DxD: Trato con El Diablo

Capítulo 15: Youkai, Ayakashi y demonios, ¡Dios mío!

-Damien–

Entré en el parque de diversiones mientras el grupo me seguía. Vienna, Gretel y yo estábamos bajo mi ilusión de que ocultaría nuestras verdaderas apariencias a todo el mundo.

Kuroka estaba agarrada a mi brazo mientras intentaba presionar sus pechos incipientes contra mi costado, a pesar de la mirada acalorada de Viena que se aferraba a mi otro brazo.

Gretel tenía una cara estoica mientras cargaba la canasta de comida junto con Lavinia, Musashi y Sean. Sin embargo, Merlín era el que más cargaba.

Podría tener algo que ver con el hecho de que intentó burlarse de Gretel antes de venir aquí.

Shirone, por otro lado, caminaba junto a Gretel con nuestra nueva incorporación al grupo, que parecía pensar que la estábamos engordando solo para comérnosla después.

Asia Argento nos fue entregada por Azazel después de que Odín tuviera la reunión con Miguel.

Es seguro decir que la iglesia estaba firmemente en contra de cualquier compromiso, pero eso fue solo hasta que Odín perdió la paciencia y dejó salir su aura.

Esto les recordó a todos que el que estaba sentado frente a ellos era un Rey de los Dioses, un ser que lideraba un panteón y le mostraba al Cielo cuán verdadera y absolutamente jodidos estarían si Odín hiciera algún movimiento.

Sin embargo, Odín ya estaba enojado y subió las apuestas.

Ejecución inmediata de los que estaban directamente implicados en el Proyecto Sigfrido y excomunión de los miembros externos. Además, pidió que todos los niños con una pizca de su sangre fueran devueltos a los nórdicos.

Michael tomó el mando por una vez y negoció la ejecución del Director y el Subdirector del Proyecto y la excomunión de cualquiera que llevara a cabo los experimentos, pero para dejar ir a los demás.

Odín reclamó dos espadas del lado del Cielo, que la iglesia entregó al ahora contaminado Clarent, que había perdido la mayor parte de su poder, y a su hermana demoníaca, la espada Florent.

Asia Argento fue entregada con lo que Azazel llamó resistencia, que fue más que nada una formalidad.

La pobre chica ni siquiera sabía para qué la estaban usando y dudo seriamente que lo sepa incluso ahora.

Casi parecía que iba a tener un ataque de pánico cuando nos la presentaron después de que la trajimos de vuelta de Azazel.

No podía culparla por ello. Tenía solo diez años y había sido alimentada con las historias de que los demonios eran la causa de toda la miseria del mundo.

El Diablo me obligó a hacerlo es, sorprendentemente, una excusa muy común incluso en el mundo.

Solo desearía que eliminaran 'The' al usar eso.

No tengo suficiente tiempo libre para preocuparme por esos idiotas.

La pobre muchacha casi se había encerrado en sí misma de todo el estrés y el miedo.

Fue solo debido a los esfuerzos de Lavinia, Vienna y Kuroka irrumpiendo repetidamente en su habitación y sacándola a jugar o divertirse desde entonces. Gretel, a su manera, se había ocupado de ella y Tsubaki también.

Aunque no lo demostrara, Gretel era probablemente la más cuidadosa al tratar con ella, al parecer porque la chica le recordaba un poco a sí misma. Tan asustada y mirando a todos como alguien que solo esperaba lastimarla. Durante nuestras conversaciones privadas, una noche después de que Viena se hubiera ido a dormir, ella me lo había contado y la animé a hacer lo que ella creía que era correcto. Desde entonces, se tomó un tiempo libre para enseñar a Asia sobre el mundo fuera de la iglesia, la cocina e incluso los estudios.