tritón no merecía eso.

— ¿Estás bien? - Lionel asíntio un poco - ¿Quieres tomar?

— ¿Tomas? - el tritón nego un poco.

— pero quiero entender porque los humanos están tan obsesionados con el alcohol - Lionel rio y cargo a memo para sentarlo en las escaleras.

— en ese caso ahora vuelvo

Lionel desapareció de ahí, dejando a Guillermo tan conmocionado, talvez lionel no lo quería para esos fines si no lo hubiera amarrado como el resto de gente que lo mantenía cautivo.

Miro el mar y luego deseo saltar a el y nadar nuevamente volviéndose uno con el agua, pero, hace tiempo que no tocaba el mar, tenía miedo de no saber nadar, llevaba tres años y días sin nadar correctamente, no sería bueno ir encontrá del mar apesar de que estuviera tan calmado.

Además no se sentía cautivo en ese lugar, se sentía como si estuviera en un hogar, se sentía libre de cierta forma.

— volví - Lionel se sentó a su lado dándole una copa de cristal para luego abrir el vino.

Sirvió en ambas copas el líquido de olor delicioso, Memo acercó la copa hasta su nariz olfateando que era lo que iba a ingerir, Messi lo observaba de reojo sirviéndose su propia copa.

— ¿Es vino? - Lionel asíntio - huele muy dulce.

— lo se, es el vino más viejo que tengo, lo guardaba para una ocasión especial.

Guillermo lo volteó a ver, le acaban de decir ¿Que era especial para el? Sus mejillas se pusieron levemente rojas e intento ocultar su sonrojo tras la copa.

— ¿Y?... - Messi miro reflexivo el paisaje frente a el y se sentó junto a Guillermo - ¿Cómo acabaste en manos de los Dos Santos?.

Memo jugueteo con la copa que descansaba en sus manos realmente nervioso luego miro a Lionel que lo miraba a el en busca de una respuesta.

— Era una noche tranquila como hoy - susurro bajo captando la atención del Argentino - los que aspiramos a ser líderes de tribu podemos sentir cuando hay peligro cerca - mejor a Lionel y dió un suspiro antes de darle un trago al vino - intenté combatir contra esos piratas y lo logré habíamos ganado pero...

— ¿Pero?

— un pequeño niño, Diego es su nombre, no quiso separarse del cuerpo de su mama a quien habían matado de un disparo...

El corazón de Lionel dió un vuelco, una voz dentro de el le hizo recordar lo que el quería hacer con el tritón sentado a su lado: "Es nuestra culpa, será nuestra culpa" murmuró la voz dentro de su mente.

— intenté que no se lo llevarán y tome su puesto - relato mirando al frente con la mirada perdida - lo único que recuerdo antes de perder la consciencia es que me golpearon.

— desperté cautivo en una pecera encadenado, pase 3 años cautivo sin ver la luz del día o tocar el mar, intentaban venderme cada mes pero nadie quería comprarme al menos no vivo...

Lionel miro como Guillermo balanceo su aleta aún temeroso y nervioso, parecía que su cuerpo había asimilado un estado traumático porque podía ver que cada cierto tiempo pasaba saliva asustado y pequeños escalofríos recorrían su cuerpo.

— plane escaparme más de una vez pero los tratos que me daban no me lo permitían hasta hace poco días, acabe con la tripulación y fue justo el capitán del barco quien me vendió a esos extrañas personas.

El tritón miro al capitán y sonrió con mucha amabilidad

— Gracias Lionel - el capitán lo miro con curiosidad admirando el rostro del hombre - Gracias por no intentar atentar contra mi vida - la culpa taladraba en la cabeza de Lionel.

Ambos se quedaron en silencio bebiendo cada uno de su vino mientras los pensamientos caóticos atacaban la mente de cada uno envolviendo se en los problemas que cada uno tenía.

Por una parte estaba Guillermo que anhelaba volver a tocar el mar y visitar a su familia, convertirse en líder de tribu.

Por otro lado estaba Lionel quien solo quería demostrar su inocencia y si era posible volver a ver a su padre despierto.

— Es tarde ya - murmuro el Argentino algo cansado, el tritón asíntio.

Dieron el último trago a la bebida antes de que Lionel tomara al tritón en brazos y bajara con el a su cuarto.

— ¿Te gustó el vino? - dijo a modo de aligerar el ambiente incomodo que se instauro entre ellos.

— Sabe bien, no es lo mejor del mundo, pero si - respondió Guillermo mientras pasaba sus manos por detrás del cuello del pirata.

Lionel se avergonzó un poco ante eso acción del tirón pero lo atribuyó a qué casi se cae, si debía ser eso, entraron al baño dónde Lionel dejo a Guillermo en la bañera y se despido de el.

— Lionel ¿Porque no te vas tu a tu casa? - cuestino curioso el tritón, Lionel se dió la vuelta para encararlo.

— no hay alguien que me espere en ella - le dió una sonrisa tranquilizadora y salió del baño.

Dejando al tritón intrigado y frustrado consigo mismo por preguntar eso, se sumergió en el agua, para luego mirar por la pequeña ventana que dejaba ver la luna.

Pronto sería su cumpleaños, suspiro para sumergirse aún más en el agua golpeando la porcelana con sus escamas...

Estaba tan cansado... Que solo cerro los ojos dejándose llevar por la tranquilidad que ofrecía esa noche y el sonido de la marea impactando contra el navío.

Era la noche más tranquila que había vivido en toda su vida.

E N T R E   C A N T O S   D E   S I R E N A S ★Where stories live. Discover now