13. Un dragón suelto en World Trade Center

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Tras la inesperada visita de Malik, me preparo para ir a rescatar a Karla. Cojo el escudo y me lo coloco en el brazo. Voy dispuesto a acabar con ese brujo de pacotilla. Shailene nos transporta al complejo de edificios del World Trade Center. Todavía es noche cerrada; apenas hay gente en la calle. Estamos cerca de la torre, en un pequeño parque que hay por los alrededores.

—Y bien, ¿cuál es el plan? —pregunto.

Blake y Shailene se miran a la vez.

—Porque tendréis algún plan, ¿verdad? —pregunto con inquietud.

—Lo cierto es... que no se me ocurre nada —dice Blake.

—Genial. ¿Y ahora qué?

Shailene se saca la llave del cuello.

—Toma... —me la ofrece.

—¿Acaso te has vuelto loca? Si Malik se hace con esa llave se acabó todo —le dice Blake alarmado.

—Lo sé, pero debemos confiar en Adrien.

—Esto es el fin... —dice Blake.

—Gracias por el apoyo —digo en tono irónico. Sin más dilación, cojo la llave de la mano de Shailene y me la cuelgo del cuello—. Tranquila. No dejaré que la consigan, pero tú encárgate de Karla. Quiero que desde que tengas una oportunidad la saques de ahí. Pase lo que pase ahí arriba. ¿Lo prometes?

—Lo prometo —me jura.

—Supongo que es la primera promesa que haces en 600 años, así que espero que la cumplas. —Le sonrío.

Me devuelve la sonrisa y se acerca a mí.

—Y tú prométeme que no dejarás que Erik te destruya.

—¿En serio hace falta que te prometa eso? —le pregunto—, por supuesto que no le dejaré. Me quito el escudo y lo tiro al suelo. La cojo fuertemente por los hombros, y le doy un intenso beso en los labios, frente a la estupefacta mirada de Blake.

—Esto es lo más insólito que he visto en siglos —dice Blake.

Separo mis labios de los de ella, y aprovecho para mirar esos increíbles ojos que quitan el sentido.

—¿Qué pasa, Adrien? —pregunta ella.

—Bueno, si voy a desaparecer para siempre... quiero contemplar esos ojos por última vez.

—¡Eso no pasará! —exclama ella tajante.

Blake interviene.

—Siento interrumpir esta emotiva escena de amor prohibido, pero hay un brujo que quiere destruir el mundo de los muertos.

—Es verdad, pero ¿cómo voy a hacer para subir hasta lo alto de la torre sin llamar la atención? —pregunto.

Shailene sonríe.

—¿Tú qué crees?

—¿Voy a subir levitando?... Sí, la verdad es que no llamará demasiado la atención un joven volando hasta lo alto del One WTC —digo irónico.

—No hay nadie, es tarde. Además, ¿quieres salvar a tu amiga o no? —me pregunta ella.

Recojo el escudo del suelo y me lo coloco en el brazo.

—Venga, rápido. Haz tu chasqueo de dedos —le pido.

Chasquea los dedos y comienzo a elevarme del suelo. Cada vez más rápido. Blake me desea suerte, y Shailene clava su mirada en mí mientras continúo ascendiendo. Vuelo hasta lo más alto de la torre. Ya le voy cogiendo el tranquillo a esto, aunque es mejor evitar mirar hacia abajo. La verdad es que como alguien me vea va a flipar. Ya veo la enorme antena del emblemático edificio. Sobrepaso la azotea, y veo a Karla, la cual está tumbada en la plataforma circular que sostiene el mástil de la antena. Sin pensarlo dos veces voy hacia ella.

Adrien Fleming y el Mundo EspiritualWhere stories live. Discover now