DxD: Trato con El Diablo

Capítulo 9: Liberarse.

-Damien–

Me desperté a la mañana siguiente al escuchar la voz de Gretel en mi mente a través de nuestra conexión.

La carta de Aria fue demasiado para mí y dentro de las barreras dejé salir todas mis emociones llorando toda la noche anterior.

"Maestro, ¿estás bien? Por favor, responda". La voz de Gretel sonó una vez más.

—Estoy bien, Gretel. Puedes regresar. Ahora es seguro. Te necesito a ti y a Viena a mi lado".

"Sí, Maestro". La respuesta fue instantánea y en un minuto sentí que las barreras del lugar estaban siendo atravesadas por una teletransportación. Observación Haki confirmó la identidad de los recién llegados.

Me levanté y salí de la habitación para volver a mi habitación.

No me había dado cuenta, pero me había quedado dormido en la sala de reuniones después de que Razevan se fuera la noche anterior.

Las emociones de Gretel estaban en su rostro y Vienna parecía que de repente se iba a encoger en una bola... y eso dolía.

Puedo imaginar cuánto le habría dolido a Aria cuando vio a Vienna tan asustada o llorando por ella. Mintiéndole a sus hijos y luego incluso muriendo por ellos.

¿Cuánto le habría dolido a Razevan, que habría sido conocido y recordado como un villano por la persona que más amaba y valoraba en todo el mundo, incluso después de su muerte?

No sé cuánto se parece este mundo a lo que conozco, pero lo que sí sé es que ha cambiado desde que llegué aquí.

Razevan y Aria apenas se mencionan en la historia que leí. Un padre abusivo que mató a su esposa. Apreté los dedos con fuerza.

Anoche pasé por muchas emociones. No diría que no estaba enojado. Alguien jugó conmigo. Había enojo. Estaba enojado incluso con Aria... pero después de pensar objetivamente las cosas, me di cuenta de que sus acciones eran perfectamente razonables. Demonios, yo habría hecho algo similar en su situación.

Su objetivo final era que Viena viviera segura y, por lo que sé, habrían tenido éxito incluso sin mí.

En todo caso, fue mi llegada lo que podría haber empeorado las cosas. Le dio a Aria tres años más con Viena de lo que se suponía que iba a suceder, pero aún así.

Y lo peor es que tengo que guardarme esta carga para mí. Mirando la cara de Vi, sus pequeñas manos agarradas a la falda de Gretel, no pude contenerme y seguí adelante y la abracé. Ella me devolvió el abrazo y sus manitas me agarraron con tanta fuerza como si tuviera miedo de dejarme ir, como si yo fuera a desaparecer si lo hacía.

También llevé a Gretel a nuestro abrazo.

Esta es mi familia.

"No te preocupes. Ahora está bien. Estoy aquí". Tranquilicé a la joven que me abrazaba de por vida mientras le acariciaba el pelo repetidamente.

Tardé un par de horas en convencerlos.

- Cambio de escena -

La habilidad de Razevan fue experimentada por mí y usé Archimago para hacer una copia de ella. Fue mucho más rápido porque la experiencia fue directa en lugar de solo mirar o aprender dicho poder.

Era a la vez una bendición y una maldición. Pude ver por qué Razevan, que nació con este poder, era tan reacio a confiar en alguien.

No hay casi nada que pueda esconderse bajo esta habilidad. Obviamente, Vienna todavía es joven y Gretel está conectada conmigo y ni siquiera intentará esconderse de mí, pero aún así, si no apago esta habilidad, existe una alta probabilidad de que pierda mi confianza en el mundo.