20 Criaturas de la noche

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Vóldemort logró despegarse de la pared, y entrecerró los ojos al ver a Harry parado delante de él.

-Harry Potter -susurró-. Permíteme darte la bienvenida a mi humilde morada -saludó en tono burlón, haciendo una pequeña reverencia.

Harry le miró con seriedad. Había oído gritar a Ginny, pero adivinó que se había marchado con los demás, y eso le daba al menos un poco de tranquilidad.

-Eres igual que tu padre, tieso y orgulloso, enfrentándose a la muerte -le dijo Vóldemort, tratando de provocarle, pero Harry no le contestó. Para su propia sorpresa, se sentía muy tranquilo, como si no fuera él quien estaba allí plantado, y quizá por eso pensaba con mayor claridad-. ¿No vas a salir corriendo? -preguntó Vóldemort.

-Creo que ya es hora de acabar con todo esto -respondió Harry.

Vóldemort le atacó sin previo aviso, pero Harry estaba preparado y paró el hechizo, respondiendo después.

El intercambio de maldiciones se sucedió con rapidez, sin que existiera casi tiempo entre el ataque y la defensa. A Harry le resultaba curioso ver cómo detenía y respondía a los hechizos de Vóldemort con facilidad, pero le sorprendía más ver lo sereno que se sentía.

Era como si estuviese soñando, o como si fuese otro el que movía su cuerpo. La velocidad de la lucha era tal que apenas se veía el movimiento de sus varitas, pero a Harry le parecía que todo sucedía a cámara lenta, y tenía tiempo de sobra para calcular lo que tenía que hacer en el próximo movimiento.

Su plan era llevar a Vóldemort contra la pared, donde le dejaría pegado e indefenso, pero no quiso pensar demasiado en eso, ya que no quería que el otro adivinase sus intenciones a través de la Legeremancia.

Vóldemort le lanzó una serie de maldiciones a toda velocidad, y Harry tuvo que refugiarse detrás del pedestal donde había estado la copa, porque no era capaz de pararlas. Un segundo después, se puso en pie para seguir luchando, pero Vóldemort ya se había cansado del juego.

-Avada Kedavra.

-Expelliarmus -respondió Harry.

Como había sucedido años atrás, los hechizos se golpearon en el aire, creando un hilo de luz dorada que unía a las dos varitas. Harry vio cómo un grano de luz aparecía en mitad del hilo y comenzaba a flotar de una varita a otra, pero esta vez, Vóldemort fue más listo y no dejó que se repitiera la misma escena, sino que movió su varita, rompiendo el lazo que la unía con la de Harry.

-¿Creías que iba a caer en la misma trampa?

-Luminus -Harry le apuntó a la cara. De la punta de su varita salió un haz de luz muy potente, como un fogonazo. Vóldemort se tapó la cara con un grito de dolor-. Expelliarmus -repitió Harry, y Vóldemort salió despedido contra la pared, donde se quedó pegado y comenzó a hundirse.

Harry se acercó a él, respirando de forma lenta y profunda.

Tenía que matarle, no había otra opción.

Vóldemort había matado y torturado a muchísima gente. Por su culpa, él había crecido sin conocer a sus padres. Por su culpa, Sirius y Cedric estaban muertos. Debido a él, los padres de Neville y Hermione no podrían llevar una vida normal.

Tenía que pagar por todo lo que había hecho.

Harry levantó su varita y apuntó a Vóldemort con ella. Tenía que pronunciar las palabras. Iba a pronunciarlas.

Y sin embargo, no fue capaz.

Sin saber por qué, recordó cuando Sirius y Remus habían estado a punto de matar a Colagusano.

La familia Snape (Severus x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora